la familia Halstead, compuesta por tres hermanos cada uno con metas diferentes. Había un médico, un policía y una agente federal. Los dos últimos eran inseparables pero por causa del destino se separan.
Habrán riñas familiares entre nuestros mellizo...
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*1 Año y medio después*
Liz estaba a punto de terminar su cuarto año de leyes, en las vacaciones se dedicó a sacar su licencia de conducir y comprobar que estaba inscrita en la academia para el fin de este año, debía partir lo más rápido a Virginia después de terminar la universidad si no quería perder su cupo. Se sentía lista para comenzar lo que de verdad quería al salir de la universidad ya que este era el principio para un fin.
Entrando a su cuarto año se dio cuenta de que debía hacer algunas investigaciones de los profesores y participar en los casos de algunos de ellos por igual teniendo tal vez algunos créditos extra al graduarse. Estaba pensando en que solo quedaban 4 meses para terminar su carrera hasta que le llega una llamada de su padre lo cual le pareció raro hace casi 4 años que no hablaba con él y solo hablaba con su madre así que debía ser algo importante
*llamada*
–Hola...papá
–Hola Elizabeth
–¿Qué necesitas papá?
–Tu madre ha empeorado –le dijo directamente
Hace 3 años a su madre le habían encontrado cáncer aunque con Will y su hermana se enteraron un año después ya que su madre se los había ocultado hasta que la escucharon toser y no pudo hacerlo más.
–¿Qué dijeron los doctores? –estaba preocupada
–No lo quedan más de 4 meses sino menos, quiere que vengan a verla –Liz lo pensó pero era su madre obviamente no la iba a dejar sola en su estado
–Iré para allá, le avisaste a Will o no te ha cogido las llamadas –le pregunto aunque era lo más probable.
–No me las ha cogido así que si le puedes informar tu seria de mucha ayuda así que nos vemos aquí, hasta luego –y colgó, claramente ahí volvía el padre que conocía.
*fin de la llamada*
Al finalizar la llamada comencé a armar un bolso con lo necesario para al menos tres días ya que hoy era viernes debía volver el domingo y continuar con las clases así que mientras lo hacía llamó a Will para informarle la situación.
*llamada*
–Hola enana
–Hola pelirrojo –le digo– ¿te ha llamado papá?
–Si, me ha llamado pero no he respondido –era obvio– porque?
–Mamá ha empeorado con su cáncer –no escucho nada al otro lado de la línea– quiere que vayamos a verla mientras podamos aunque el médico dijo que tenía al menos 4 meses sino menos.
–Estaré allí esta noche si? –sabía que estaba intentando mostrarse fuerte– nos vemos hermanita
–Nos vemos, adiós
–adiós –finalizó la llamada.
*fin de la llamada*
En Nueva York Will se encontraba preocupado por el estado de salud de su madre, si tan solo les hubiera dicho antes sobre su enfermedad hubiera trabajado y le hubiera buscado a los mejores especialistas pero como cada madre que quiere proteger a sus hijos se lo guardó para ella evitando preocuparlos aunque pasó todo lo contrario.
-unas horas después-
Los hermanos se encontraban en la puerta de su casa, se habían encontrado en el aeropuerto pues ninguno quería afrontar la situación solo, necesitaban apoyarse uno en el otro. Al entrar lo primero que hicieron fue llamar a su padre.
–Papa –Grito Liz buscándolo en la sala
–Lizzie? –ella se volteo sin creerlo– de verdad eres tu?
–Ja..Jay –casi 4 años sin saber de él y finalmente lo veían frente a ellos– por dios te extrañe– se lanzó a abrazarlo junto con Will.
–Yo también los extrañe chicos, fue realmente raro llegar y no verlos aquí.
–Bueno hace mas o menos 3 años dejamos de venir aquí para las vacaciones estar con papá se volvió cada vez peor queriendo formar riñas por todo.
–Los entiendo –los miro mientras caminaban a dejar sus cosas– vayan a ver a mamá está en su habitación se ha sentido débil así que el doctor dijo que estuviera en cama lo cual no la tiene muy contenta.
Narra Liz
Estaba muy feliz de ver a Jay cuando no se comunicó comenzaba a creer que algo le habia pasado, tenia miedo de que no regresara o que llegara alguien y que nos dijera que había muerto en combate, no lo hubiese podido soportar pero verlo aquí, hoy frente a mi me ha devuelto el alma. Terminamos de saludarlo Will y yo, para irnos a la habitación de nuestra madre quien como dijo Jay estaba en cama, se veía más cansada que de costumbre, no tenía ese brillo que la caracterizaba cada vez que entraba a una habitación la iluminaba con esta.
–Hola mami –me acerque y me acosté a su lado derecho ya que ella estaba en el centro mientras Will se sentó a su izquierda– te he extrañado mucho
–Mis niños –no podía aguantar las lagrimas– mama también los extraño mucho
