31. Tридцать Oдин.

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Creo que el problema de cucarachas no es solo en este apartamento, sino que también las he visto en todo el edificio. Cuando es de noche y pasamos por las escaleras, las he visto por ahí.
Son muy pequeñas.
Sofía le dice las "mandinkas o mandingas" no estoy muy seguro como le dice, pero no puedo pronunciarlo como ella. 

Sofía dice que antes de llegar con Viktor estuvo en un burdel de latinas y le cantaban la canción de la cucaracha para consolarla, y que le gustaba el cuento de la cucaracha mandinga porque ella le temía a esos bichos pero allá le enseñaron que solo son pequeñas sabandijas ciegas. 

A mi me dan igual. Pero cada vez qué hay una, Sofía me envía a matarlas.






Mi siguiente salida fue con un grupo de chicos de universidad. Serge me llevó al dormitorio de una universidad de renombre en Nueva York.

Fui vestido normal; nada de ropa formal.
Esta vez iba con unos abrigos, jeans y zapatos deportivos. Esto es algo que yo me pondría en mi diario vivir para salir.

Es increíble de pensar que estos abusos a menores, suceden a las narices de todos.

Los futuros líderes de este país contratan servicios ilegales de trata de humanos.
Ellos, pagaron para estar conmigo por una hora. Eran varios, 5 chicos listos para violarme.
Serge me entrego y se fue. (Creo que me espero cerca del área)
Era ahí mismo en el dormitorio de la universidad.
Era sábado por la tarde.

Habían 2 camas en el cuarto.
Apenas entré a la habitación sentí el olor a mariguana, había música rap de fondo y muchas latas de cerveza en el suelo, me ofrecieron una cerveza y les dije que no podía.
Igual me obligaron a beberla.

Me sentaron en la cama y me rodearon para verme de cerca. Dijeron que yo estaba "bien" porque les parecía muy lindo.

- ¿Eres virgen? -

- No - dije mirando al suelo.

Que sean tantos hombres me da miedo, es muy intimidante.

- tiene cara de niño virgen. - Dijo el Moreno.

- Mejor así. Debe estar bien estrecho. - el rubio se sacó el miembro para masturbarse.
Fue tan de repente...

Tengo miedo.
Son muchos.

Me quite la ropa a petición de ellos, y estuvieron mirándome como si nunca hubieran visto un chico.

Amordazaron mis muñecas a la espalda y con la misma cinta adhesiva gris me sellaron la boca.
Nada de eso era necesario, si igual tengo que hacer todo lo que ellos quieran. Pero, imagino que hacen eso para darle más morbo.

No todos se desnudaron, solo uno... el de la pija grande.
Uno que llevaba la cámara instantánea solo se bajó los pantalones y ropa interior hasta las rodillas.
Los otros 2 se quitaron los pantalones y la ropa interior quedándose solo con el suéter y el último solo se quitó los pantalones pero dejó el suéter y los bóxers, se sacaba el pene cuando le tocaba su turno. El peli negro, cuando acababa se guardaba el miembro.

Empezaron uno por uno a meterme el pene. Al inicio estuve boca abajo en la cama y al menos había lubricante.

Estaban hablando que lo aguantaba bien sin quejarme.
Se turnaban, y no demoraban más de tres minutos cada uno.
Podía oír las fotos de la cámara instantánea;
Realmente no me duele. Solo uno de ellos la tiene grande, ahí si está lo difícil.

Me cambiaron de posición para estar de frente. Y el que parecía estar más ansioso por cogerme la tiene muy grande, ese esperaba de pie masturbandoce mientras miraba muy de cerca cómo me penetraban.

Valerian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora