CAPÍTULO 18 - QUIERO SENTIRTE

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-Lo siento, n-no puedo... -dijo Camilo mientras apartaba un poco la cara de Lucas y lo empujaba suavemente hacia atrás, alejándolo un poco de él.

Ante la negativa, Lucas se llenó de nervios y con movientes torpes y nerviosas se apartó de Camilo y se alejó un poco volviendo a tumbarse en la arena.

-Pe-perdona... no quería incomodarte -dijo Lucas.

Camilo se ladeó para mirarlo.

-Lo siento de verdad, Lucas, pero estoy enamorado de otra persona y simplemente no puedo...

Un poco de decepción y pena se reflejó en la cara de Lucas, que miraba al cielo y la luz de la luna de impactaba de llenó en su perfecta cara.

-No, no pasa nada, de verdad... he sido un poco tonto... ya me habías dicho que estabas con otra persona.

Ambos se callaron y contemplaron el cielo en absoluto silencio, un silencio algo incomodo y tenso.

-Pe-pensé que me estabas mandándome señales, con lo que pasó esta tarde en el patio y lo de esta mañana con le masaje... pe-pensaba que me querías decir algo... lo interpreté mal -seguía disculpándose y excusándose Lucas.

-Lo siento de verdad, es verdad que me he sentido atraído por ti, pero no de esa forma... lo siento.

-N-no pasa nada, Camilo... solo que bueno... no me lo esperaba, solo eso.

Camilo estaba bastante avergonzado, se sentía algo mal, ¿de verdad había mandado esas señales?, pensaba, si era cierto no era consciente de haberlo hecho.

-Me-mejor nos vamos, es tarde -dijo Lucas algo mas cortado y con tono algo apagado.

-Si, es tarde ya, y mi mamá se va a enfadar -respondió Camilo algo nervioso.

Se levantaron, y sacudiéndose la arena de la ropa, se pusieron en marcha, a paso lento, iban mas separados que al volver y en absoluto silencio, un silencio bastante incomodo. Camilo dedicaba miradas furtivas a Lucas mientras se toqueteaba la ruana verde, se sentía algo culpable, pero es que él no estaba enamorado de él, es verdad que es guapo, es agradable a la vista, pero Bruno ocupa cada milímetro de su ser.

Tras caminar unos minutos llegaron a la entrada de Casita, que los recibió abriendo la puerta y moviendo algunas baldosas del suelo. Sin apenas cruzar palabras, Lucas se adelantó aumentando la velocidad y subió las esclareas y metiéndose en la habitación de Camilo, donde dormía.

Camilo se quedó quito al ver que pasaba a su lado casi corriendo, intentó decir algo, pero no se veía en el derecho de decirle nada, él sabía bien que se siente cuando te rechazan. Recordó el día que se declaró a Bruno por primera vez y le dijo que no estaba enamorado de él. Decidió que mas tarde hablaría con él, pero ahora quería hablar con Bruno, tras cerrar la puerta y ver que no había nadie despierto subió las escaleras y con paso lento se puso frente a la puerta de Bruno.

Tomó aire y dio unos toques, pero no recibió respuesta.

-Tío Bruno... -dijo en voz baja mientras volvía a llamar.

Esperó unos minutos y volvió a llamar.

-Tío Bruno...

-¿Camilo, que haces despierto tan tarde? -dijo una voz a su lado que asustó al chico que dio un salto. Al girarse vio a su madre que, ataviada con un camisón blanco con adornos amarillos portaba una vela, que iluminaba su rostro dando una sensación de ser un fantasma.

-Ma-mami... es... que, el tío Bruno me dejó la ruana y quería devolvérsela.

-Pero es muy tarde corazón, mañana se la das, anda vete a dormir.

-Pero...

-Camilo, por favor.

-Vale, mami.

Pepa se acercó a su hijo y lo besó en la frente y lo siguió con la mirada hasta que lo vio entrar en su habitación. Camilo entró y se apoyó contra la pared, algo frustrado por no poder hablar con Bruno.

Tras dejar de mirar al techo, frustrado, dirigió la mirada a la habitación, pudo ver como la cama de Lucas estaba ocupada, el pelinegro ya se había metido en al cama, desde la puerta se veía que estaba acurrucado en posición fetal, dándole la espalda a la cama de Camilo y muy callado.

-¿Lucas?

No hubo respuesta.

Camilo avanzó hasta su cama, se quitó la ropa para ponerse el pijama, pero al momento de ir a poner el pantalón, decidió no hacerlo, ese día quería sentir a Bruno y si no podía hacerlo físicamente lo haría de otra forma. Se tumbó en la cama completamente desnudo y uso la ruana verde de su tío para arroparse, antes de caer en brazos de Morfeo, miró dirección a la cama de Lucas, y al ver que no había mas movimientos que su respiración, se volvió a girar para darle la espalda y sucumbir al sueño, mientras abrazaba uno de los extremos de la ruana.

A la mañana siguiente, bastante temprano, Bruno salía de su habitación. No había dormido bien, desde que vio como Camilo y Lucas salían por la puerta algo dentro de él lo tenía intranquilo, notaba como algo quería salir, algún tipo de ira. Una ira que no comprendía, ¿Por qué le provocaba eso ver a su sobrino y a ese chico juntos?, pensaba el hombre mientras abrochándose la camisa, ya sin ruana y se dirigía fuera de la casa, quería dar un paseo por el pueblo, necesita tomar el aire.

Atravesando el sendero que entraba al pueblo, se revolvía el pelo, hacia calor, aunque era temprano, se sintió bien al no ver a nadie por la calle, apenas estaban entrando los primeros rayos del sol. Una vez llegó a la plaza se acercó a la fuente, donde se sentó y metió la mano para tocar el agua, se sintió bien, ese frescor era muy agradable, agarró algo de agua y se la echó por la nuca y el cuello, eso le sentó muy bien. De pronto, notó como alguien se detenía detrás de él, al notarlo, se dio la vuelta, ante el había un chico de mas o menos la misma edad que Camilo y Mirabel, su tono de piel era oscuro, Bruno lo contempló mas detenidamente para darse cuenta que era muy parecido a Camilo, misma altura, el pelo igual de rizado pero mas corto, era increíble el parecido, pero este chico tenía una mirada diferente.

-Ho-hola, señor Bruno, ¿Qué tal está?

El hombre lo miró algo extrañado, pero luego recordó que todos le conocían en el pueblo.

-Bien, muchas gracias, chico.

EL chico de piel oscura ladeo un poco la cabeza, extrañado.

-Como imagino sabrás -dijo Bruno extendido la mano -soy Bruno Madrigal, ¿Quién eres tú?, no recuerdo haberte visto por aquí.

El chico cada vez lo miraba mas extrañado, no sabia si era una broma o un castigo, por un momento pensó en seguirle le juego.

-Encantado de conocerle, señor Bruno, me llamo Arturo Vázquez.





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Hola mis lectores empoderados, discúlpenme por el capitulo de hoy que es más corto. También decirles que el siguiente capitulo estará el Lunes. Me tomo le fin de semana de descanso.

Calculo que los capítulos de la semana que vienen serán intensos.

Como siempre les doy la opción de comentar que tal les esta pareciendo la historia hasta ahora, algunas teorías, preguntas que si no son spoilers responderé encantado.


Un saludo.

Mr. Enxant

El Camaleón que no Podía Cambiar de Color (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora