CAPÍTULO 23 - OJOS AMENAZANTES

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Bruno y Camilo seguían a Arturo por le pasillo de su casa, subieron la escalera y evitando a su madre, que estaba en la concina, entraron en su habitación, notando al chico de piel oscura nervioso y con cierto temor.

En la habitación, Arturo se quedó mirando a tío y sobrino, no sabía bien que decir o hacer, no esperaba esa visita y menos después de su encuentro con Lucas, esperaba que no lo supiese.

-Hola -saludó Camilo nuevamente.

-Hola -respondía Arturo todavía algo nervioso.

Bruno los miró, notaba cierta tensión entre ellos, aunque no sabía bien que pasaba.

-Bueno, creo que es mejor que os deje solos -dijo Bruno.

Camilo lo miró suplicante, no quería que se fuese, con él se sentía mas seguro, pero también entendía que con Bruno allí presente no podría hablar sin filtros.

-Esta bien, pero espérame fuera, ¿vale?

-Claro... hasta otro día joven Vázquez.

Una vez Bruno abandonó el sitio, la tensión de Arturo fue a mas, tenía una vorágine de sentimientos, y sentía que pronto iba a explotar.

-¿Hace tiempo que no nos vemos, eh? -dijo Camilo intentando iniciar la conversación.

-Si, mucho...

Un silencio algo incomodo se formó en la sala.

-Y bueno...

-Camilo -interrumpió el chico -he tardado tanto en verte porque... -Arturo unió sus manos algo nervioso -me sentía culpable por lo que le pasó al señor Bruno, si no es por mi no hubiese caído. Y me daba mucha vergüenza mirarte a la cara.

El Madrigal lo miraba, sabía muy bien cual era ese sentimiento, él mismo lo sentía, pero en el caso de Arturo no tenía razón.

-Pero Arturo, tú no eras consciente ni eras dueño de tus actos en esos momentos, recuerda que no eras tú.

-Lo sé, pero yo lo vi todo, estaba allí, y no hice nada.

-Arturo, yo no te culpo de nada y Bruno mucho menos, de verdad.

Arturo lo miraba con cara de pena, se sentía mal y tenia miedo, pero esas palabras necesitaba oírlas, las había deseado durante mucho tiempo, desde que despertó y los recuerdos lo atormentaron hasta ese momento.

-¿De verdad no me culpas?

-Claro que no -dijo Camilo con una sonrisa -fue un accidente.

Camilo se acercó al chico de piel oscura y lo abrazó, Arturo sintió un escalofrío, con todo esto había olvidado el origen de toda esta situación y al sentir el cuerpo de Camilo pegado al suyo, recordó sus sentimientos hacia él, aunque rápidamente se enturbiaron en el momento en el que en su mente apareció Lucas.

-Gracias, Camilo -dijo separándose un poco de él.

-Ya sabes que estoy aquí para lo que necesites.

-Lo sé -dijo Arturo mirándole a la cara.

-Bueno, siento ser tan breve, pero debo irme -dijo Camilo -que tengo a Bruno esperando en la puerta... otro día te contaré mas en profundidad su situación.

-Si, me pareció raro cuando "lo conocí" -dijo con una media sonrisa.

-Si... por cierto no le hables ni le menciones nada de nuestra relación, ¿vale?

El Camaleón que no Podía Cambiar de Color (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora