Tres:
Al abrir los ojos me encuentro en la sala de la casa de Leila, mire a mi alrededor y Maxi está tirado en el piso inconsciente, un cuerpo se recostó al mío gire mi cabeza y vi el cabello rubio de Leila pegarse a mi hombro al igual que su cabeza, pase una mano por su cintura y la apegue más. Mi otra mano se sintió vacía y me di cuenta de porque, Emily estaba al lado de Maxi revisando su rostro.
-Es por la traslación.-le explique pero ella me miro sin entender.-Luego te explico, ahora no salgas de esta casa y mantén a Maxi calmado cuando despierte.-ella asintió y escuche un balbuceo por parte de Leila.
Ella aclaro su garganta y volvió hablar.-El aura de la chica, es muy fuerte. Si la notan estaremos en grabes problemas.-tiene razón. Pero un aura así no se puede ocultar a menos que...
Deje caer la bolsa al suelo y saque el llamado que estaba debajo de mi camisa. Una mano se puso sobre la mía.-Eso es peligroso.-susurro Leila.
-Podré con ello.-me quite el llamado con cuidado se lo extendí a Emily.-Ponte esto.-Una luz roja se encendió en mi cerebro, y recordé las palabras de Phoe.
Solo un corazón puro podrá portarlo,
Solo un alma arrepentida podrá llevarlo,
Solo mi sangre podrá tocarlo,
Solo mi familia podrá usarlo.
Mierda.
La mano de Emily se extendió hasta él y lo tomo, una increíble fuerza se hizo presente en el lugar, el cabello pelirrojo de Emily flotaba en el aire, sus pupilas se tornaron de color dorado, parecen perlas de oro.
Con un parpadeo su cabello dejo de flotar y sus ojos volvieron hacer iguales que antes. Ella me miro asustada y la incite a colocárselo en el cuello.
Se lo paso por encima de su cabeza y su aura se apagó por completo.
-Listo, iremos con Nixie.-pase mis manos por las piernas de Leila y la alcé.-No salgan de aquí.
Salí rápidamente de la casa de Leila y comencé a caminar hacia la ciudad, Leila vivía a las afueras de Lagos lo cual ahora es una ventaja y desventaja. Suspiro mientras camino y bajo mi mirada para verla.- ¿Dónde vive Nixie ahora?
-Al norte, un kilómetro más y llegaremos su casa es la blanca.-asiento y vuelvo mi mirada al frente.
No hay gente en la calle, la mayoría de las masas de personas siempre están en el corazón de Lagos, solo los agricultores y vigías se encuentran a las afueras. Pero no veo ninguno.
Las gotas de sudor resbalan por mi frente, a unos treinta metros logro ver una casa, la primera desde que salimos de la casa de Leila.
Hay cámaras en las farolas, si hay alguien frente a los monitores debe de ser Valent y sus dos ayudantes. La sangre de Leila está seca cuando llego a la entrada, toco la puerta hasta que esta se abre dejando ver a una chica joven con aspecto de hada, Nixie es una ninfa.
-Necesito que la ayudes.
-Entra y ponla en el sofá.-asentí y pase por su lado, la puerta principal da directamente a la sala en medio de ella está el susodicho sofá. Camino hasta él y deposito a Leila boca abajo, ella gime en respuesta y Nixie me hace a un lado con sus caderas.
Mete sus manos debajo de la gran camisa de Maxi-Respira profundo, como las otras veces.- ¿Otras veces?, la rubia hace lo que Nixie le indica y la chica con aspecto de ninfa pone sus dos manos sobre la herida de ella. De sus manos comienza a salir una débil luz que se filtra por la camisa.-No hay bala.-murmura Nixie.-Listo.

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Ascendance
Science FictionTomas Johnson vive una vida normal, sin nada de seres mitológicos, dioses y vigilantes. Alejado de su familia y viviendo la etapa universitaria de cualquier chico con veintitrés años hasta que una noche en uno de los antros españoles conoce a una ch...