Dieciocho:
- ¡Controla su pulso!-ordeno Phoebe a una de las sanadoras, mis ojos están totalmente abiertos, he dejado de sentir la mitad de mi cuerpo.- ¡Vamos Tomas!
Una inyección atravesó la piel de mi rodilla derecha, solté un grito e intente levantarme pero las correas me lo impidieron. Volví a caer en la camilla y mire con los ojos entre cerrados a Phoe.-Eso es bueno, estás recuperando tu sensibilidad.
-Si vuelves hacer eso voy a golpearte.-gruñí.
Ella me respondió con una sonrisa y volvió a poner sus manos en mi pecho. El veneno es muy potente.
-Phoe.-la llamo una de las sanadoras y ella se giró.-No está funcionando.
Mi pierna derecha comienza a dormirse, cierro los ojos con fuerza y respiro profundamente a la hora de abrirlos.
-Hay que drenarlo.-dijo una voz fuera de mi campo de visión. Megan. Escuché los pasos de ella por toda la habitación y apareció con una pequeña sonrisa enfrente de mí.-No dejaremos que mueras Tom.
El veneno comenzó a subir nuevamente, mis ojos comenzaron a cerrarse sin mi permiso, el frío se hizo presente en todo el lugar.
-Está temblando.-susurro la sanadora.
-Karin, apártate.-escuche decir a Megan y segundos después se escucharon unos pasos.
Deje de sentir la presión que ejercía las manos de Phoebe en mi pecho, fueron suplantadas por un pequeño pinchazo en él.
-Sueña Tomas.-dijo suavemente Megan.
Y así lo hice.
_
Mis ojos se abrieron al escuchar unas voces, lentamente se fueron acostumbrando a la claridad del sol que entraba por la ventana.
Parpadeé varias veces y noté que ahora estaba en otra habitación, una más sencilla sin tanto equipo médico, una silla junto a mí, y una pequeña mesa de noche, todo de color blanco, la puerta está justo en frente de mí, las voces deben de venir desde afuera.
- ¡Necesito saber qué sucedió con mi hermana!- escuché a alguien decir, la puerta de la habitación se abrió de golpe haciendo que frunciera el ceño. Nicolás fue el primero en entrar seguido de las gemelas y mi madre.- Dónde está Anthea.-demando saber él.
Phoe lo sujeto del hombro y negó con los ojos entrecerrados.
-Acaba de despertar Dalton, habrás más tiempo. Él necesita recuperarse.-le riño Sophie.
Anthea...
"Tenemos a la vigilante"
Anthea no volvió... con cuidado me senté en la orilla de la camilla dejando mis pies colgando. Lleve una mano a mi cabello y lo mire.
-Dónde.-volvió a decir, está vez más serio.
-No lo sé.-respondí y él se soltó del agarre de Phoe con fuerza, se acercó a mí en cuestión de segundos su mano izquierda me tenía del cuello y la derecha lista para golpearme de no ser por el agarre de Sophie.- ¡Cómo carajos es que no sabes!-gritó enfurecido.
-Sophie, Phoe, sáquenlo de aquí.-ordeno mi madre.
- ¡No!-respondió él y se intentó zafar del agarre de la rubia. Phoe sujeto su otra mano y lo obligo a soltarme el cuello, el vigilante es jalado con fuerza hacia la salida. Mamá cerró la puerta con seguro y volteó a verme.
-Me alegró de que estés con vida cariño.-le di una pequeña sonrisa y toque con cuidado mi cuello. Puse mis pies descalzos en el suelo y rápidamente volví a sentarme en la camilla a causa del mareo.-Con calma Tom.

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Ascendance
Science FictionTomas Johnson vive una vida normal, sin nada de seres mitológicos, dioses y vigilantes. Alejado de su familia y viviendo la etapa universitaria de cualquier chico con veintitrés años hasta que una noche en uno de los antros españoles conoce a una ch...