CAPÍTULO 41 - TÚ HARÁS QUE DEJE DE SONREIR

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Dolores seguía feliz por la noticia, hablaba con su hermano y su tío, ellos parecían muy felices también. Ella había estado allí desde el principio, fue la primera a la que Camilo le confesó la verdad, ella siempre había estado con él, desde el principio y le hizo mucha ilusión ser la primera en enterarse.

-Además... -dijo Camilo -quiero que seas nuestra madrina.

-¿En serio? -Dolores no cabía en si de la felicidad.

-Claro que si sobrina y Mariano será el padrino.

-Seguro se alegra cuan... -Dolores se detuvo en seco e inclinó la cabeza cerrando los ojos.

Bruno y Camilo sabían lo que estaba pasando, había oído algo y algo no muy bueno. De pronto la chica abrió los ojos.

-Corran, pasa algo en el centro de animales, es Lucas.

Tras esas palabras, Camilo y Bruno salieron corriendo dirección al centro de animales mientras Dolores se quedaba en la puerta vigilando la casa y agudizando un mas el oído par intentar escuchar lo que pasaba. Minutos después, alguien iría a visitarla para evitar que oyese nada mas.

Mariano había cerrado la puerta tras de si y tirando de Antonio llegaron al centro de la recepción, allí soltó a Lucas con delicadeza en el suelo y miraba si Antonio estaba herido, vio que no tenia ninguna herida y volvió con Lucas. Lo examinó pensando que la serpiente lo pudo haber mordido.

-Antonio, ¿esa serpiente era venenosa? -preguntó Mariano algo alterado.

-No... ella nunca ha hecho eso...

Mariano volvió a dirigir su atención al pelinegro que yacía inconsciente en el suelo, a simple vista no tenía heridas, lo único llamativo era el parche en el ojo. De pronto, Mariano recordó que al entrar dijo que algo le había dado alergia, a lo mejor al salir fuera volvió a sentir esa alergia e hizo algo que asustó a los animales.

-¿Qué ha hecho Lucas al entrar al jardín? -preguntó el Guzmán al niño.

-No lo sé, cuando me he dado cuenta la serpiente se ha lanzado a él y lo ha aprisionado.

-Esta bien, tranquilo, avisa a tu tía y dile que traiga algo para comer, ¿vale?

-Si -Antonio salió corriendo.

Mariano comprobó nuevamente si el chico tenia alguna herida, pero desistió, lo único que hizo fue apartarle ese parche ya que podía estar tapando alguna herida, pero tampoco vio nada raro.

A los pocos minutos Bruno, Camilo, Antonio y Julieta entraron a la sala algo alterados y cuando vieron a Lucas en el suelo se sorprendieron aún mas.

La mujer se acercó y le tomó el pulso, a simple vista parecía estar bien.

-¿Qué ha pasado? -preguntó Camilo.

-No lo sabemos, de repente los animales se han vuelto locos.

Todos miraron a Antonio.

-Si, pero no me hacían caso, solo gritaban cosas que no entendía, hablaban muy raro.

-¿Estarían asustados? -preguntó Bruno.

-Creo que si -respondió el niño.

Vieron que Lucas empezaba a revolverse y moverse, todos lo miraron, esperando impaciente a que despertase para saber que había pasado y si estaba bien. Abrió los ojos de golpe y miró sorprendido a todos los allí presentes, llegado a asustarse.

El Camaleón que no Podía Cambiar de Color (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora