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— ¿Recuerdas esas canciones que compuse aquella vez? — Pregunté, comiendo ambos en nuestro comedor.

— ¿Cuales de todas? — Cuestionó, cayéndosele el amarre en su cabello, volviendo a acomodarlo.

—Las que cuando te traduje me prohibiste terminantemente hacer cualquier cosa con ellas— Respondí, recordándolo inmediatamente.

—Supongo que ya no queda nada por hacer, subelas, Jihyo y tú las necesitan— Me señaló vagamente con su cuchara.

— ¿Apoyas que vuelva a estar con ella? — Pregunté algo confuso. —Nunca estuvieron juntos en primer lugar— Me corrigió tajante.

—Ella es como el oro para nosotros, no debería bajo ningún motivo tener una mala reacción, pero aun así nuestros cuerpos repelen hasta el mismisimo oro— Suspiró, recordando mucho más ella que yo aquello del oro.

—Creo que te lo he dicho muchas veces— Empezó a rascarse detrás del cuello. —Preferiría mil veces que salgas con alguien más, o tengas una época loca, en casa y más pequeño solías mostrarme muchas coreanas con las que querías salir— Parecía decepcionada, incluso yo lo estaba de la situación.

—Las cosas cambian— Miré mi comida. — ¿Quieres repetir todo otra vez? — Cuestionó.

—Si me dieran la opción, reviviría todo de la misma manera hasta este momento— Respondí, desconcertandola. — ¿Éstas seguro de eso? — Me miró raro. — ¿No es de estos momentos que te pones tan raro que dices cosas sin sentido? — Añadió.

Negué yo. —Estoy en mis cabales— Reflexioné. —Tengo miedo de que si cambie algo antes, no llegase a este punto— Revelé.

—No estas muy bien últimamente— Mi hermana adoptó una pose más cómoda para conversar.

—De hecho últimamente estoy mejor— Toda mi vida empezó a darme círculos.

—Por Jihyo ahora somos tan cercanos, ni el caos más caótico de la existencia nos tendría así de unidos— Señalé. —Ya no me siento tan solo, al principio era escándalo tras escándalo, cuando regresaba a casa pasaba de tener a todo el mundo como primera plana a no existir— Le copié su posición.

—A decir verdad, después de un tiempo, antes de que vinieras a grabar con la chica que se le parece, la veia algo decaída e incluso arrepentida cada que venía— Reveló.

—Supuse que lo mejor era no decírtelo, estabas muy mal como para decirte algo que quizá no era por ti— Aclaró.

— ¿No te dijo el porqué tan bruscamente? — Preguntó finalizando de hablar. Negué. —A duras penas escogió dos de las seis canciones que nos pidieron— Tomé un poco de jugo de fresas.

—Pospusimos seguir mañana, casi en ningún momento dejó de llorar, no tenemos ni siquiera letras de las canciones, supongo que en algún momento me lo dirá— Me rasqué un poco el cabello.

—No sabría ni pensar en cómo se enteró de tantas cosas, no hay una sola persona que supiera de todo a la vez, solo yo, y porque las viví— Subí un pie a la silla, poniéndome más cómodo.

—De hecho— Mire fijamente a mi hermana. —Ni siquiera tu sabes del todo algunas cosas que ella si— Me sorprendí aún más. Empecé a darle un par de vueltas.

—Imposible, no creo que siquiera se conozcan mucho— Solté, llamando la atención de mi hermana. — ¿Quienes? — Cuestionó casi comiendo la cucharada que tenia casi en la boca.

—Rosé y Jihyo, cuando hicimos la canción para ti le conté mucho de como estaba con ella— Finalmente revelé.


Aureum - Jihyo & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora