ESTABA DESTINADO A AMARTE (Jikook / Kookmin / Mingukkie)

10. Primera vez

Jimin se sentó en la cama y Jungkook en el suelo, mirándolo y jugando con los deditos de sus pies.

-¿Estás bien? - Preguntó Jungkook.

-Si, sí. Sólo un poco apenado por lo que acaba de pasar. - Dijo Jimin mirando al suelo y pasando su mano por el cuello.

-¿Te he dicho alguna vez que te ves muy bonito cuando te sonrojas?

-¡No seas así!

Jimin estiró la mano tratando de darle un pequeño golpe a Jungkook en el pecho, pero éste tiró de su mano y ambos terminaron en el suelo.

-¿Puedo besarte otra vez?

-Creo que sí. - Dijo Jimin dejando ver su rostro ruborizarse otra vez.

-Eres tan hermoso.

Fue lo último que se escuchó, además de unos gemidos que dejaban escapar. Sus lenguas adoraban jugar en sus bocas y Jungkook perdía la cabeza mordiendo los carnosos labios de Jimin, provocando que este último se excitara.

-Creo que deberíamos parar. - Dijo Jimin tratando de recuperar el aliento mientras su pecho agitado subía y bajaba.

-Por favor, no me dejes ahora. No así.

Jungkook cogió la mano de Jimin y la puso en su entrepierna para mostrarle lo duro que estaba bajo sus pantalones. Jungkook soltó su mano y la llevó a la entrepierna de Jimin.

-Estamos los dos igual. Igual de locos, igual de excitados. En verdad, ya no quiero soltarte más. Por favor, podemos ser los dueños de la primera y última vez del otro. Sé mío y yo seré tuyo. Sé que no sabemos nada, pero podemos intentar amarnos y aprender juntos.

Jimin cerró los ojos y se dejó llevar por los besos. Jungkook lo agarró y lo subió dulcemente a la cama.

Frotarse el uno contra el otro era tremendamente placentero pero la toalla que llevaba Jimin en su cintura no resistiría mucho más. Jungkook se quitó la camiseta para que sus pechos quedaran uno contra el otro y el latir de sus corazones retumbara en el otro.

Jungkook metió su mano por la abertura de la toalla, abriéndose paso hasta su ingle mientras se seguían besando. Jimin sintió la mano de Jungkook y jadeó en su boca, lo que provocó que éste tomara su miembro y comenzara a acariciarlo, despacio, suave, sólo buscando que la sensación de placer se extendiera a todo su cuerpo.

Jimin comenzó a besar su cuello, dejando un camino de besos húmedos hasta sus pectorales donde sus tetillas se encontraban más alborotadas que sus hormonas. Jimin comenzó a morderlas lentamente, primero una y después la otra, provocando que esta vez Jungkook gimiera.

-Bebé, me estás matando. - Dijo Jungkook.

Jungkook se soltó de Jimin y comenzó a bajar dejando un caminito de besos húmedos por su cuerpo, hasta llegar al miembro de Jimin, haciendo que éste se retorciera de placer.

-Tengo miedo, bebé. - Dijo Jimin.

-Lo sé, pero si en verdad quieres, podemos intentarlo los dos. Ser cuidadosos para no lastimarnos.

Jimin cerró sus ojos y se dejó disfrutar. Jungkook lo estaba lamiendo y su cuerpo adoraba sentirlo así. Jungkook empezó a lamer su rosada entrada mientras seguía acariciando su miembro para que Jimin se relajara. Su lengua comenzó a abrirse paso y, cuando pudo, introdujo un dedo, despacio, en su interior, quedándose quieto, así podía acostumbrarse y no sentir molestias. Luego introdujo otro dedo hasta hacer suficiente espacio para poder entrar en él sin hacerle daño. Jimin no podía más con los jadeos y Jungkook estaba a punto de explotar.

-Por favor, ahora. - Dijo Jimin.

-Ok, bebé.

Jungkook trató de alinear su miembro a la entrada de Jimin y, muy despacio, comenzó a entrar. El cuerpo de Jimin se arqueaba al sentir todo el miembro de Jungkook dentro, llegando a ese punto en el que el dolor no existía, sólo una ola de placer absoluto.

Jungkook empezó a moverse despacio para luego tomar un ritmo más acelerado. Ya no podía resistir las ganas, y en un par de estocadas, se corrió. Sus cuerpos transpirados eran preciosos de ver.

-¿Estás bien? ¿Te he hecho mucho daño? ¿Te ha dolido?

-Duele un poco, pero me siento genial.

-Tú no llegaste. - Dijo Jungkook.

-No. Pero está bien. No pasa nada.

-No digas eso. No me dejes a medias. Ahora te necesito yo.

Tras decir esto, Jungkook empujó los hombros de Jimin para hacerlo bajar a su entrepierna.

-¿Estás seguro, bebé? - Preguntó Jimin.

-Contigo lo quiero intentar todo.

Jimin comenzó a lamer la entrada de Jungkook haciendo que éste le diera paso a sus dedos y lentamente se abría paso para que su miembro pudiese entrar.

La respiración entrecortada de Jungkook poco le permitía decir, pero estaba duro otra vez. Jimin se acomodó en su entrada, y moviendo despacio su cadera mientras veía el rostro de Jungkook jadear, comenzó a entrar y salir de él.

Mientras besaba sus hermosos labios, le recordaba lo hermoso que era, y entre besos, apagaba sus gemidos para que nadie los escuchara.

-Me voy a correr otra vez. - Le dijo Jungkook a Jimin entre jadeos.

-Hazlo.

Jimin aceleró sus estocadas y terminaron juntos, Jimin dentro de él y Jungkook entre sus abdómenes sudados. Era increíble la sensación. Sus cuerpos quedaron enredados.

-¿Te he hecho daño, bebé? - preguntó Jimin.

-Ha sido increíble. - Contestó Jungkook con una sonrisa en su rostro sudado.

Jimin salió lentamente de su interior y se quedaron recostados, enredados hasta el amanecer.