16. Шестнадцать.

1K 62 2
                                    

Viéndolo bien, Scott podría estar entre los 30 o 35 años como mucho. Parece de 27 pero me hace dudar porque se nota que es muy maduro y ha vivido la vida. 
Es muy seguro de si mismo y tiene una actitud imponente mezclada con arrogancia, es un hombre de gran contextura que derrocha juventud y virilidad; Sonríe bastante, y tiene una mirada penetrante, de esas que no puedes mantener porque da la sensación que te mira el alma y te juzga... pero no de mala manera, sino, de esas miradas que parece que te leen la mente.

De un momento a otro, se levantó, quedando de pie frente a mi, me tomó por las caderas, me jaló con ímpetu hasta su cintura. Su semblante amable cambió a uno despiadado.
Lo miré fijamente a los ojos como si estuviera en trance por su tonalidad gris azulada.
separó mis piernas y me agarró detrás de las rodillas.

Me sostuve de la camilla, para aferrarme a algo, por Dios... me voy a volver loco por él. Estoy tan excitado y nervioso que podría yo mismo pedirle que entre en mi.
Pero ni siquiera sé decir eso.
Ahora su mirada parecía de un depredador pero seductor.
Yo soy su presa, soy la carne que quiere devorarse, y quiero dárselo.

Había algo en él que me decía que quería meterme el pene sin ponerse protección.

Me soltó una pierna y la subió a su hombro. Él tuvo que inclinarse por lo alto que está.
Alcanzó fácilmente del mueble, un preservativo de la canasta.
Lo abrió con los dientes sin dejar de mirarme y yo estaba tan hipnotizado que no podía quitarle los ojos porque su mirada es de deseo incontrolable; cuando él llegó tenía ojos amables y al mismo tiempo orgulloso, ahora cambiaron a que solamente mostraba hambre por mi.

Se lo puso muy fácilmente y rápido.
Agarró el lubricante más cercano a su mano y lo vertió en mi entrada más secreta, como si quisiera gastarse el frasco entero.
Estaba algo frío así que, reaccione al cambio de temperatura, parpadeé muy seguido, él sonrió.

Va entrar en mi...

Agarró el exceso del gel lubricante de mis partes  y se la pasó en la polla.
Luego esparció el resto del gel en mi pene... abrí la boca no solo por asombro sino también para respirar, mi nerviosismo se transformó rápidamente en morbo.
Tengo una urgencia sexual de ser tomado por él.
Mi erección delató lo caliente que estoy.
Sus dedos rozaron mi testículos y luego los pasó por mi abertura más baja.

Creo que aquí viene...

Sentí la cabeza de su miembro tocar el apretado aro... él estaba mirando nuestro sexo y yo lo miraba a él. fue empujándolo suavemente hasta que su glande entró. Mmmmhh.
Gemí, él enseguida preguntó si estoy bien.
¡entendí eso de nuevo!
Asentí.
¿Él está preocupado por mi?
¿Le importa?
Bajó mi pierna a la posición inicial, apretó mis muslos y deslizó su gruesa polla en mi cuerpo.

Nos volvimos uno.
Llegó hasta al fondo...
Se quedó así y respiró profundo, cerró los ojos y exhaló... él es todo un degenerado, pensé.
Quiero que me de duro.
Quizás soy como él.
¿Me gusta duro?
O es porque tengo algo de aguante por el sedante y estoy tan atraído a él que me he dilato lo suficiente como para aguantar una brusca sacudida.
No sé, pero lo quiero.

Quizás él se dio cuenta que me gusta y se intensificaron sus ganas de darme como quiero porque de un momento a otro empezó a meterlo y a sacarlo rápido sin parar.
Dios mío, es tan placentero que quizás no lo aguante... voy a terminar viniéndome rápido.

Apreté los ojos y jadee en respuesta a las embestidas que me daba.
Su pene es tan jugoso que no quiero que pare.
Tengo que aguantar estas ansias de estallar.
Sus caderas se movían en un vaivén poderoso, es tan vulgar, es tan sucio, tan intimidante... es poderoso, fuerte y quiero decir su nombre y besarle los labios mientras me coge.
Estoy vuelto un desastre mentalmente, sus músculos de los brazos se tensan mientras me agarra los muslos.
Su abdomen marcado y desnudo, pegado a mi lo hace más sensual.
¿Cómo alguien puede ser tan atractivo?
Él no dejaba de mirar cómo su duro falo agujereaba mi parte mas privada.

¿Cuánto más puedo durar?
Ya no lo aguanto... me voy a venir...

Dije entre cortado que me iba a venir, obviamente él no entiende ruso pero comprendió (creo yo) quizás por sentido común y que es algo universal estar a punto de venirse.
Scott soltó uno de mis muslos para agarrar mi miembro y masturbarme.
El placer que sentí fue indescriptible.
Estallé acompañado de gemidos atragantados.
Si no fuera porque él tapo mi boca con la otra mano, hubiera hecho un concierto de gemidos agitados.
Creo que saque toda mi juventud en esa eyaculación.
Cerré los ojos y respiré un poco más calmado para regresar a la normalidad.

Él continuó dándome, pero esta vez un poco más suave. Creo que hasta él estaba por venirse, sentía las palpitaciones de su polla en mi interior.

Se inclinó hacia adelante y abrí los ojos, de un momento a otro, sin aviso me tomó por el rostro y me beso en los labios.

Quedé en blanco.

Respondí su beso, también con desesperación;
Esto era algo que quería y pensé que no tendría.
Lo abracé y pegué mi cuerpo al suyo... ambos estábamos tan sudados y calientes que esas cosas no importaban... hasta alguien tan educado como él puede perder la cabeza en el sexo.
Creo que hundí mis dedos en su piel.
Suerte tengo las uñas muy cortas... sé que no lo marqué.

Me besaba al mismo tiempo que se venía.
Su jadeos no eran fuertes.

Se apartó de mi y enseguida me di cuenta que el beso fue por puro impulso.

Sacó su miembro de mi y echó el preservativo en el pequeño cesto de basura.
Luego pasó su mano en mi frente para quitar el sudor, luego removió mechones de mi cabello que se habían pegado en mis mejillas
Me acomodé en la camilla con la cabeza baja. Estaba algo apenado. Quizás incómodo...

Ya se acabó...
fue extraño que de un momento a otro me sentía mal, no por el sexo, sino porque se va a ir, y yo quedaré aquí para seguir con la desagradable faena.

Él se subió los pantalones, fue al baño y se quedó un rato ahí, cuando regresó; me mostró su celular con la frase de: "te quiero ver de nuevo"

Sentí mariposas en el estómago, nunca había tenido esta sensación tan seguido.
Sonreí... espero no haberme sonrojado.
Acaricio mi cabello acomodándolo detrás de mi oreja, y logré ver algo de melancolía en sus ojos.
Le sonreí apretando los labios porque, también como él, sentí algo de tristeza porque se iría y había acabado.

No puedo negarlo... Scott me gusta.
Scott... me gusta demasiado.

No sé cuando lo volveré a ver; lo único que sé... es que no lo voy a olvidar nunca.
Sería algo así como un secreto... que me guste un hombre que me duplica en edad, y que todo fue meramente sexual; quizás lo que lo hace más memorable es su mirada.
Hay algo raro como cuando alguien te conoce... me da la sensación de que él actúa conteniéndose.
No sé cómo leer ese tipo de comportamiento.

Todavía no puedo creer que nos besamos así tan deseosos.





Después que él se fue; vino el mismo gordo que me había roto la cabeza y pues al parecer ahora yo le gusto; y él me da asco. Hasta su forma de cogerme es vulgar...

Valerian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora