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Al llegar al hospital me acerque a Maggie para pregunta que en habitación se encontraba mi padre y al entrar lo encontré sentado con Will auscultándolo y Jay frente a ellos

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Al llegar al hospital me acerque a Maggie para pregunta que en habitación se encontraba mi padre y al entrar lo encontré sentado con Will auscultándolo y Jay frente a ellos.

—Papá quiere ser héroe —lo señala y me ve entrar— olvida sus 60 años y problemas al corazón.

—Si, bueno es tu culpa para empezar —habló pausado debido a la falta de aire.

—¿Mia? —reacciona indignado Jay.

—Si, por ponerme en una trampa —se queja.

—Papá deja de hablar —lo regaña Will.

—dijiste que te gustaba —se queja Jay.

—Electrocardiograma —señala Will a la enfermera que se encuentra en el cuarto quien es alejada por su paciente.— tranquilo, los paramédicos dijeron que te quejabas de dolor en el pecho. ¿Olvidas que tuviste bypass cuádruple hace una semana.

—¿Por qué nadie me cuenta estas cosas? —me quejo.

—Quédate quieto —lo regaña finalmente Will ignorándome cuando entra el doctor Rhodes.

—Hola, es mi cliente favorito —entra mirando la Tablet— ¿Cómo esta señor Halstead?

—Bien—

—¿Siente tensión en el pecho? —dejo la Tablet y miraba los resultados.

—No es nada—

—Tal vez tenga razón —seguía mirando los resultados y Will se acerco por detrás— No veo elevación o depresión, sin desviación de acceso izquierdo, parece un corazón fuerte y saludable.

—Muy bien, terminamos —intenta levantarse siendo detenido por Will

—No, aun tiene un terrible daño por inhalación —habla Connor

—Un hemograma, panel y carboximoglobina —interrumpió Will.

—Y estudio cardiaco completo —le entrego la Tablet a la enfermera.

—Doctor Rhodes lo necesitan —hablo Maggie entrando y el salio luego de despedirse.

—No es necesario todo esto —se quejo el mayor.

—Cálmate, te estas agotando —reclamo Jay.

—¿Qué sabes tu? No eres doctor —con mi mellizo rodamos los ojos ante esa afirmación.

—Papá —inicia Will un regaño.

—Olvídalo —detiene Jay mientras yo me quedo al margen.

—No tenias derecho a vender mi caza —le reprocho el mayor.

—¿Quieres hablar de eso otra vez? —lo encara Jay— eras un desastre y no podías encargarte.

𝐇𝐚𝐥𝐬𝐭𝐞𝐚𝐝 𝐅𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora