10 de abril de 2016
Nunca creí que volvería a tener un mal día, y menos por una chica.
Creí que las cosas estarían de maravilla con Mérida, pero me equivoqué.
Hoy tenía pensado declararme, le compré flores con una pequeña nota "Te amo". Estaba decidido, después de que Jack me diera una larga charla de porque debo hacerlo rápido y que no me iría mal con ella.
Me dijo que ella es la indicada para mi... y lo creo.
Al terminar las clases todos se fueron de los salones, los pasillos estaban casi vacíos. Caminé sobre los pasillos esperando encontrarme a Mérida recogiendo sus cosas.
-Mérida yo... vi estas flores y me recordaron a ti... porque son hermosas... como tú y pensé que te gustarían... a mi no me gustan pero tal vez a ti si y... quisieras... quisieras ser mi novia??- repasé lo que le diría, sonaba horrible.
Escuché la dulce voz de Mérida por su casillero que estaba a la vuelta. Comenzaron a sudarme las manos, y me puse más nervioso de lo normal.
Tomé aire y me armé de valor para salir y llamarla.
Al dar la vuelta al pasillo vi a Mérida y Hans... Mérida estaban pegada a su casillero y Hans se acercaba lentamente a ella. Mi mundo se desmoronaba, ella, la mujer de mis sueños estaba a nada de besarse con él, con el odioso de Hans.
Sentía las lágrimas acumulándose en mis ojos, listas para salir pero no me lo permití.
Tiré las flores a la basura y salí corriendo de la escuela.
Soy un estúpido, debí de decirle cuando caminábamos en la playa. Cuando no había duda de que ella sentía lo mismo por mi.
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Mericcup: Daily of Hiccup
RomanceCreo que es nuestra decisión como contar historias tristes. Por un lado, puedes suavisarlas y nada esta tan mal que no pueda arreglarse con una canción de Peter Gabriel. Esta versión me gusta tanto como a cualquier chica... pero no es la verdad. H...