Los chicos se reunieron para hacer el juego de la comida hawaiiana. Jungkook intentó que le tocase con Jimin, pero le tocó con Tae y perdieron el juego. El castigo por perder fue recoger la cocina y lavar los platos.
Jungkook y Tae comenzaron su castigo, pero al poco rato, Tae puso una excusa y se fue, dejando solo a Jungkook. Jimin llegó y lo vio solo.
-¿Dónde está Tae?
-Dijo que volvía enseguida, que tenía una llamada importante que hacer. Creo que ha sido una excusa para irse.
-No te preocupes, bebé. Yo te ayudo.
Jimin ayudó a Jungkook a lavar los platos. Después, fueron a lavar ropa, ya que con el ruido de la lavadora podrían hablar sin que nadie les escuchase.
-¿Vas a lavar la camisa que llevas puesta? - Preguntó Jimin.
-Sí. Mañana quiero usarla otra vez.
Jungkook desabrochó su camisa lentamente, mientras Jimin miraba embobado sus pectorales y abdominales.
-¿Estás bien? - Preguntó Jungkook.
-Ehh... no... sí. ¡Sí! Dame, que la meto a lavar. - Dijo Jimin nervioso, girándose rápido para que no se viera lo rojo que estaba su rostro.
-¿Seguro que estás bien? - Preguntó Jungkook mientras besaba el lunar del cuello de Jimin.
-Sí... sí... - Dijo Jimin entre suspiros.
-Ese lunar me tiene loco.
Jungkook comenzó a besar el lunar cada vez más intensamente. Jimin intentó girarse para quedar de frente a él, pero Jungkook no se lo permitió.
-¡Déjame besarte! - Dijo Jimin.
-Ahora es mi turno de hacerte feliz. - Dijo Jungkook mientras bajaba por su espalda besando cada centímetro de su cuerpo. - Si quieres que me detenga dilo ahora, después ya no podré.
-Por favor, no pares. - Dijo Jimin.
Esas palabras fueron suficientes para que Jungkook pusiera sus manos en la entrepierna de Jimin y notara lo duro que estaba su miembro. Jungkook desabrochó los pantalones de Jimin y metió en su boca todo aquello que de forma increíble estaba tan duro. Los gemidos de Jimin se aceleraron. En ese momento, Jungkook paró y dijo:
-Te quiero dentro de mí.
Jimin ya se estaba desesperando y escucharlo decir eso, hizo que Jimin subiera más la temperatura. Cuando Jimin llegó a la entrepierna de Jungkook, éste estaba sumamente duro y mojado. Jimin comenzó a lamerlo y lo giró, dejando expuesto su hermoso trasero.
La lengua de Jimin se deslizaba en su entrada y Jungkook ya no tenía resistencia alguna. Cuando su cuerpo lo permitió, los dedos de Jimin estaban dentro de él, haciendo que cada vez que tocaba ese preciso lugar, la espalda de Jungkook se arqueara pidiendo que entrase en él. Jimin entró con calma y despacio, lentamente, hasta que no había nada que separara sus cuerpos.
-Eres tan hermoso. - Dijo Jimin - Cómo me gusta sentirte así.
El ritmo lento y calmado fue interrumpido por el ciclo del centrifugado de la lavadora, lo que hizo que todo se sacudiera más y más.
Los gemidos de Jungkook estaban a punto de oírse, así que Jimin tapó su boca y siguió el ritmo hasta que vio a Jungkook terminar en sus manos. En ese momento, Jimin también llegó a su límite, y todas esas ganas contenidas explotaron en un instante de éxtasis dentro de Jungkook, haciendo que éste pudiera sentir el calor del líquido en su interior.
-¿Estás bien, amor?
-Siempre que tú me ames, lo estaré. - Dijo Jungkook mientras besaba los brazos de Jimin que aún rodeaban su cuerpo.
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ESTABA DESTINADO A AMARTE (Jikook / Kookmin / Mingukkie)
Fiksi PenggemarJimin y Jungkook, dos adolescentes de Busan, se reencuentran dos años después en busca de un mismo destino en la ciudad de Seúl. ¿Qué pasará cuando se reencuenten en Big Hit? 🔞 Esta historia contiene algunos datos reales, aunque se han cambiado lo...