3. Три.

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Al día siguiente... él se despertó muy tarde.
Casi a las 1 pm.

En cambio yo, estuve en la sala viendo la tv desde la mañana.
No habían muchas cosas para comer así que preparé tostadas con queso como todos los días.

Para ser un pequeño apartamento, al menos había televisión.

Después que se despertó, actuó normal y se fue todo el día. Solo dijo que me hiciera de comer con lo que había ahí...
Nada más hay sopa instantánea, pensé.
Me quedé en blanco, no entiendo a Alexey.


Estuve todo el día recordando lo de anoche.
Quería preguntarle cuando iba a "trabajar" pero no veía una apertura para hablar con él.
Siempre tiene cara de asesino y todo el tiempo está ocupado en el celular.
Su personalidad me da miedo.

Solo se ríe cuando está drogado o con sus amigos bebiendo.

Alexey es un hombre alto, atlético, de pelo castaño claro, pero se rapa muy bajito.
Tiene ojos oscuros... a diferencia de mi que soy muy rubio y tengo los ojos azules.
No parecemos hermanos, quizás porque somos hijos de hombres diferentes.


Cuando regresó en la noche, vino con la misma historia.

Esta vez no era tan tarde y no estaba ebrio... dijo que necesitaba que lo estimulara para poder dormir.

- Seth... ven aquí, acuéstate conmigo. -

De nuevo tenía esa voz suave, relajada y pervertida. Subí de mala gana a la cama.
Me senté en el borde con la cabeza baja, esperando que me dijera qué quería.

- Ven... como ayer, sácalo. -

Me acerqué a él.
Desabotone sus pantalones y libere su erección.

- Ayer estuvo muy seco... hoy será mejor. -

Saqué su pene de la ropa.
Estaba muy duro.

- Humedécete los labios y métetelo en la boca y juega con el. -

Lo miré con recelo.

- ¿Tengo que hacerlo? -

- Si! - dijo molesto.

- Pero... ¿porqué tengo que hacer esto?-
Me atreví a preguntar con pena.

Me gritó que me callara y obedeciera.

Él me da miedo y no me gusta la confrontación.

Me acerqué aún más y me incliné a su entrepierna y como pidió, me pase la legua en los labios y cerré los ojos para meterlo en mi boca.

-mmmhhh, niño, ahora chúpalo y absórbelo sin los dientes. - expresó gimiendo de dolor por la
molestia que el roce de mis dientes le dieron.

Apreté los ojos y sentí náuseas, aún así continúe con su pene en la boca.
Que asco...
No quiero hacer esto...
Me detuve porque tuve una arcada.

Él se lo agarró y dijo entre dientes:
-No te voy a dejar dormir hasta que me hagas acabar. -

Se me salieron las lágrimas, pero seguí haciéndolo.

- ¡Chúpalo bien Seth! -
Alzó la voz

No quería demorar así que le chupe la polla como él pidió y con más rapidez para hacerlo sentir bien.
Empezó a soltar gemidos de placer.
Sus manos sostuvieron mi cabeza para hundirme más su polla y me pidió que me lo metiera aún más. ¿A dónde más? Ya no me cabe.

Lo sentía en la garganta y era una tortura.
Tuve una arcada y me detuve pero enseguida él empujó mi cabeza para abajo y continué con el horrible oral.

- tienes que absorberlo con delicadeza. Lo chupas y luego lo absorbes sin meter dientes. -

Las lágrimas no paraban de salir por las ganas de vomitar. Que un pene te toqué los más hondo de tu garganta es desagradable.

No debo ver a Alexey como mi hermano nunca más. Lo detesto.

Le seguí absorbiendo por un rato, hasta que se vino.
De nuevo me pidió que no dejara derramar nada y que me lo tragara para no ensuciar la cama.
Me la tragué...
Que asco...


¿Ensuciar la cama?
Esta cama él se la presta a sus amigos mariguaneros para que se acuesten; y no le importa dejar esas sábanas sudadas de sexo.

Valerian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora