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–Carl, parece que tienes un fan –Habló Hotch, ya nos habíamos sentado frente al hombre y teníamos el archivo abierto en la mesa

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–Carl, parece que tienes un fan –Habló Hotch, ya nos habíamos sentado frente al hombre y teníamos el archivo abierto en la mesa.

–Admirador, no un fan –mencionó y miró a Hotch– ¿hay diferencia no?

–¿Es la primera vez que te escribe, tu admirador? –decidí interrumpir. Se quedó en silencio y luego miro a Hotch ignorando mi pregunta.

–Si tengo muchos fans, hasta en mi sitio web –habló– ¿tu no? –al nadie responderle hizo un ruido con la boca y volvió a hablar– les sorprendería lo que me preguntan, tengo un registro de todas ellas ¿Quieres leerlas? –habló esta vez mirándome a lo que tomé una respiración profunda antes de responder.

–Me encantaría –hablé suavemente.

–¿Te encantaría? –asentí– si. Ten, mira –me señaló un diario que tenía frente a él en la mesa y me acerque despacio con desconfianza y el se acercaba a mi por lo que Hotch me entregó el diario no siguiendo los juegos del hombre.

–Tal vez luego –comenté abriendo el diario mientras el miraba mal a mi jefe– Tu admirador roba sortijas igual que tú.

–Pero tal vez no por la misma razón –agregó Hotch.

–Usted me quitó las mías –habló mirándolo– me quitó las mias pero veo que perdió la suya.

–8 sortijas 4 familias o era una sortija por cada familia –ignoró la pregunta y continuó

–¿Cómo es que perdió la suya? –respondió con otra pregunta y luego rió– no me diga, una baja por su empleo.

–Mi empleo es lo que te puso aquí –apuntó.

–Si –aceptó– pero, los niños son los que sufren más ¿no?

–Tu sabes más de eso que yo –respondió.

–Y por eso vinieron a mi –se tomó un momento– puedo ayudarlos con eso agente Hotchner, por supuesto pero necesito ver las fotos –fijó su vista en las carpetas cerradas arriba de la mesa y luego en el agente– ¿puedo?

–Hotch –habíamos dicho que no lo haríamos.

–¿Hay algún problema?–

–No hay ningún problema Carl –salimos de la sala no sin antes yo haber tomado los expedientes para hablar.

–No quiero que el vea esto –hablé apenas cerró la puerta que daba hacia la celda.

–Estas imágenes serán su debilidad y nuestro acceso –negué

–No son sólo imágenes –hablé protegiendo los expedientes en mis brazos.

–Es exactamente lo que son –lo miré incrédula

–No quiero usar a Lucy así –declaré.

–Es un intercambio que necesitamos hacer –lo pensé sin estar totalmente de acuerdo.

𝐇𝐚𝐥𝐬𝐭𝐞𝐚𝐝 𝐅𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora