Jimin y Jungkook, dos adolescentes de Busan, se reencuentran dos años después en busca de un mismo destino en la ciudad de Seúl.
¿Qué pasará cuando se reencuenten en Big Hit?
🔞
Esta historia contiene algunos datos reales, aunque se han cambiado lo...
-Buenos días, mi dulce Mochi. – Dijo Jungkook acercando una bandeja con el desayuno a la cama.
-¿Cuándo llegué a la cama? – Preguntó Jimin frotando sus ojitos. - ¿Acaso soy sonámbulo?
Jungkook sólo podía reír de las ocurrencias de su marido.
-Eres tan lindo. Te traje anoche en brazos para que pudieras dormir más cómodo.
-Gracias, amor. Ni me enteré que me cargaste hasta aquí.
-Se notó. ¡Hasta roncabas!
-¡Mentira! ¡Tú roncas! – dijo Jimin riendo.
Comenzar la mañana así de divertidos era lo mejor del mundo.
-Señor Jeon-Park, me temo que arruinó la sorpresa que yo le tenía en casa. – Dijo Jungkook con cara larga.
-¿Cómo así? ¿Más sorpresas?
-Sip. Son dos más. Con una no hay problema si tardamos en regresar a casa, con la otra sí que lo hay. Así que tuve que pedir ayuda. Tendremos compañía durante la comida.
Jimin observaba los gestos de Jungkook, tratando de ver o pensar qué podría ser, pero tratándose de su marido todo era posible, así que dejó de tratar de adivinar y se concentró en terminar el desayuno que estaba delicioso.
A eso de las dos de la tarde, la puerta de la casa fue golpeada abruptamente, sobresaltándolos.
-¿Qué coño pasa? ¿Quién es? – Preguntó Jimin.
Se aproximó a la puerta y vio a un Hobi todo sudado, cargando una gran caja en las manos.
-¡Hobi! ¿Qué haces tú aquí?
-Estaba aburrido y pasé a veros. Déjame pasar ya, que esto pesa más que tú. – Protestó Hobi.
-¡Hobi! ¡Llegaste! – Dijo Jungkook.
-Esto va a la lista de las mil cosas que me debes. – Dijo Hobi.
-Y que con gusto pagaré cuando lo pidas. Eres el mejor amigo del mundo. – Dijo Jungkook.
-¿Qué vamos a comer? Me muero de hambre. – Dijo Hobi.
-Estoy haciendo asado a la parrilla. Ya casi está listo. – Dijo Jungkook.
Jimin observaba a los dos hablar sobre la carne, pero seguía sin entender qué hacía su mejor amigo allí, en su luna de miel, en su sitio escondido del mundo.
-Hobi, ¿Cómo llégate hasta aquí? ¿Y por qué estás aquí? – Preguntó Jimin.
-Pues pregúntale a este señor que dice ser tu marido. Fue su idea. A mí no me mires.
Jimin miró a Jungkook esperando una explicación.
-Te dije que una de las sorpresas no podía esperar hasta nuestro regreso, ¿verdad?
-Sí. ¿Entonces?
-Le pedí a Hobi que la trajera. Ve a verla. – Dijo Jungkook señalando la caja.
Jimin se acercó a la caja lleno de curiosidad. ¿Qué podía ser que no podía esperar a su regreso? ¿Habría comprado Jungkook el pastel de fresas y moras que tanto amaba Jimin? Trató de abrir la caja, pero algo se movió en su interior asustándolo.
-¡Cuidado! Es frágil. – Dijo Jungkook.
-No jodas.
Jimin terminó de abrir la tapa y un par de ojos grandes se asomaron, tras un par de orejas aún más grandes. Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas en ese momento.
Metió sus manos en la caja y sacó una bolita de patas y orejas marrones. Tenía un collar con una placa que decía: “Park-Jeon___________”, con espacio suficiente para el nombre.
-Sé que te gustan más los gatos, pero tu alergia no te lo permite.
Jimin lo acercó a su pecho acunándolo. Hobi y Jungkook miraban desde la cocina con qué amor acariciaba a su nuevo bebé.
-¿Te gusta? – Preguntó Jungkook.
-¡Me encanta! Gracias, amor.
-Es un dóberman.
-¿Y qué nombre le pondremos a nuestro bebé? – Preguntó Jimin.
-El que tú elijas. Yo pensé algunos por si acaso, pero quiero que seas tú quien decida su nombre.
-Es la primera vez que tengo que ponerle nombre a alguien que formará parte de mi vida.
-Será nuestro pequeño noche. Es un chico, amor. – Dijo Jungkook.
-Es lo mismo, amor. Mira a ver si ahora vamos a tener problemas de género, jajaja.
La comida comenzó con un nuevo miembro en la familia Jeon-Park, y el autoproclamado padrino de Bam, Hobi, quien prometió comprarle muchos regalitos a su ahijado perruno.
Terminada la comida, Hobi se despidió de la familia. El camino de regreso era largo.
Esa noche, la familia fue a la playa a disfrutar de su primera noche con Bam.
-Sólo voy a pedirte una cosa. Ese niño no duerme en nuestra cama. – Dijo Jungkook.
-Ya veremos. – Dijo Jimin riéndose.
-Siempre te sales con la tuya. Pero me encanta. – Dijo Jungkook agarrando a Jimin de la cintura.
-Lo sé. – Dijo Jimin besando dulcemente a su marido.
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