𝐑𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | "Un mundo sin reglas que amo, en el que quiero y necesito permanecer".
Una extraña bebida adictiva, personas que bailan como marionetas controladas por un mismo ser. Un submundo sin normas, una casa de origen desconocido y una sa...
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23 de Junio de 2022
Un interrogatorio maternal era pan comido para alguien que, antes de que sus vecinos robaran toda su atención, solía escaparse a lugares paranormales, sintiendo que se arriesgaba. Pero para mí la adrenalina siempre había sido un factor importante, que más que asustarme me impulsaba a hacer más.
Estaba tan acostumbrada a las preguntas de mamá que su mirada penetrante sobre la mía no me intimidaba. Su expresión seria duraría poco, lo sabía, aunque tenía que admitir que se hacía pesado. Quería irme, quería ir a la mansión de los chicos. Ellos también estaban mintiendo. Ocultando cosas que iba a descubrir por mí misma.
Sentadas ambas en mi cama de sábanas oscuras, en mi cuarto, mi madre me observaba. Tuve bastante suerte por que la tarde anterior decidiera dejarme descansar, pero ahora iba a afronta las preguntas que tenía.
—Aerum —me llamó—, ¿desde cuándo pasas tiempo con los vecinos? —Desde un día después de que vinieran.
No me importaba ser sincera. La verdad tenía que salir a la luz tarde o temprano. Lo que no soportaba era lo que venía a continuación: mamá sonrió burlona. Estaba tratando de aguantar la risa que llevaba retenida tanto tiempo y ahora amenazaba con salir.
—¿Qué relación tienes con Sunghoon? —Es mi amigo.
"Los amigos no mantienen relaciones", me dijo mi cerebro. A veces deseaba poder apagarlo, porque tenía razón. En el caso de Heeseung sí era así, pero bien sabía yo misma que Sunghoon no era un simple amigo. Era algo más. Una persona que me provocaba sensaciones extrañas que no quería descubrir y no sabía por qué. Había estado intentando ignorar todo eso, pero cada vez era más complicado. Y más todavía si mi madre desataba su incontrolable risa tras escuchar la palabra "amigo".
—Tu amigo es Minhee, Aerum, no me jodas —dijo en medio de sus respiraciones entrecortadas. Se estaba riendo tanto que casi parecía que se le dificultaba tomar bocanadas de aire—. Es que... es tan gracioso.
