𝐇𝐚𝐥𝐬𝐭𝐞𝐚𝐝 𝐅𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲

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Liz ya se encontraba en el avión comercial camino a Chicago, tendría sus tres semanas de descanso para pensar en todo lo que había pasado. Unas horas después junto  a sus maletas se encontraba caminando para tomar un taxi e ir a un hotel para descansar pero antes llamaría a su hermano mayor, quería saber dónde se encontrarían para verlos más tarde.

–Beth, hola –la chica espero un momento para responder ya que estaba parando un taxi.

–Hola Will –le dio la dirección de un hotel al conductor y este comenzó a conducir.

–¿Qué sucede? –hablo el mayor al otro lado

–Nada, llamaba para decirte que estaré unos días en Chicago –le informo a su hermano.

–Es una buena noticia Beth, ¿Dónde te quedaras? –le pregunto luego de unos segundos.

–En un hotel en el centro –le informo viendo las calles de su ciudad a través de la ventana.

–¿Vienes muy cansada? –la chica hizo un sonido de negación– iremos con Jay a tomar unos tragos si es que quieres.

–Claro, pero no le digas a Jay que estoy en chicago –antes de que su hermano dijera algo habló– quiero darle una sorpresa.

–Claro, entonces te envió la dirección por mensaje y hablamos mas relajados –ambos se despidieron y la chica al llegar a su destino bajo sus maletas y se registro en el hotel.

descanso algunas horas antes de que sean las 9, a esa hora se juntaría con sus hermanos en un bar cerca del centro así que no se le dificultaría llegar desde donde estaba.

*Ya de noche en el bar*

–Y entonces el hombre dice, si lo hubiéramos hecho a mi manera. saldríamos caminando de aquí –hablaba Jay frente a su hermano mayor y su novia quienes se rieron del mal chiste.

–Eso es horrible Jay –hablo la rubia.

–¿Quién te lo conto hermano? –pregunto el pelirrojo.

–Papá–

–Debí suponerlo –respondió

–¿Porque?–

–Vaya –hablo el mayor interrumpiendo el trago de cerveza. La doctora Manning se acercaba a su mesa con un nuevo look que lo dejo impresionado, saludo a todos en la mesa mientras una castaña pagaba al conductor del taxi.

–Gran cambio–

–Si, sentí que debía hacer algo nuevo –dijo la doctora tocandose el cabello.

–Luce muy bien –mencionó la novia del mayor tomando su brazo.

–Si, fenomenal. me gusta –habló el detective teniendo un agradecimiento de parte de la doctora.

–Bueno, nos gusta así que, ¿Qué vas a pedir? –habló el pelirrojo.

–Una cerveza –habló la doctora

–4 tequilas –habló el detective ganándose las risas en la mesa mientras de levantaba.

–Que sean 5 –todos miraron en dirección a la castaña quien acababa de entrar.– ¿Qué....?– no pudo terminar ya que su mellizo ya la tenía abrazada y levantada.

–¿Cuándo llegaste? –pregunto el castaño a su hermana mientras se separaba de ella y dejaba que Will también la abrazara.

–Esta mañana –hablo dejando un beso en la mejilla de ambos– no quería decirte nada, era una sorpresa.

–¿Y porque no podía ser sorpresa para mi también? –todos rieron menos la rubia en la mesa, no sabía quien era la castaña así que se encontraba un poco celosa de ella.

–Necesitaba saber donde estarían, alguien se tenia que ver sacrificado –le sacó la lengua y se sentó en la esquina de la mesa mientras Jay iba a pedir los tragos.– siento no haberte saludado Nat, estos dos se aprovechan de los abrazos y no dejan saludar a nadie.

–No te preocupes linda –le dio un pequeño abrazo feliz de ver a la hermana de su compañero.

–Creo que no nos han presentado –habló hacia la rubia quien no se daba cuenta de que había entendido sus miradas hace unos momentos –Soy Elizabeth Halstead.

–Nina –le extendió la mano para estrecharla– soy la novia de Will.

–¿Novia? –miro a su hermano de forma incriminatoria.

–Se me olvido mencionártelo –su hermana lo miró retadoramente.– lo siento Beth.

–Sabes, me ofende que Jay si lo sepa –habló hacia el pelirrojo– pero te perdono, de cualquier forma sigues siendo mi hermano favorito mientras no seas un idiota como Jay.

–Oye –habló el aludido ofendido llegando con los tragos

–Sabes que es cierto Jay –el chico no acepto ni negó nada.

 –No importa, quiero hacer un brindis porque nuestra hermana vino de visita –todos en la mesa se rieron por lo que había dicho el detective y se tomaron de un sorbo el tequila.

–¿Cuánto te quedaras? –miro a sus hermanos indecisa antes de responder.

–3 semanas de descanso –sus hermanos esperaban a que dijera la razón de tan prolongado descanso– solo tuvimos un caso difícil y me afecto de una forma diferente así que me dieron descanso.

–¿Tienes donde quedarte? –la chica le hablo del hotel donde se iba a hospedar.

–Quédate en mi departamento, mañana llevaremos tus cosas –hablo Jay sin dejar paso a discusión así que Beth solo acepto.

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Heeeeeey

nuestros hermanos Halstead nuevamente juntos, se vienen algunos capitulos de chicago pd y chicago med. que les parece?

espero les este gustando, no he tenido mucho tiempo de escribir porque entre a estudiar pero me hago estos pequeños tiempos para no dejarlos sin capítulos tanto tiempo.