10. Десять.

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Un viernes en la noche, tuve que ir al spa.

Mientras esperaba a ser ingresado al cuarto de masajes. Oí una conversación de Sonya con el enfermero.

Ella le decía que a mi me estaban dando los peores clientes.
Porque soy nuevo y aún no tengo una clientela exclusiva así que me dan lo que sea.

Parece que estos hombres vienen por
niños/niñas de su preferencia.
Tipo que si les gustó un chico, hacen reserva por aquel.

Que desagradable.

Entre los clientes que tuve ese día; hubo uno que sacó cita conmigo.
Supongo que eso significa que tengo mi primer cliente.

Fue el primero en la reserva.

Era el bajito, de la pija pequeña.
Esta vez me cogió tan vulgar. En esta ocasión le preste más atención a las cosas del spa. Vi que habían lubricantes de varios tipos. No sé la diferencia entre ellos...
En la tv del cuarto habían canales de pornografía, ya puestos... había una canasta felpada a un lado de la cama con diferentes tipos de preservativos y tamaños, con sabores y colores.
Esos estaban ahí, por si el cliente olvidaba los suyos.
Al menos tengo la certeza que ellos siempre usarán preservativos, porque aunque sean unos degenerados, depredadores y pedofilos; ellos tienen una vida normal y están casados.
La mayoría tienen la sortija.

Continuando con "mi cliente"...
El hombre ese me puso de lado en la cama y a cada rato se le salía el pene, que asco.
Que martirio.
Lo metía tan rápido que parecía que se había comido un taladro.
Estaba hablando cosas... pero obvio, no tengo idea de lo que decía, estuvo apretándome de la cintura para sostenerme mientras la metía.
¿Porqué tienen que ser tan rudos?
Prácticamente estoy sin moverme como un cadaver. ¿Sera que tengo que hacer algo para que no me maltraten tanto?
Por ahora, hablar no puedo; algún día aprenderé inglés. Al menos ya sé algunas palabras nuevas.




Esta vez no fue tan traumático como la vez pasada; ya sé a qué abstenerme.
Yo estaba casi sin poder moverme, y de nuevo fueron varios hombres a los que ya ni recuerdo cuantos eran en total.
Traté lo más que pude en no mirarlos.
Concentré mis ojos en las paredes.

Fue estresante al final porque se formó un problema por mi culpa.
Realmente no fui el causante pero me culparon.
El último de los clientes, estuvo pegándome en el rostro y yo ni enterado, yo andaba drogado recibiendo los golpes y quizás eso lo hizo enfurecer al no reaccionar, quizás y le dio rabia.
¿Porqué estaba pegándome?
No sé.
Pero la agarró conmigo.

Creo que estaba tan sedado que lo sentí como una caricia.
El asunto fue que la situación escaló.
De un momento a otro, yo estaba en el suelo, los golpes empezaron a doler porque él estaba pateándome en las costillas.
Quizás la inyección ya estaba pasando y lloré por los golpes, ya se estaba oyendo afuera del cuarto de masajes.
El enfermero calvo de siempre, tocó la puerta y preguntó algo... el cliente lo ignoró y siguió desquitándose conmigo.

Parece que no solo se había acabado el tiempo del cliente. Sino que estaba maltratándome a un nivel sádico y los golpes se oían mezclados con mi llanto.

Fue un revulú... Justo en en ese momento, mi hermano había venido a recogerme y se dió cuenta de lo que estaba pasando.

Ya era tarde en la noche y solo quedaban 2 clientes.
Uno era el que me estaba maltratando y el otro cliente estaba en el lobby con Sonya, quizás estaba pagando algo.
Yo me di cuenta porque cuando el enfermero abrió la puerta pude ver el ángulo del lobby.

El calvo empujó al cliente de mi porque estaba dándome incesantes patadas.
Yo estaba en el suelo con una hemorragia nasal.
Mi estado mental era diferente a lo usual.
Por alguna razón no podía procesar que me estaban maltratando severamente.
No me sentía triste ni lleno de rabia.
Era como cuando sientes que te vas a morir y de repente te salvan justo a tiempo. Tenía un estado mental de supervivencia.

Alexey se metió al cuarto para recogerme del suelo. Fuimos juntos al baño para vestirme y salimos rápido. 
Mi hermano realmente se molestó.
El enfermero estaba calmando al cliente que aún andaba desnudo y con una erección.
Creo que le decía que se vistiera porque le estaba dando la ropa pero el hombre estaba enojado y quejándose gritando en italiano (creo)

Sonya fue hasta allá para calmar al cliente y Alexey y yo fuimos al lobby. Yo me senté en las sillas de espera, con una pequeña toalla en la nariz para retener el sangrado nasal.
Me duelen las costillas.
La cabeza me va a explotar.

El cliente que estaba en el lobby se notaba incómodo ante la situación.
Era un hombre alto, de un porte masculino impecable, pelo castaño oscuro, ojos grises azulados, se veía fornido.
Llevaba unos jeans, suéter blanco, tenía un reloj que se veía nuevo y caro, chaqueta de beis, gorra de los yankees y anteojos. No creo que pase de 35 años.

Quizás está disfrazado por estar en un local como este. ¿Un hombre tan atractivo como él, necesita este tipo de servicios?
El de la gorra andaba ya con una expresión de sin paciencia porque Sonya lo dejó en espera.
Se ve tan creído y tan cabreado al mismo tiempo qué hay algo atrayente en él.

Quedé embobado mirando al de la
Gorra. Parece alguien famoso.
Él solo me hechó un vistazo y quitó la cara.
Yo tenía el rostro tapado por la toalla así que no me vió bien o creo que le dió asco que la toalla estaba muy empapada de sangre.

Él se inclinó en el mostrador del lobby y suspiró porque ya estaba harto de esperar.
(Se quedó mirando su tarjeta de crédito)

En lo que Sonya regresó para atender al de la gorra, le pidió disculpas y le acercó el punto para cobrarle algo.

Pero Alexey interrumpió, y le habló grosero a Sonya diciéndole que quería hablar; ella lo cortó y le dijo que ya era tarde y que se fuera.

Mi hermano estaba tan encabronado y le gritó que no habían hecho un trato para que me destrozaran la cara, sin pagar extra.

Pensé que Alexey estaba preocupado por mi pero ya veo que, era solo porque quería más dinero por el daño que me causaron.

Mi hermano me jalo del brazo y se cayó la toalla al suelo; el hombre del counter se volteó a mirar a Alexey mientras el discutía en ruso.
Luego desvió su mirada a mi y creo que ese hombre vio un muerto.
Se quedó mirándome como si me conociera, frunció el ceño y me clavó los ojos, había sorpresa en su expresión.
Yo le devolví la mirada.
Fue extraño.
Me llamó la atención su cambio de humor cuando vio mi rostro descubierto.

Sus ojos dijeron mil palabras pero no podía descifrar si era algo bueno o malo, pero definitivamente le afectó verme.

Si alguien me hubiera dicho que el hombre de la gorra en el lobby se convertiría en el amor de mi vida y mi mayor perdición, no lo hubiera creído.
Primero porque no me gustan los hombres.
(O eso pensaba) él es un adulto y no me habría visualizado en una relación con un hombre que me lleva un buen par de años.
Segundo... porque quién se iba a imaginar que alguien como él se fijaría en mi.
Me refiero a que es alguien superior, y yo en cambio soy tan... mínimo.
Quizás estar de pareja con él se podría decir que es lo más tóxico y enfermizo que alguien podría vivir... aún con tantas cosas que pasamos juntos
No puedo estar sin él.
Es extraño que alguien asi tan hecho y derecho se haya obsesionado conmigo.

El enfermero sacó al cliente intenso que estuvo pegándome y todos miramos en dirección al pasillo porque su tono de voz sobresalía.
Ya iba vestido y seguía refunfuñando.

(Apenas se abrió el ascensor nos esfumamos)

El de la gorra se me quedó mirando intensamente hasta que se cerró el ascensor.





- Se cayó la toalla, en el lobby y aún estoy sangrando...-

Alexey se pasó la mano por la cara y restregó sus ojos.

- cállate Seth y ¡RESUELVE! Tápate con la manga de tu chaqueta. -

Él estaba furioso.

Valerian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora