Veinte:
Nicolás me mira con el ceño fruncido y los ojos entre cerrados, sus brazos están cruzados y sus manos cerradas en puños. Puños listos para golpearme. Trago con fuerza y mantengo mi cabeza en alto.-Tienes agallas, debo reconocerlo pero eso no me va impedir hacer esto.-frunzo el ceño y su puño derecho impacta contra mi cara inmediatamente.
Michael logra detener mi caída y me ayuda a reincorporarme.
-Demonios Nicolás, acaba de salir del hospital.-le riñe Michael y luego traga con fuerza al ver la mirada asesina que le lanza él.
-Está bien, me lo merecía. Pero no he venido para iniciar una pelea, voy a ir a por tu hermana y es necesario que vengas.-Nicolás levanta una ceja escéptico.
-¿Crees que yo no la he buscado?-no respondo y continua hablando.-Porque si es así, ahora estamos en estado de alerta, tengo la responsabilidad de vigilar está ciudad, a mi casa la destruyeron con una bomba, mi hija fue hasta el hospital a causa de eso. Mi hermana ha sido secuestrada por los mismos que pusieron la bomba en mi casa, pero no hay cosa que me traiga mas satisfacción que devolverles el favor, así que si tú pequeño Johnson sabes donde están me alegro que me hayas venido a buscar.-Sonrió internamente y asiento.- ¿Cual es el plan?
-Primero necesitamos equipo para entrar.-menciona Hayley.-Necesitamos entrar al centro de armas.-él me mira y asiente lentamente.
-Las gemelas no lo saben verdad.-trago con fuerza y niego.
-Usaremos la translación.
Nicolás niega lentamente.-No es buena idea, pueden salir de aquí usándola pero la bruma que crean los súcubos y arcontes son detectables entre ellos mismos, ¿Lo sabes verdad?-pregunta mirando a Hayley y ella asiente.-Hay arcontes en la ciudad haciendo guardia y si ella deja un rastro muy cerca de alguno pueden seguirla. Me gustaría despejarles el camino pero no puedo darles ordenes a ellos.
Solo Megan puede dar la orden.-¿Entonces que sugieres?-pregunto con curiosidad.
-Usaremos los túneles.Nicolás se voltea y camina hacia un escritorio, el vigilante abre una gaveta y saca una tableta. Comienza a tocar la pantalla repetidas veces y voltea la tableta.-Este es un plano de los túneles hay treinta entradas por toda la ciudad, es como un laberinto. Este será su mapa.
-Espera, ¿tú no vendrás con nosotros?-le pregunto y niega.
-Ustedes no pueden ser vistos, yo iré por arriba. Les abriré la entrada al centro.- Nicolás camina hacía mi y me extiende la tableta.-La entrada más cercana está a una cuadra justo enfrente de la esquina roja. Cuando estén ahí verán la farola y a tres metros de está habrá una banca. Debajo de la banca está la entrada. -tomo la tableta y levanto una ceja.
-¿Algo más?
El vigilante vuelve a negar y siento una mano sujetar mi brazo, cierro los ojos y la descarga eléctrica se dispara por todo mi cuerpo con una increíble velocidad. Parpadeo al dejar de sentir la presión de mi brazo y la vista se comienza aclararme. La banca está justamente en frente de nosotros, miro a mi alrededor y logro divisar a nadie.-Despejado.-susurra Michael.
Camino a paso seguro hacia la banca y me agacho con la tableta en mano, miro la tableta atentamente intentando ubicarnos, lo cual es fácil ya que los demás puntos que están esparcidos por la ciudad son de color rojo mientras que el nuestro es verde.
Michael comienza a inspeccionar la banca intentando encontrar algún tipo de irregularidad pero esta parece no tener nada en especial. Me centro en el suelo lleno de polvo y paso una mano por este, se siente liso, con polvo pero liso. Sigo tocando y algo llama mi atención, un grabado en uno de los empedrados. Presiono con fuerza hacia abajo el adoquín y la tierra comienza a vibrar.

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Ascendance
Ciencia FicciónTomas Johnson vive una vida normal, sin nada de seres mitológicos, dioses y vigilantes. Alejado de su familia y viviendo la etapa universitaria de cualquier chico con veintitrés años hasta que una noche en uno de los antros españoles conoce a una ch...