| Capítulo 30 parte 2 |

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Sin saber quién era ese chico ni qué relación tenía con Heeseung, me mantuve en la habitación de Sunghoon durante una hora más, pero al parecer aún no había pasado el tiempo suficiente para que ambos hablaran, y al no estar correctamente posiciona...

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Sin saber quién era ese chico ni qué relación tenía con Heeseung, me mantuve en la habitación de Sunghoon durante una hora más, pero al parecer aún no había pasado el tiempo suficiente para que ambos hablaran, y al no estar correctamente posicionada en el espacio tiempo de la guerra, no tenía ni idea de cuántos años perdieron sin estar juntos.

Había pensado mucho, y lo seguía haciendo. Por ejemplo, me preguntaba qué estarían haciendo Sullyoon y Minhee en esos momentos, por lo que les escribí y acordé con ellos que nos veríamos al día siguiente.
Continué pensando, esta vez, en lo que me rodeaba, en dónde estaba, todo lo que estaba ocurriendo y lo que quedaba por ocurrir.

—¿Estás bien? —preguntó Sunoo al verme en aquel estado de distorsión, salí de mis pensamientos y asentí para así percatarme de que estaba acariciando uno de mis pechos.
—Solo estaba pensando. —miré al otro lado, ahí estaba Sunghoon mirándome acostado junto a mí, arqueó una ceja—. En todo eso de la transformación y...
—No me digas que has cambiado de opinión —interrumpió—. Aerum, mira...
—No —intervine antes de que continuara—. Todo lo contrario, Sunghoon, quiero transformarme cuanto antes, porque me he dado cuenta de que este es un mundo sin reglas que amo, en el que quiero y necesito permanecer.

...

—El lunes, ¿entonces? —se aseguró Sunoo, asentí.

Los nervios a flor de piel, la respiración acelerada. Eso sentía al saber que pronto ocurriría mi transformación. Caminábamos, además, hacia mi casa, mientras esperábamos a que Heeseung y el tal Ni-ki terminaran su momento íntimo para así explicarnos a todos quién era él. Sunghoon lo sabía, al parecer muy bien, pero nos explicó a Sunoo y a mí que prefería que fuera Heeseung quien diera a conocer la identidad del japonés, porque eso es todo lo que nos dijo, su nombre real: Nishimura Riki.

Otra decisión que había tomado era que le preguntaría a mi madre si podía vivir con ellos incluso antes de que Heeseung cambiara con totalidad su forma de pensar haciendo que supiera con anterioridad de mi relación con Sunoo y Sunghoon, y le introduciría recuerdos de cosas que nunca llegaron a pasar, como por ejemplo, de mí contándole sobre la especie real de los chicos.

—Estoy ansiosa. —noté un nudo en la garganta al pararme en la puerta de casa. Sunghoon me abrazó por la cintura, Sunoo me dio un beso en la mejilla tomando mi brazo—. Es mejor no entrar así.
—Claro. —se separaron al mismo tiempo, Sunghoon continuó—: solo seremos un apoyo.

Suspiré hondo antes de tocar al timbre. Si había una razón por la cual hacía aquello era porque odiaba mentirle a mamá, a Seongmin y a quienes me rodeaban, incluyendo a mis amigos a los que vería al día siguiente, tal vez para contarles sobre mi mudanza sin remordimiento, en caso de que todo saliera bien, mamá aceptara y no tuviera que modificar su mente.

Ella abrió con un moño despreocupado y en pijama, un conjunto normal para alguien que estaba en casa de noche. Me sonrió, pero se alarmó en cuanto se fijó en cada uno de los chicos que estaban a mis lados.

—¡Un segundo! —cerró, Sunoo rio y lo regañé con la mirada.
—¿Qué le voy a decir? —pregunté nerviosa.
—Déjame a mí hablar sobre el trabajo.
—Eso sería mentirle.
—Aerum, Heeseung no está disponible ahora mismo y si les decimos que ninguno tiene trabajo no te va a dejar ni por asomo, al igual que si le dices que no planeas buscar un trabajo. Solo haz como si te fueras a independizar de la manera humana, de todas formas manipularemos su mente.

Quería ser más sincera con la cosa más sencilla de comunicarle: mi mudanza, pero incluso eso era complicado. Tenía que continuar ocultando detalles, mintiendo.
Afortunadamente todo pasaría.
Me hice a mí misma entender que no podía ocurrir de otra forma, accediendo.
Asentí con la cabeza ante las palabras de Sunghoon. Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando mamá abrió la puerta otra vez, en esta ocasión con un recogido más formal, una camiseta y unos vaqueros.

—Bienvenidos. —sonrió, haciéndose a un lado para dejarnos pasar. Ambos hicieron una reverencia exagerada y noté un nerviosismo repentino en sus rostros cuando se adentraron por delante de mí, aquello se me hizo tierno.
Tenían un poder inimaginable, pero seguían poniéndose nerviosos solo por ver a su suegra, aunque ella no supiera que lo era.

Pasé tras ellos, mamá apoyó su mano en mi hombro.
—¿Cómo no me has dicho que venían? El rubio es Sunoo, ¿no?

Asentí frenéticamente, estaba apurada, tratando de relajarme en vano.
—Es que ha... ha sido de imprevisto. En realidad, tengo que preguntarte... decirte algo.

Mamá se impresionó al escuchar aquello, conociéndola, pude imaginar que por su mente maternal estarían pasando miles de posibilidades, la mayoría malas o sobre cosas que me meterían en líos. Así era ella, esperaba lo peor.

—¿Qué has hecho?
—Nada —dije—. Es que, verás... quiero hacer algo.

Miró a los dos chicos detrás mía alzando una ceja, luego a mí de nuevo. Entendí ese gesto como una pregunta indirecta de por qué estaban ellos allí o qué tenían que ver con lo que fuera a decirle.

—Mamá, quiero independizarme —solté mirándola directamente a los ojos. De un momento a otro me decidí por una actitud y postura firmes para sonar convincente, y creo que funcionó, porque tan pronto como lo dije sonrió ampliamente, pero luego pareció aterrorizada—. Y quiero hacerlo con ellos, es decir; irme a su casa.
—Prometemos que estará bien con todos nosotros, con los siete, y por si se lo pregunta, ya hay algunos que trabajamos y el resto van a buscar trabajo. —miré al que acababa de hablar, Sunoo. Estaba recto, tanto que parecía una estatua porque aparentaba estar asustado hasta por respirar. Completamente quieto, tenía sus dos manos juntas, apretándolas con fuerza y, si no hubiera sido porque era un vampiro, estaría sudando en cantidades desmesuradas. Lo sabía.

En otra postura formal estaba Sunghoon, que no sonreía como el rubio, al contrario, su mirada reflejaba miedo por la respuesta de mi madre.
Y más aún cuando esta rio escandalosamente.
Debí haberlo imaginado.

—Vale, pero, ¿Aerum? Tú no trabajas.
—Voy a buscar un trabajo, mamá, por favor... quiero independizarme ahora que entro a la universidad y estaré con otros estudiantes y eso.

Ella suspiró asintiendo, lo comprendió y no podía ni creérmelo.

—Solo tengo dos preguntas —continuó—. ¿Cómo que siete?
—Ha venido el hermano pequeño de uno de nosotros, de Heeseung, el mayor —contestó Sunghoon, acto seguido tragó saliva.

"Su hermano".

—¿Y cuál es la otra pregunta? —interrogué, necesitaba acabar con aquello rápidamente, especialmente porque ahora sentía mucha más curiosidad por Heeseung y ansias por conocer la historia de él y su hermano.
—Es más bien una condición... una duda... las dos cosas. Quiero saber qué pasará con las fiestas que hacéis. Yo entiendo que sois estudiantes y no os culpo —señaló a ambos de los chicos—, no os lo toméis a mal, pero no es el ambiente más adecuado para un universitario. Para mi hija no.

Eso era lo de menos porque ellos no irían a la universidad, y aunque era verdad, por mí las fiestas iban a poder acabar por fin, lo cual imaginaba que también era un alivio para Heeseung.
Él no salía de mi cabeza.

—Prometemos dejar de hacerlas, nos concentraremos en la universidad los que tenemos que ir este año —prometió Sunghoon, poniendo todo su empeño en convencerla de la forma que yo quería, incluso si no era necesario del todo porque en otro momento Heeseung podría actuar. Apreciaba ese acto, igual que aprecié el guiño que me regaló una vez mi madre asintió en señal de aprobación.
Lo hacían por mí, para que me sintiera un poco más tranquila ante la idea de manipular los pensamientos y recuerdos de mi madre, aunque les pareciera estúpido, que era lo que creía que les parecía.

—Sois chicos responsables —admitió mi madre—. Está bien, pero ven a visitarme.
—Todos los días. Después de todo seremos vecinas. —sonreí.

...

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