51. Пятьдесят Один.

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Estos hombres se turnaban para penetrarnos.
Nosotros no tuvimos un momento de descanso.

Nos acostaron a los tres boca abajo en la gran cama, uno al lado del otro, yo iba en el medio.
(Siempre hubo alguien violándonos)
En pocas palabras los niños somos los pasivos.

Pensé que sólo haríamos eso y ya.
Pero la noche se hizo larga.

Después de eso, solo una pareja se acostaba en la cama mientras el resto miraba.
Nos sentamos en los bordes de la cama a verlos coger hasta que fuera el turno de la siguiente pareja.
Nos hicieron beber vino tinto y creo que estuvimos demasiado tiempo en ese cuarto teniendo relaciones sexuales.
Nos prohibieron venirnos.
Yo estaba lejos de sentirme duro.
Más que nada tenía dolor por tantas veces que me lo hicieron.
De hecho perdí la cuenta.
Una pelirroja lloró porque le dolía así que mandaron a buscar lubricación.

Después que trajeron un frasco normal de lubricante fue más fácil aguantar las tandas de penetradas.

Hicieron una pausa para ir al baño y todos fuimos.

Los hombres que se iniciaron eran blancos muy pálidos.
El típico hombre americano de Wall Street.

Ya sé de esas cosas porque Sofía me explicó el estereotipo de Nueva York y sus hombres millonarios.
Los sacerdotes me parecían europeos, pero estos a diferencia de los iniciados se veían muy seguros de si mismos, porque los otros se veían un poco nerviosos y solo esperaban instrucciones de los líderes.

Yo como siempre estaba resignado, e igual que las niñas gemí pero de dolor.
Traté lo más que pude de simular placer.
(Creyeron mi actuación)

Para ellos eso era como oír la gloria.
No sé... igual nunca tuve una erección.
El sacerdote líder se enamoró de mi porque casi siempre quería estar conmigo y me sentaba en sus piernas, me abrazaba y me decía cosas al oído, en una dijo que soy la perfecta creación de "Lilim" también susurraba lo tanto que me deseaba para él solo.
En una ocasión dijo que no quería compartirme con nadie más.
De hecho no me dejó estar más con los iniciados; ese hombre se apoderó de mi.

Yo solo lo miraba, un poco confuso porque más que nada, yo trato de comprender el inglés y aveces se me viene a la mente las lecciones de Sofía y el libro de inglés.
Si veo los labios de los que hablan entonces trato de leerlos.
Quizás eso da una señal errónea de que quiero besarlos.
Pero no puedo evitar mirar así, porque de esa forma se me hace más fácil entender cómo modulan las palabras.

Después de tantas penetradas forzosas del sacerdote líder y esa mala sensación de terror que daba estar en este culto turbio, nos alinearon a mi y a las pelirrojas de rodillas para que los 5 hombres se masturbaran frente a nosotros y tirar su semen en nuestros rostros.
No fue que se vinieron al mismo tiempo.
Pero lo intentaron.

Nosotros 3 nos quedamos ahí quietos sentados en el suelo con el semen en la cara porque nos prohibieron limpiarnos; y todo porque querían tomarnos fotos así, junto con los iniciados.
Esto es tan perturbador...

Luego de eso, otros del culto que parecían ser empleados nos limpiaron, y por suerte tomamos un baño completo.
Fuimos "invitados" a la fiesta excepto que éramos los únicos que no usábamos antifaz y estábamos en ropa blanca, las niñas en batas largas, blancas manga largas hasta los tobillos y yo con una camisa también de manga larga y pantalón blanco. Teníamos zapatos básicos de meter el pie. Pero de color crema y calcetines también blancos.

Nosotros estábamos en el centro del comedor y a medida que se iban sentando los invitados, iban trayendo las carnes calientes en cortes.
Esto aun sigue...
En la mesa ya estaba servido todo aquello que era frío. Desde ensaladas, frutas, entradas... habían muchas cosas que no sabía que eran.
Habían varios tipos de ensaladas y hasta algunas eran mezclas con frutas.
Todo se veía delicioso.
Lo primero que pensé fue en devorarme el jamón de pierna que estaba justo en frente mío.
Lo segundo que pensé es que después de esto, Serge me hará vomitar el alma.
Creo que mejor no comeré... se me fue el apetito.

Yo seguía en el medio de las niñas, los sacerdotes frente a nosotros, y los nuevos iniciados a los lados de esos líderes.

Todos los invitados nos miraban. Lo supe porque
vi a un par de ellos a través de sus antifaces, y sus ojos lujuriosos nos observaban a mi y a las pelirrojas. Ya después de sentir sus miradas de hambre por nosotros 3 y no a la comida, no quise mirar mas, estuve tratando de quedarme erguido pero me di cuenta que aun estaba drogado, no sé si la combinación de drogas y vino tinto me tenían así de sedado.

Después de comer me sentí un poco mejor.
(Me obligaron a comer)
No sé cómo mi cuerpo aguanta tantos calmantes con el estómago vacío.
Aveces pienso que ahora que soy algo atlético tengo algo de resistencia.



Esa noche no acababa ahí... cuando pensaba que ya no sería raro... mm fue todo lo contrario.
La velada se puso más turbia.
Después de comer nos enviaron a un baño y de nuevo nos hicieron asearnos, hasta nos cepillamos los dientes.
Nos desvistieron a los 3.
Esta vez los líderes solo miraban.
Los que nos ayudaban a quitarnos los atuendos eran los mismos que nos habían bañado y arreglado anteriormente.

Nos movimos todos a una habitación pequeña y privada.

Todo estaba a oscuras y delante de todos nos drogaron. Tomamos una pastilla cada uno y enseguida caí en un estado de relajación absoluta. Era como estar ebrio pero sin el mareo. No sé qué era la pastilla.

Había un círculo de personas muy reducida y creo yo, que esta ves solo estaban los vips porque habían no más de 20 personas rodeándonos.
Porque para ser más preciso estábamos en medio de la habitación, sentados en el suelo sobre una alfombra antigua.

Solo reconocí a los sacerdotes, y a los recién iniciados y aquellos que parecían ser los más allegados a los líderes.

Yo estaba tan en paz que recosté mi cabeza en el regazo de una de las niñas.
Yo fui el que duró más tiempo sin acostarme.
No era que estábamos inconsistentes, sino que estábamos felices y relajados.
Sentía que la poca y única fuente de luz que había era magia, según yo, podía tocar la luz así que alargué los brazos para intentar tocar las partículas lumínicas.

La niña que cargaba mi cabeza en sus piernas estaba acariciando mi cabello y me preguntó si yo era un ángel porque mi pelo se veía brillante y blanco.
Por alguna razón le dije muy feliz que si.

Quizás esto fue lo más macabro que he hecho en mi vida. Por lo tanto no daré detalles por lo repulsivo y asqueroso...








De todas las cosas despreciables que he hecho quizás esto es demasiado.

Es incomprensible lo degenerado que algo puede ser y más cuando no estás en tus 5 sentidos como para negarte a hacer algo así.

Una mujer embarazada se unió a nosotros 3 en el suelo y nos pidieron intimar con ella.

En pocas palabras, lo hice con una mujer embarazada mientras un grupo de personas miraban y uno de los sacerdotes me susurró a mi y a las niñas que tomáramos de sus pechos porque eso era lo que realmente querían ver.
Sin pensarlo mucho, lo hice.
Estaba drogado por Dios.
Lo hice.
Solo de acordarme casi vomito.
Pero hasta mi subconsciente sabe que tengo que hacer todo lo que ellos quieren.

No quiero pensar tanto sobre esto porque solo tengo pedazos de recuerdos quebrados que parecen más una pesadilla que un recuerdo malo.
Tal vez le agradezco a mi subconsciente de no recordarme a la perfección lo qué pasó pero con lo que recuerdo es suficiente como para sentirme como una porquería.
Esto fue muy bajo...
Me siento muy mal conmigo mismo.


Estoy traumatizado.

Valerian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora