16. Llegada a Tokio

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Jimin no dejaba de estar sorprendido por el viaje. A pesar de que no era su primera vez en Tokio, sí era su primer viaje solo con Jungkook.

Tratando de amenizar el viaje, se la pasaron bromeando sobre las cosas que harían durante esos cuatro días. Pero Jungkook le daba pocas pistas, así que Jimin se resignó y se dejó llevar por Jungkook. Él ya tenía todo planeado. Este sería el mejor regalo que jamás nadie le daría a Jimin.

Llegaron al hotel, donde se registraron en la habitación 1108, y subieron al cuarto. Antes de entrar, Jungkook dejó de grabar.

La habitación era preciosa, y tenía una bonita vista y una gran cama. Cuando Jimin miró hacia el otro lado, vio un pequeño detalle que lo hizo sonrojar de forma abrumadora.

-¡Jungkook! El baño es... ¿es transparente?

-Bueno, algo así. - Dijo Jungkook riendo a más no poder.

-Pero no hay intimidad ahí.

-¿Vas a hacer algo que no pueda ver?

-Pues no, pero a veces uno necesita un poco de privacidad. Hay cosas que me gusta hacer solito, sin que nadie me mire.

-¿Qué cosas quieres hacer solo? - Preguntó Jungkook.

-¡Lo segundo!

Jungkook no pudo contener la risa en ese momento, dejándose caer en la cama.

-No es para tanto, amor. Si quieres, cuando sea ese momento me voy del cuarto si te incomoda. ¿Te parece?

Jimin asintió.

-¿Qué quieres comer, amor? - Preguntó Jungkook.

-En verdad no sé. ¿Salimos a comer o pedimos al cuarto?

-¡Quiero salir! Recorrer todo Tokio si es posible.

-Pero nos dará hambre antes. - Dijo Jimin riendo.

-Creo que deberíamos comer fuera. - Dijo Jungkook.

-Ok. Si no te molesta, dormiré un ratito.

-Ok, bebé. Yo me daré una ducha y me prepararé para luego salir a cenar.

-Cuando termines, despiértame.

Jungkook le dejó un beso en la frente y se fue a la ducha. Jimin se acomodó en la cama y se tapó un poco para descansar... cosa que en verdad no estaba en sus planes.

Jungkook entró al baño sin ropa ya que, si se la quitaba dentro o fuera sería lo mismo, y comenzó a bañarse. De lo que no se percató era de que tenía un par de ojos que no le quitaban la vista de su cuerpo mojado.

Se echó el champú y cerró los ojos para jabonarse, cuando sintió unas manos acariciando sus piernas lento, pero de modo firme, haciendo que su piel se erizase.

Esas manos comenzaron a subir por sus muslos, llegando a sus caderas, y mientras una se quedó en su entrepierna, la otra subió por la espalda hasta su cuello.

Impávido en ese momento, se dejó llevar, disfrutando de cada caricia que un descarado Jimin le propinaba. Jungkook sólo atinó a apoyar sus manos en el vidrio de la ducha.

Una boca dejaba besos en su recorrido, comenzando por el lóbulo de su oreja hasta morder lentamente su entrepierna, y en todo ese recorrido, dejando pequeñas mordidas que sacaban leves gruñidos de la boca de Jungkook. No había resistencia alguna. Su cuerpo le pertenecía a Jimin por completo y su total erección lo demostraba.

Jimin comenzó a lamer dulcemente, desde el glande hasta el comienzo, pasando por sus testículos que se encogían al sentir la sensación de su lengua recorrer. Entre jadeos, las piernas se aflojaban, pero sólo podía seguir disfrutando.

Jimin se llevó a la boca todo lo que le entró de buenas a primeras, y los ojos de Jungkook se abrieron sólo para poder mirar el rostro de Jimin, mientras metía y sacaba su boca del miembro de Jungkook.

-No hay imagen en el mundo más hermosa que tu rostro y tus labios perfectos sobre mi miembro. - Dijo Jungkook entre gemidos.

Jimin comenzó a acelerar sus movimientos, haciendo que el miembro de Jungkook llegara al fondo de su garganta y viendo como Jungkook se retorcía de placer.

Jungkook agarró la cabeza de Jimin, y entre caricias, enredó sus manos entre el pelo de Jimin para sostenerlo mientras éste ahora metía y sacaba su miembro de la boca de Jimin, con movimientos de cadera abruptos y concisos.

En ese momento, Jungkook apartó a Jimin de su miembro y bajó directamente al miembro de Jimin, que ya se encontraba más que duro por ver a Jungkook gozar de esa manera.

-¿Por qué eres tan delicioso, bebé? - Dijo Jungkook - En verdad tu cuerpo no tiene comparación a nada en el mundo.

Jimin, entre gemidos, sólo podía mirar a semejante hombre que tenía a sus pies, haciéndole la mejor mamada de su vida.

-Necesito más de ti. - Dijo Jimin con voz ronca.

Jungkook subió su mano para encontrarse con esa perfecta entrada rosada, entre dos tremendas nalgas, que deseaba ser acariciada.

Jungkook se pasó sus dedos por su glande, recogiendo parte del fluido preseminal, y untándolo en la entrada de Jimin, su dedo comenzó a correr a su interior, luego otro, y cuando creyó que ya estaba preparado para recibirlo, quitó su boca del miembro de Jimin, giró a este contra en vidrio y entró de una sola estocada, provocando un gemido tan intenso que pensó que todo el hotel podría escucharlo.

Con una mano se aferró a las caderas de Jimin, y con la otra tapó su boca para poder sofocar sus gemidos, entrando y saliendo de Jimin con un ritmo lento y pausado.

Bajó la mano hasta la rodilla de Jimin, y levantó la pierna de éste, dándole más rango de entrada a esas perfectas nalgas. Cuando tocó ese punto donde las sensaciones hacían explotar a Jimin, los gemidos descontrolados de éste, pedían más y Jungkook no pudo resistirse, acelerando de tal forma que en menos de un minuto los dos se corrieron.

La sensación de todo ese líquido caliente en su interior era fantástica, del mismo modo que los espasmos musculares de Jimin sobre el miembro de Jungkook. Jungkook intentó salir de su interior, pero Jimin no lo quería así todavía, y se quedaron pegados, hasta que las erecciones de los dos desaparecieron y naturalmente salió de ahí.

-¿Estás bien, amor? - Preguntó Jungkook.

-Más enamorado de ti que nunca, bebé.

Terminaron de bañarse, entre besos y caricias, para luego prepararse para salir a cenar.

ESTABA DESTINADO A AMARTE (Jikook / Kookmin / Mingukkie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora