Camilo y Lucas se encontraban en la habitación el Madrigal, sentados en la cama uno al lado del otro, Camilo acababa de decirle al pelinegro que le había mentido.
—¿Cómo que me has mentido?... no entiendo.
—Bueno, a ver mentir, mentir, no ha sido... ha sido solo un acto imperdonable por mi parte... —decía Camilo que había perdido toda la seguridad en un instante.
—Sigo sin entender....
—Pues que Isabela y yo nos habíamos jugado que a ver cuál de los dos era el primero que conseguía tener una cita contigo —Camilo lo soltó de golpe.
Lucas procesó rápido la información y se le quedó mirando algo extrañado.
—¿Es eso cierto?
Camilo asintió algo tímido intercalando su mirada entre Lucas y sus manos, que jugueteaban en su regazo. Lucas se había quedado callado mirando a un punto fijo en la pared.
—¿Lucas? —preguntó Camilo al ver que el su acompañante no respondía.
—¿Me estas diciendo que me habéis usado como si fuese un juguete? —preguntó con voz monótona.
—No era mi intención, lo juro, te prometo que no sabía que estaba haciendo algo malo —dijo mientras se levantaba y se arrodillaba delante de él, apoyando sus manos en sus rodillas, suplicándole con la mirada.
De pronto, una sonrisa apareció en la boca de Lucas que dejó a Camilo confundido.
—Ya lo sabía.
—¡¿Qué?!
—Que ya sabía lo de vuestra apuesta —dijo Lucas aguantándose la risa mientras veía la cara perpleja de Camilo.
—Pero, ¿Cómo?
—Me lo contó tu prima cuando supo que iba a salir contigo anoche.
Camilo no sabía como sentirse, solo maldijo un poco a su prima por chismosa.
—Cuando agarré a esa princesita empastelada se va a enterar —decía Camilo sin levantarse del suelo y apretando el puño.
—No te enfades con ella, yo la entiendo yo también me molestaría si alguien quisiese jugar contigo.
—Ella seguro no lo hizo por eso, seguro lo hizo para que no ganase la apuesta.
Lucas se levantó dejando a Camilo en una posición algo incomoda ya que frente a él tenía la entrepierna del pelinegro, rápidamente y con las mejillas sonrojadas se levantó.
—¿Me perdonas entonces?
—Claro, no me ha molestado que hayáis hecho eso... me hubiese molestado mas si hubiese llegado a pasar algo entre nosotros, pero como no pasó...
—Lo siento, igualmente.
Ambos se dieron la mano y se dirigieron a la puerta, Lucas iba delante por lo que al llegar a la puerta se dio la vuelta y se recostó en ella.
—PERO... que te perdone no significa que no estuviese mal...
Camilo encogió al cabeza algo tímido.
—Tendrás que compensarme por jugar con mis sentimientos —dijo usando un tono cómico.
—¿Y que quieres? —preguntó Camilo.
—Mmmm... ¿Qué tal un beso?
—Lucas, sabes que no puedo...
—Un besito en la mejilla —dijo señalando su mejilla en su perfecta cara.
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El Camaleón que no Podía Cambiar de Color (Camilo x Bruno) (Brumilo)
RomanceHa pasado una semana desde que Bruno sufrió el fatídico accidente. Desde entonces lo ha pasado en cama, inconsciente, tiene varias costillas rotas, al igual que un brazo y las dos piernas, algo fácil de arreglar en cuanto despierte, pero no parece q...