𝐑𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | "Un mundo sin reglas que amo, en el que quiero y necesito permanecer".
Una extraña bebida adictiva, personas que bailan como marionetas controladas por un mismo ser. Un submundo sin normas, una casa de origen desconocido y una sa...
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Contenido sexualmente muy explícito. Ahorrar comentarios ofensivos, pues serán eliminados. Este capítulo contiene +18 muy detallado, pero también contiene información importante. No recomiendo saltarlo.
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5 de Julio de 2022
Me deslicé entre la multitud de gente en el salón principal de la mansión, con mi segunda copa de ponche en la mano. Tras lo último que me pasó, me prometí que bebería con moderación, por si fue culpa del alcohol, así que empecé bebiendo el ponche normal. Su sabor peculiar cada día me gustaba más y se hacía más dulce al parecer de mi paladar, hasta el punto de ser adictivo, como cada noche en la que no dejaba de probarlo una y otra vez.
Fui hasta las escaleras para subir, ya que ninguno de los chicos estaba abajo, a excepción de Jay, pero por supuesto que con él no iba a hablar. Los días en clase a su lado se estaban haciendo eternos teniendo en cuenta que ahora molestaba todavía más, a propósito.
Me preguntaba qué estarían haciendo todos arriba. Heeseung ya me había contado que no le gustaban las fiestas, lo cual era completamente respetable, y no me metería, pero no lograba comprender por qué el resto de ellos no había bajado.
Subí haciendo mis tacones anchos sonar en el mármol blanquecino de las escaleras, empezando a escuchar menos la música y más sus voces cuando me adentraba en los pasillos. Estaban los cinco en la misma sala de siempre, donde comencé a encontrarme con todos cuando me integré en su pequeño grupo la primera vez que subí.
Los escuchaba hablar. La puerta estaba cerrada como casi nunca solía estarlo. Me pegué un poco sin llegar a tocarla, no queriendo llamar la atención. Pero como buena entrometida que era, necesitaba escucharlos. Aquel era un comportamiento extraño de su parte.
-¿Y cuando pensamos decírselo? -aquella era la voz consternada de Sunghoon-. Yo voto por hacerlo pronto. Tal vez mañana... no sé. -Sunghoon, eres el líder. No votes, ordena, porque yo no tengo ni idea. -ese era Heeseung, que terminó su pequeño discurso con una risita.
"Líder". -Aerum merece saber esto ya. -Y aquel era Sunoo, diciendo suficiente como para que yo abriera los ojos de par en par. Y la puerta. -¿Saber el qué? -pregunté fingiendo inocencia mientras entraba y me apoyaba en el marco de la puerta, vacilante.
