Veinticinco:
Me muevo en la oscuridad, escucho pisadas y ramas romperse. Mi espalda duele al igual que mi cabeza, estoy en una posición incómoda.
-Espera, creo que está despertando.-Abro los ojos lentamente y los rayos del sol me hacen cerrarlos instintivamente. Alguien me mueve y me deja sobre una superficie suave.-¿Emily?
Bostezo y extiendo mis brazos totalmente.
-Habéis tenido la razón, su sueño es muy profundo.
-No fue eso, el exceso de poder fue demasiado, sobre paso sus limites.-Leila, esa es su voz.
Abro lentamente los ojos pata acostumbrarme a la claridad y sonrió al ver su rostro. -¿Hola?
Ella ríe.-Buenos días dormilona, pensé que nunca ibas a despertar.
La miro extraña y luego me percato de dos cosas. Ya no estamos en el barco estamos en la mitad de lo que parece ser un bosque y la segunda es que Andrea tiene a alguien en su hombro. Una ola de recuerdos llega a miente, Perseo.
-¿Qué ha pasado?
-Has tenido una sobre carga.
¿Sobre carga? Oh... Miro atentamente a Perseo, el chico parece estar sumido en un sueño sin fin.
-Polvo de Morfeo.-musita Leila por lo bajo y la vuelvo a mirar.-Le damos pequeñas dosis por hora.
-¿Qué sucedió en el barco?
-Afortunadamente no lo destroce, tu vigilante uso el polvo de Morfeo para deshacer sus recuerdos.-dice Andrea y deja caer a Perseo al suelo como un costal de papas.-Oh, él estará bien. No me mires con esa expresión.
Asiento lentamente no muy convencida y me pongo en pie.-¿En dónde estamos?
Tal vez nunca me canse de preguntar.
-Atenas, estamos en las afueras de Atenas."El templo está a las afueras de Atenas"
Dijo Andrea hace varios... ¿días? O fueron horas.
No quiero volver hacer una pregunta tonta.
Hay momentos en los que me siento desorientada. Supongo que es normal.
Me pongo en pie y las miro a ambas.-Sigamos.
Leila me da una pequeña sonrisa y Andrea asiente. La castaña se coloca a Perseo en el hombro y la miro con asombro.
-Somos dioses hija de Cronos, la fuerza es algo irrelevante.
Asiento lentamente y me pongo en marcha.
Creo que hemos caminado dos o tres kilómetros, no estoy segura. Pero durante todo este tiempo Andrea nos ha mantenido entretenidas. Comentandonos acerca de este presente.
Es muy interesante saber que las ninfas pueden ser muy traicioneras. O que si existen las sirenas pero Leila ya sabia eso.
Es increíble saber que muchos seres de cuentos de hadas si existen. Excepto las hadas, esas no existen.
Hemos hecho solo dos paradas en todo el trayecto, Leila tiene que estar rociándole polvo de Morfeo a Perseo cada media hora.
-Parad.-Leila y yo nos detenemos y Andrea quien esta en frente de nosotras se detiene en frente de un árbol.
-¿Qué sucede?-preguntamos la rubia y yo al mismo tiempo.
Andrea nos da una mirada rápida y sonríe. La castaña permanece en silencio y camina entre dos árboles. Pero al mismo tiempo desaparece.

ESTÁS LEYENDO
Ascendance
Science FictionTomas Johnson vive una vida normal, sin nada de seres mitológicos, dioses y vigilantes. Alejado de su familia y viviendo la etapa universitaria de cualquier chico con veintitrés años hasta que una noche en uno de los antros españoles conoce a una ch...