Seis:
La música parece querer escapar de las paredes de la casa, hay muchos chicos con vasos en las manos. Fiestas universitarias. Llevo mi mano derecha hacia mi oído y ajusto el audífono casi invisible para cualquier ojo, camino entre la multitud de adolecentes universitarios borrachos y miro una melena rojiza a unos cinco metros. Su aura la delata entre toda la multitud, mantengo mi oído agudizado de todas formas, sé que Leila me está observando en estos mismos momentos.
Toco el hombro de la chica cuyo cabello rojizo se encuentra liso hasta su cintura, ella se da la vuelta y me mira con los ojos abiertos.
-Hola, ¿quieres bailar?-pregunto, debo de cambiar mi estrategia.
-Claro.-dice ella mientras traga con fuerza y le tiende el vaso de cerveza a su amiga, sujeto su mano y miro hacia al frente rápidamente. Trago con fuerza y la llevo hasta el centro de la pista de baile improvisada.
Giro mi cuerpo y veo como Emily comienza a bailar y cantar Tormenta de Arena como si la vida se le fuera en ello, la sonrisa no se puede quitar de su rostro y comienzo a bailar con ella, ella cierra los ojos mientras ríe y baila sin parar. La observo muy detenidamente, es por esta razón la cual no necesita saber la verdad. Es por esta misma razón por la cual yo renuncie a ser su vigilante, por la cual me fui de Lagos. Tener estos segundos de juventud en los cuales solo piensas en vivir el momento, cometer errores, aprender de ellos y vivir al máximo. Mi mano va hacia su cadera y su brazo se enrosca en mi cuello.
La canción se empieza a tornar lenta y la miro directamente a los ojos, ella hace lo mismo y me sonríe. Emily continúa cantando la canción y sonrió.
Relamo mis labios y le guiño, comienzo a cantar junto a ella y sus ojos se iluminan de alegría.-Que en los peores momentos llevas dentro un ángel negro que nos hunde a los dos.-susurro cerca de su oído. Ella continúa moviendo su cabeza y la imito.
-Emily.-se presenta ella una vez que la canción acaba. Lo sé...
-Tomas.-le digo con una sonrisa de lado.- ¿Quieres salir a tomar...?
Mi pregunta se queda en aire al escuchar una alerta de parte de Anthea.
Vienen más de diez, sal de ahí con la chica.
-Leila hay que sacarla.-digo en voz alta, sé que me está escuchando. -viene un equipo grande ahora mismo.
-Bien.-la escucho responder.
-¿Disculpa?-tomo la muñeca de Emily y le doy una sonrisa tranquilizadora.
Tom están entrando, iremos.
-¡Leila!-grito entre la multitud y veo aparecer a la rubia entre la multitud haciendo a un lado a la gente.
Ella se acerca a mí y le sonríe de una manera amistosa a Emily.- ¿Emily cierto?-la pelirroja asiente.-Soy Leila, Karen me ha enviado por ti, sígueme.-ella sujeta la mano de Leila y le doy un leve asentimiento a la rubia, me coloco en frente de ellas y comienzo hacer espacio entre la multitud hasta que los tres salimos de la casa y veo a cuatro hombres vestidos de negro en frente de nosotros.
Los cuatro sujetos se acercan a la misma vez dispuesto a atacar, Leila se hace a mi lado y golpea al primer sujeto en las costillas, mi puño impacta contra la nariz del tipo numero dos mientras que mi pierna choca contra el estómago del número tres.
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Ascendance
Science FictionTomas Johnson vive una vida normal, sin nada de seres mitológicos, dioses y vigilantes. Alejado de su familia y viviendo la etapa universitaria de cualquier chico con veintitrés años hasta que una noche en uno de los antros españoles conoce a una ch...