| Capítulo 21 |

1.6K 192 12
                                    

Correr era la única opción que se vino a mi mente en ese instante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Correr era la única opción que se vino a mi mente en ese instante. Emití un grito de horror y Sunoo se alarmó, pero eso no quitó el color rojo sangre que cada vez se hacía más y más brillante en sus ojos. Sus pupilas se dilataron y su única reacción fue agarrarme por las muñecas y ponerse encima mía para evitar que escapara.

Seguí forcejeando, eso hizo que Sunghoon abriera los ojos por fin y viera a Sunoo de la misma forma que lo estaba viendo yo.
Pero no se alarmó, y eso solo causó que yo me asustara más. Estaba aterrorizada ante lo que veía...

—¡Maldita sea, déjame salir! —chillé a Sunoo. No entendía qué fenómeno estaba ocurriendo en sus ojos. Por un momento quise creer que eran lentillas, pero eran la visión más real que jamás tuve. Y además, eran hipnotizantes y su brillo cegador era cada vez mayor.

Sunghoon lo apartó de encima mía y quise abrazarme a él por miedo, pero cuando lo miré me levanté corriendo de la cama y fui hasta la puerta. Entonces recordé que la habían cerrado con llave antes de lo que pasó para que nadie nos interrumpiera. Sunghoon tenía los ojos exactamente iguales a los de Sunoo, y la única diferencia es que él también parecía asustado, pero no de la misma forma que yo.
Yo creía estar viviendo una pesadilla repentina. Me pellizqué muchas veces el brazo, innumerables, y aún así seguía despierta y sintiendo que todo lo que estaba pasando era muy real y a la vez completamente irreal. Sunghoon tenía los ojos, aparte de rojos, abiertos como platos. Su rostro aterrorizado no lo estaba por lo mismo que el mío.
Tenía miedo de mi reacción.

No podía ni pensar en lo que estaba pasando. Lo único que llevaba puesto era el vestido corto e incómodo, que desde luego no era el idóneo para escapar de ahí. Intentaba abrir la puerta pegándole patadas y girando el pomo mientras que ellos miraban anonadados desde la cama.

Entonces los miré yo, suplicante.
Pero solo conseguía asustarme más a medida que posaba mis ojos sobre los suyos y me cegaba y mareaba. Ahora veía los colmillos de Sunoo sobresalir de su labio superior, apenas un poco, pero eso antes no sucedía, y no era para nada lo normal en un... ser humano.

No sabía ni por qué, pero empecé a sollozar. Aquello no era normal y no era capaz de entender cómo había acabado ahí ni qué les estaba pasando a los chicos. Seguía queriendo creer que todo era una pesadilla de la que iba a despertar, pero las cosas empezaron a cuadrar cuando mi mente me abrió a la posibilidad de que fueran vampiros.
Nunca los veía al sol, y si lo estaban, corrían por su vida. Ahora eso tenía sentido. Normalmente estaban bajo un techo, en espacios cerrados, solo salían libremente de noche y se pasaban los días en el instituto bajo la sombra o dentro de la clase. Por las tardes, encerrado en aquella mansión que ahora entendía cómo la habían reformado tan rápido.

No me sentía insegura porque, incluso si estaba viviendo algo irreal, seguían siendo Sunoo y Sunghoon. Mi corazón me impedía creer que me iban a hacer daño, y más todavía cuando me miraban expectantes desde la cama y estaban temblando ansiosos tanto como yo, pero seguía necesitando irme de allí.

𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | ENHYPEN ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora