55. Пятьдесят Пять.

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En el resto de la fiesta tuve relaciones con personas irrelevantes e inmemorables.
Me gané un premio por recibir buenos halagos de los organizadores.
No hubo quejas, al menos...

Pensé en ellos... Julian, y Gerard; me da rabia que sus ojos me persiguen y me hacen sentir culpable.
No es mi culpa.
Yo estaba forzado a estar con él.
Es como que me molesta saber que ese chico no podía rehusarse.
Parece cuando alguien cree que tiene libre albedrío pero en realidad no es así.
Tengo la impresión de que Gerard lo manipula.
Quizás estoy equivocado.
Puede hasta que tengan una relación de ese tipo y es normal para ellos.
Nunca lo sabré.
Pero es menor de edad, eso me hace pensar tan mal del Gerard que quisiera olvidar esa experiencia.

Aunque he estado en situaciones peores con niños pequeños, la mayoría no sabe lo que está pasando.

Pero este chico estaba muy perturbado.




~


De premio le pedí a Viktor unos lápices de colores para distraerme.
Esta vez no le di nada a Sofía porque por alguna razón extraña estamos lejanos.

Ella siempre llegaba triste y no quería hablar mucho... solo fingía una sonrisa y se acostaba a dormir.
Pensé que quizás ella, se aburrió de mí.
Pero luego me di cuenta que otra cosa le pasaba.

Ahora que pienso en Sofía ella estaba muy rara. Desde hace unas semanas estaba yendo con un solo cliente casi todos los días.
Era como que estaba exclusiva con alguien y su comportamiento raro no era solo conmigo, con Yulia también...

Ellas estaban que no se hablaban porque Yulia como suele ser metiche, quería saber quién era su nuevo cliente y Sofia solo comentó que no podía hablar de eso porque era alguien importante y famoso, un extranjero, político "pesado" de no sé dónde del oriente, y por eso NO tenía permitido hablar de eso...

Yulia se enfadó porque se supone que son mejores amigas y no es como que ella le va a contar a alguien.
Ellas se dicen casi "todo" y Sofía se enojo por la insistencia de ella y le gritó que la dejara en paz.

¡Yo vi todo! Pero me hice el distraído con mis nuevos lápices de colores. 
La verdad es que Sofía está muy extraña, ella suele hablarnos bien.
Nunca es grosera.

Creo que algo más grande está pasando.

Poco a poco cortaron los clientes de Sofía para terminarlos y que ella sea exclusiva del político.
Esto lo oí de Víctor con Sergetri.

Un día quise hablar con ella y me dijo toda reseca que no tenía ganas.
Yo no entiendo porque no puede hablar y decir QUÉ es.





Lo peor de la semana fue un día... aveces no sé ni qué día es.
Solo sé que era de noche y me llevaron a un lugar; Una especie de burdel de lujo privado escondido detrás de un bar a las afueras de Brooklyn.
(Un speakeasy)
Ese día me enteré lo que eran esos lugares.
Pero este era ilegal y exclusivo.

Cuando nos bajamos del carro, en vez de entrar normal en la entrada nos condujeron a los garajes del edificio.
Serge me dejó con un gorilon y enseguida se fue.

El bar es de alta sociedad pero el burdel secreto está a otro nivel.

El seguridad de ellos me dejó en una especie de cuarto con cambios de ropa.
Parecía un camerino, con espejos, accesorios, maquillajes y ropa colgada.
Había un hombre enorme sentado en una silla y estaba tomándose una bebida energética.

Él me miro rápido y retomo su atención a su móvil.
Se veía triste o quizás aburrido, no puedo leerlo.
Él tenía varias cicatrices en la cara.
Era algo de quizás, muchos años pero definitivamente arruinó su rostro.
Es un adulto joven.

Valerian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora