49. Sorpresa en casa

328 34 1
                                    

Los chicos pasaron una semana en Jeju, disfrutando de su luna de miel y de la compañía de su cachorro Bam. Era duro volver a la realidad, pero debían hacerlo.

Llegaron a casa exhaustos. El viaje de regreso en coche con un cachorro no fue fácil, y aunque se turnaron los dos para conducir, las demandas y necesidades de un cachorro eran muchas.

-Ve a darte un buen baño caliente para relajarte. - Dijo Jungkook.

-Eres maravilloso, Kookie. Gracias por cuidarme tanto. Me doy un baño y luego prepararé algo para cenar.

-Genial, bebé. Yo acomodaré a Bam en su nueva casita y empezaré a deshacer las maletas.

Jimin se fue al baño y se metió en la bañera. Al rato, unos golpes en la puerta sacaron a Jimin de su ensoñamiento.

-¿Estás bien, Mimi?

-¡Sí! Estaba tan relajado que casi me quedo dormido.

-Ven, amor. Sal del agua. Te vas a arrugar.

Jungkook acercó un albornoz para cubrir el cuerpo de Jimin antes de que tuviese frío. Lo agarró por debajo de las rodillas y lo levantó para llevarlo hasta la cama.

-¿Cómo te sientes, amor?

-Mejor. Me vino muy bien el baño. Ve tú ahora a bañarte y yo prepararé algo para cenar.

-De acuerdo, pero no hagas mucho, estoy más cansado que hambriento.

-Y yo, bebé. ¿Qué te parece una pizza?

-¡Genial! Enseguida vuelvo. - Dijo Jungkook mientras entraba al baño.

Jungkook salió del baño y se encontró a Jimin jugando con Bam en el sofá. Bam movía su colita y Jimin reía, haciendo que sus preciosos ojos desaparecieran. Jungkook amó ver esa imagen.

Ver a Jimin tan feliz lo llenaba de alegría a él también. Jimin levantó la cabeza y vio a Jungkook mirándolo totalmente embelesado.

-¿Estás bien, Kookie?

-Sí, amor. Dime una cosa. ¿También serás así de feliz con nuestros hijos?

-¿Nuestros hijos? - Preguntó Jimin.

-Bueno, si es que decidimos tenerlos.

-¿Tú quieres hijos conmigo?

-Yo quiero todo contigo, Mimi. Eres lo mejor que me ha pasado y quiero experimentarlo todo contigo. ¿Por qué no experimentar la paternidad algún día? Sé que ahora mismo nuestras agendas no lo permiten, pero me encantaría formar una gran familia con mi gran amor.

A Jimin se le llenaron los ojitos de lágrimas y se abrazó fuerte a Jungkook.

-Si no quieres, no pasa nada.

-Claro que quiero. - Dijo Jimin - Pero no pensé que tú lo tendrías tan claro.

-Yo por ti lo que sea, mi dulce ángel. - Dijo Jungkook y besó a Jimin.

-Te amo, Kookie.

-Y yo a ti. ¡Por cierto! Aún me queda un regalo por darte.

-¡Es verdad! ¿Qué es?

-¿Por qué no vienes conmigo a la habitación de invitados y lo ves con tus propios ojos?

Jimin agarró la mano de Jungkook y se dirigió a la habitación. Junto a la cama, había un caballete cubierto por una tela.

-¿Es un cuadro? ¿Has pintado un cuadro para mí?

-He pintado un cuadro para ti y sobre ti. Destápalo.

Jimin quitó la tela y miró con admiración y emoción el cuadro que tenía frente a él. Era él, pintado por su gran amor.

-¡Es precioso, Kookie! ¿Cuándo lo has hecho? No te vi pintar.

-Lo hice antes de la boda y utilicé el estudio de Nam. No podía usar el mío ya que tú sueles andar por allí y lo abrías visto. ¿Dónde lo quieres poner?

-¿Podemos ponerlo sobre nuestra cama?

-Por supuesto, mi vida. Donde tú quieras.

-Eres lo mejor que me ha pasado, Kookie. - Dijo Jimin con lágrimas en los ojos.

-Y tú a mí. - Dijo Jungkook retirándole las lágrimas con sus dedos con mucha ternura. - No llores. No llores, mi bebé.

-Vale. Vamos a llevarlo al cuarto.

-Ok. ¡Allá vamos! - Dijo Jungkook cogiendo el cuadro para llevarlo a la habitación de ellos.

Bam los seguía por toda la casa, feliz. Jungkook se subió a la cama para ver cómo quedaría el cuadro ahí, mientras Jimin, desde la puerta, lo observaba.

-Ahí queda perfecto. Kookie.

-Pues ahí se pondrá. - Dijo Jungkook bajándose de la cama y dejando el cuadro sobre el caballete otra vez. Se acercó a Jimin y lo abrazó dulcemente.

-Comamos esa pizza y vayamos a descansar. - Dijo Jimin.

-Perfecto.

Jungkook dio de comer a Bam, mientras Jimin preparaba la pizza. Cenaron recordando cosas de su luna de miel, y se acostaron en cucharita.

ESTABA DESTINADO A AMARTE (Jikook / Kookmin / Mingukkie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora