—Y bien, ¿De qué quieres hablar? — Fué al grano mi hermana. —Nunca me invitas a nada, no me ibas a traer al sitio más caro de Seúl solo para comer y vernos las caras— Dicho aquello, empezó a comer.—No se qué siento— Dije para solo tomar un poco de agua. —Te gusta Jihyo— Me señaló con una tenedor mientras tenía la boca medio llena.
Negué. Haciendo que parara medio segundo, luego continuando con su acción, pero más viéndome a mi.
—Te lo resumiré, Jihyo ayer prácticamente se arrodilló pidiéndome perdón— Se atragantó, tomando mucha agua después, pasándolo con algo de aquel vino tan caro que nos recomendaron.
— ¡¿Se te arrodilló literalmente?! — Cuestionó. negué con las manos. —Era figurativo, pero de pedírselo, muy probablemente lo hubiera hecho— Le aclaré.
— ¡¿Por qué me lo dices ahora?! — Llegó a casi el punto de gritar.
Le indiqué bajar la voz, no eramos muchos allí, pero también se pagaba por la tranquilidad.
—Quería pensar un poco por mi mismo, llevo mucho sin tomar decisiones por mi mismo— Expliqué. —Además... — Miré al vino, dándole un sorbo, notando el dulce y agrio sabor de este.
—No sentí nada— Dije después de quitar la cara de la amargura. —Ella estaba allí, demostrando cosas, yo no podía ni odiarla ni reconfortarla— Poco a poco fuí llevando mi vista a mi hermana.
—Desde fuera y hasta hace muy poco podría garantizar que te sigue gustando Jihyo, es medio obvio siempre y cuando alguien te conozca lo suficiente— Después de tomar otro sorbo y comer Respondió.
—Para ella no es así, cuando la escuché hasta yo dude de sí realmente no la odiaba— Empecé a comer también.
—Dijo que realmente la odiaba, que pese a que era muy apegado a las nueve, después de lo de ella corté lazos con ellas, tiene razón— Dije lo que finalmente más me había carcomido.
—Cortaste relación con todos y todo menos yo— Me corrigió. —Creo que te confundes únicamente porque cuando cortaste las cosas con Haewon lo llevaste mucho mejor— Estaba muy seria pensando y hablando al mismo tiempo.
—Siempre fuiste de cerrarte, me sorprende que aún no hayas cambiado eso— Se llevó otra cucharada a la boca.
Simplemente estaba comiendo y procesando lo que estaba diciendo.
— ¿Acaso dejaste de escuchar sus canciones? — Preguntó señalandome con un tenedor. —En tu mente no las relacionas a las otras ocho como malas personas, no las evitas, simplemente no sientes la necesidad de estar empapado de ellas— Sonaba más como regaño aquello.
—Supongo que no puedes odiar a Jihyo ni aunque quieras, tampoco puedes amar a Boyoung ni aunque quieras— Clavó dos veces la flecha en el blanco.
—Si no pudiste sentir nada en el momento que se estaba disculpando habrá sido por el shock, no tienes que reaccionar a absolutamente todos, no eres el protagonista mágico de una historia, eres un humano— Sentenció.
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Aureum - Jihyo & Tú.
FanfictionNo todo lo que brilla siempre es oro... aveces suele ser incluso mejor.