21. La última noche

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Jungkook agarró las manos de Jimin y usando una bandana, ató sus manos a la cabecera de la cama. Sentándose sobre sus nalgas con las piernas a cada lado de Jimin, separó sus redondas nalgas, colocando en medio su erección y apretándola con las nalgas.

El pre semen se hizo presente y rozó la punta de su glande contra la entrada de Jimin, haciendo que éste se relajara y su erección empezara a escurrir más, jugando en la puerta mientras seguía acariciando su cintura.

Tomó el lubricante e hizo una línea con éste, desde los omóplatos de Jimin hasta el centro de sus nalgas, para luego colocar su glande en la entrada de Jimin. Sólo un poquito, mientras que con sus manos hacía masajes en la cintura de Jimin.

Cuando la entrada comenzó a ceder a la presión, fue entrando lentamente y los gemidos de Jimin no se hicieron esperar. Jimin estaba atrapado entre las piernas de Jungkook y no se podía mover.

Jungkook comenzó a entrar y salir con cierto ritmo pausado, sacándola del todo y metiéndola cada vez más fuerte, sintiendo como a su paso los músculos de Jimin apretaban su erección más y más.

Jungkook comenzó a mover su cintura haciendo círculos dentro de Jimin, provocando su próstata hasta llevarlo a la locura. Jimin gemía como loco. Jungkook, sin salir, se acostó sobre él, llegando a su oído.

-La noche será más larga de lo que pensaba. - Dijo Jungkook.

Jungkook seguía penetrándolo, sosteniendo sus nalgas y dejando sus manos marcadas en ellas, hasta que se corrió dentro de Jimin, disfrutando de los espasmos musculares de su interior. Se dejó caer un segundo sobre Jimin, y luego lo giró para poder besar esos labios que tanto amaba.

Jimin seguía excitado y atado. Entre jadeos pedía, por favor, que lo dejara correrse, pero Jungkook no lo dejó. Posó sus labios sobre los pezones de Jimin y comenzó a morderlos y chuparlos con fuerza, sacando gemidos de la boca de Jimin.

Tomó un poco de lubricante en sus manos y lo pasó sobre sus propias nalgas, haciéndolo descaradamente frente a los ojos de Jimin.

Se sentó sobre Jimin otra vez, frotando sus erecciones una contra la otra, provocando que la de Jungkook se pusiera tensa otra vez. Cogió el miembro de Jimin y comenzó a masturbarlo, haciendo que el pre semen se asomara para luego lamerlo y chuparlo con fuerza.

-Me estás matando, conejito. - Dijo Jimin entre jadeos.

Jungkook se levantó y quedó en cuclillas, alineó el miembro de Jimin con su entrada y se comenzó a penetrar él mismo, despacio, mientras iba sintiendo como su cuerpo se dilataba por la intromisión de todo el miembro de Jimin.

Le llevó unos segundos que sus músculos internos se aflojaran para comenzar a montar a Jimin. Su cadera sobre Jimin se sacudía tratando de que cada estocada llegara a su próstata para lograr su placer.

La espalda de Jungkook se arqueaba a medida que conseguía comenzar a llegar a su orgasmo, entre los gruñidos de Jimin, desesperado por llenarle su interior de toda su espesa y caliente esencia, y los gemidos de Jungkook al sentir que se correría otra vez, pero esta vez sobre el delicioso abdomen de Jimin.

Bastaron dos movimientos y los dos gritaron de placer. Jungkook se acostó sobre Jimin y desató sus manos. Jimin comenzó a hacerle caricias en la espalda, mientras podía seguir sintiendo los espasmos de Jungkook sobre su miembro que seguía en el interior de Jungkook. Jimin le dio a Jungkook un beso en la cabeza, mientras seguía mirándolo dulcemente.

-¿Estás bien, amor? - Preguntó Jimin.

-Sí, bebé. Pero no quiero que se termine. No quiero regresar todavía.

-Tenemos toda la noche, amor.

-¿Estás seguro? - Preguntó Jungkook.

-Siempre, mi vida.

Jungkook comenzó a moverse otra vez sobre Jimin, no dejaría que éste se relajara. Quería sentirlo más, y por lo visto, el miembro de Jimin amaba estar dentro de Jungkook, porque después de unos minutos, los dos estaban por correrse otra vez.

La noche se hizo larga, y se quedaron dormidos después de tanto sexo desenfrenado. Jamás olvidarían este viaje.

ESTABA DESTINADO A AMARTE (Jikook / Kookmin / Mingukkie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora