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Cuando llegaron a Virginia Liz llamó a su hermano mayor como se lo había pedido.

–Hola hermano –saludo Liz apenas se descolgó la llamada.

–Hola Beth, como terminó el caso –preguntó

–Bueno, al final no atrapamos a nadie eran terroristas suicidas así que apenas los acorralabamos se quitaban la vida –le mencionó mientras abría la puerta de su departamento dejando su bolso en la silla de la cocina. –La agente que estaba a cargo de la oficina de Nueva York murió, había perdido demaciada sangre cuando llegaron al hospital.

–Y tu como estas? –le preguntó, ella sabía que se refería a lo que había pasado hace unas semanas, quería saber cómo estaba afrontando todo.

–Estoy bien Will, he ido con un terapeuta estas semanas, aún es difícil ver casos relacionados pero lo he afrontado. –lo escuché suspirar– que sucede?

–Secuestraron a Jay –paró en seco el camino a su habitación –pero ya está bien.

–Que sucedió –le preguntó

–Fue un trabajo encubierto que salió mal –asintió aunque no pudiera verlo– según lo que me dijeron los de inteligencia debieron enviar a una mujer con datos de informantes para que lo liberaran.

–Quien fue? –le preguntó para agradecer que haya salvado a su hermano.

–Lindsay –Liz pego un resoplido

–Se que no quieres ver a Jay, se sobre su pelea, el me contó pero lo que no entiendo es porque son tan orgullosos –ella abrió la boca con indignación aunque su hermano no pudiera verla.

–No soy orgullosa, pero el dijo que me equivocaba así que espero el momento en que me diga que tuve razón –le dijo.

–Eres mala –le dijo riendo– te dejo hermanita debo volver al trabajo e ir a ver al idiota de nuestro hermano que está más golpeado que sacó de boxeo –ambos rieron y se despidieron.

Al finalizar la llamada entró a su baño y preparo una ducha relajante ya que mañana habría más casos.

6 meses después

Iba ingresando como casa mañana a las oficinas del FBI llevando una bandeja con café del gusto de cada uno así que me acerque al primero que vi.

–Morgan –el se volteo a verme y sonrió cuando vio el vaso de café que le estaba tendiendo

–Eres la mejor lo sabias –yo solo sonreí tiernamente y mire a la oficina de Hotch después de mirar al rededor viendo que los demás aún no llegaban.

–Ese es mi hermano? –Morgan asintió mientras bebía café y lo mire confundida.

–Llego como hace 20 minutos, no se que sucede ha sido a puerta cerrada desde que llegó. –le asentí.

–Tenemos un caso –habló la agente de quien no me he tomado el tiempo a recordar su nombre. Ella camino hacia la oficina de Hotch para entregarle el expediente del caso mientras los demás llegaban y tomaban su café. Al salir de la oficina mire a mi hermano y luego a nuestro jefe quien nos dijo que fuéramos directamente al avión donde hablaríamos del caso.

(...)

–Es en el condado de Orange, California –entregaba los expedientes –hace 10 días judy Hannity agente de bienes raíces y su madre fueron baladas en la autopista 91.

–Sobrevivio a esto –cuestionó Prentiss al ver las fotografías

–Apenas –habló la chica– la paralizó desde la cintura, la segunda y tercer víctimas murieron, hubo diferentes vehículos en cada ataque –miró el expediente– una camioneta negra, un sedan negro, un sedan blanco sin marca y sin matrícula.

–Hay testigos –preguntó Morgan

–La primera víctima lo describió como un hombre maduro y normal en una camioneta. –respondió

–Dio esa descripción pero no pudo recordar nada más –mencionó Hotch

–Eso es consistente con el trauma –preguntó y yo rodee mis ojos disimuladamente ganando e un golpe en las costillas de parte de Reid

–En realidad no –habló Prentiss–esas víctimas sólo recuerdan todo o nada.

–Alto, la tercera víctima murió hace una semana y apenas nos llamaron hoy? –preguntó Reid

–Hasta el tercer ataque no estaba convencidos de que fuera un asesino serial. –explicó la chica.– usa diferentes autos y en el primer ataque el arma fue diferente.

–Es la misma arma –dijo Rossi y nos acercamos a mirar las imágenes

–El patrón de tiro en el segundo y tercero es más ancho –rectifico Reid.

–La alteró –dije y Rossi me asintió– está evolucionando demaciado rápido

–Los medios ya lo llaman "Guerrero del camino" –mencionó la chica.

–Eso explica porqué nos querían aquí tan pronto –habló Prentiss

–De qué hablas –volví a rodar los ojos y gané nuevamente un codazo que si me dolió y lo mire fulminante.

–Este tipo de ignoto es difícil de atrapar, son víctimas impersonales, un tercio de la escena huye con el en su vehículo, el de la víctima se destruye y el último tercio la calle lo contamina y los otros autos que pasan por ahí –habló Morgan y lo mirábamos mientras daba la información

–Y como lo atrapamos –preguntó nuevamente.

–Debemos tener un perfil sólido, lo lanzamos al público pidiendo ayuda, alguien debe conocerlo. –habló Hotch seriamente mirándola y después volviendo su vista al expediente.

–Y es mi labor que se den cuenta –habló asustada y confundida la chica recibiendo una mirada del hombre.

–El detective Halstead como ya han notado, estará durante un mes con nosotros –lo mire seriamente y todos asentimos– al llegar a nuestro destino bajamos del avión y caminamos a las camionetas para ir a la oficina del sheriff.

Al llegar nos presentamos con la que estaba a cargo y caminamos donde estaba toda la evidencia caso y la pizarra que nos habían dejado.

–El móvil desde el primer ataque difiere dramáticamente de los otros dos –hablé– de día en una autopista llena

–Si, hay 100 testigos potenciales, tuvo suerte es todo –habló Prentiss

–Entonces aprende rápido, alteró su arma y bajó el riesgo al hacerlo de noche y cambiar de vehículos. –mencionó Morgan

–Y si el no planeo matar la primera vez –habló por primera vez Jay

–Crees que el primer ataque fue espontáneo –le preguntó Morgan

–Ya sabemos de qué es capaz cuando lo planea –habló Prentiss

–Sino planeo cometer un crimen porque no conducir mi propio vehículo –cuestionó Hotch

–La camioneta es su auto, pero porque llevaba un arma en la camioneta si no planeaba cometer un homicidio –hablé

–Qué pasó para que jalara el primer gatillo –cuestionó Morgan mirándonos

–Hay que entrevistar a la primera victima–habló Hotch y nos dirigimos al hospital con Prentiss mientras Morgan y mi hermano se quedaban en la estación.

𝐇𝐚𝐥𝐬𝐭𝐞𝐚𝐝 𝐅𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora