Dieseis:
Mis ojos se abren al escuchar las olas a lo lejos, la claridad del día ilumina toda la cueva me percato que Leila está sentada en frente de la fogata que había creado la noche anterior, sus ojos se mantienen fijos en el fuego. Se ve preocupada...
-¿Qué sucede?-me anime a preguntarle.
Ella parpadea varia veces saliendo de su trance y me mira.-Nada.
-Tus ojos te delatan.-respondo con una sonrisa y me reincorporo sentándome en posición de indio.
Ella suelta una pequeña risa y niega.-Solo... me preguntaba que está sucediendo en Lagos...
-¿Es por tu familia?
Su semblante cambia, tristeza comienzo a sentir.
-No...-susurra, la miro con intriga.
-Sabes que algún día me dirás todo acerca de ellas verdad...
-Lo sé.-se limita a responder y se pone en pie, la tristeza se ha ido
Leila no vuelve hablar y suspiro, me pongo en pie y estiro mis brazos y piernas. Ahogo un bostezo y sonrió al escuchar las gaviotas a lo lejos, camino con cuidado sobre las rocas y sigo la luz hasta el exterior. Me siento en una de las rocas y comienzo admirar el paisaje.
El cielo está totalmente azul, las olas rompen contra la arena de la playa. Es... hermoso.
-Mágico, ¿No?-asiento sin mirarla.- te voy a dar otra clase, cierra tus ojos y déjate llevar por los sonidos.
Obedezco y la oscuridad me ciega, el canto de las gaviotas inundan mi cabeza.-Siente las vibraciones.-me susurra Leila.
Pongo las palmas de mis manos a cada lado y sonrió al sentir como las olas chocan al otro lado de la pared de la cueva.
-Ahora abre tu sentido auditivo a todo.
El canto de más aves se hace presente, las olas las acompaña.- ¿Qué escuchas?-pregunta suavemente ella.
-Música.-respondo automáticamente.
-¿Y a que suena?-vuelve a preguntar Leila.
Me dejo llevar varios segundos por los sonidos y sonrió sin abrir los ojos.-Suena como el cielo.
-Abre los ojos.-parpadeo varias veces al abrir los ojos y miro detrás de mi hombro en busca de Leila pero no encuentro a nadie.-Por aquí Emily.
Giro mi cabeza hacia el frente y mi boca se abre al ver en donde está ella, apenas logro ver su silueta.
-¿Pero cómo?
La risa de Leila llega a mis oídos como si estuviera a mi lado y no a dos kilómetros.-Aprendiste agudizar tu sentido auditivo Emily.
Me pongo en pie y piso con cuidado las rocas, me detengo en la orilla y miro el agua, las olas pequeñas choca contra los dedos de mis pies.-Suena como el cielo.-vuelvo a decir y doy cinco pasos hacia atrás.
Tomo una gran bocanada de aire y sonrió.- ¡Suena como el cielo!-grito y corro por las rocas impulsándome lo suficiente, el viento choca contra mi cara y cierro los ojos al sentir el agua fría.
*
El olor a agua salada invade mis fosas nasales rápidamente, abro los ojos y llevo mi mano hacia ellos el sol está en su punto máximo deduzco. Una ola de calor me invade, bajo mi mano y lentamente abro los ojos. El cielo azul cubierto de pájaros.
-Tom.-bajo la mirada y miro a mi derecha, Anthea señala disimuladamente a una chica en frente de nosotros, miro el cabello de esta y me doy cuenta de que es Hayley.

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Ascendance
Science FictionTomas Johnson vive una vida normal, sin nada de seres mitológicos, dioses y vigilantes. Alejado de su familia y viviendo la etapa universitaria de cualquier chico con veintitrés años hasta que una noche en uno de los antros españoles conoce a una ch...