35. La isla

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Los rayos del sol comenzaban a asomar por el gran ventanal, dando paso a la mañana.

El cuerpo de Jimin apenas estaba cubierto por una manta que dejaba ver medio cuerpo de éste, y la vista era deliciosa ante los ojos de Jungkook que preparaba el desayuno: unas fresas y manzanas, tortitas, miel y mantequilla, tostadas, huevos revueltos y bacon, café y chocolate, y zumo de naranja. Pero todo se iba a enfriar...

El durazno de Jimin se asomaba por completo de la manta, y el cuerpo de Jungkook amaneció más deseoso que otros días.

Jungkook caminó hasta la alfombra que la noche anterior sirvió de aposento para toda su locura y, sin meditarlo mucho, pasó la extensión de las nalgas de Jimin con su lengua, saboreando esa estrecha y dormida entrada que su bebé tenía y que sólo le pertenecía a él.

Jungkook se acomodó sobre las piernas de Jimin, trabando sus piernas, y sus manos se apoderaron de sus glúteos, apretándolos a gusto, mientras seguía lamiendo su entrada, hasta que sintió los gemidos entrecortados de Jimin.

Su lengua comenzó a embestir la entrada, y ésta se relajó para que pudiese entrar. Dos dedos se abrieron paso en su interior, mientras su otra mano separaba las nalgas para poder llegar más adentro, buscando desesperadamente el punto ese en el que la espalda de Jimin se arqueaba soltando gemidos.

-¿Te gusta así, o quiere más? - Preguntó Jungkook.

-Por favor, amor. Te necesito dentro. - Dijo Jimin con voz entrecortada.

Jungkook entró de una vez en su interior, en una mezcla de dolor y placer, y con cada embestida los acercaba más al orgasmo.

Jungkook levantó un poco las caderas de Jimin para tener acceso a su miembro y, cuando apenas llegó a rozarlo con sus dedos, Jimin se corrió en la mano de Jungkook mientras éste se corría en su interior, disfrutando de los espasmos apretados que le brindaba el interior de Jimin.

Se recostó a su lado, sin salir de su interior, sujetándolo de la cintura.

-Buenos días, mi dulce amor. - Dijo Jungkook.

-Así sí son buenos días. Necesito una ducha. ¿Me acompañas?

-Claro, amor.

Y fueron al baño, abrazados y mimándose. Ese día sería un día muy especial.

-Prepara algo de ropa, bebé. - Dijo Jungkook.

-¿Qué tipo de ropa?

-Para entrar al agua y para la noche.

-¿A dónde vamos? - Preguntó Jimin.

-Ya no preguntes tanto. Ya te di demasiadas pistas.

-Jajaja. Ok, amor. Contigo todo es una gran aventura.

Salieron de la cabaña dirección al embarcadero. Un señor muy amable les estaba esperando con un cartel en las manos que decía: "Señores Jeon-Park" y un corazón. Jimin sonrió ante tal hecho. Jungkook miró la carita de Jimin levemente sonrojada.

-Eres tan lindo cuando te pones tímido.

-Sólo tú logras estas cosas en mí.

El señor Kim les ayudó a subir a su barco y les señaló dónde podían tomar asiento.

-¿A dónde vamos, amor? - Preguntó Jimin.

-A disfrutar del paraíso.

El barco frenó frente a una isla y Jungkook comenzó a quitarse la ropa y se quedó en bóxer. Jimin lo miraba sin entender qué pasaba. Entonces, Jungkook hablo:

ESTABA DESTINADO A AMARTE (Jikook / Kookmin / Mingukkie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora