Mericcup: Daily of Hiccup

Capitulo 36

24 de junio 2016

Primer mes juntos, no puedo creerlo!! Un maravilloso mes juntos. Mi mundo tiene más sentido ahora.

The Big Four es conocido por toda la escuela, nos hicimos más famosos. Y yo no tenía problema con eso, tenía a mi hermano, a mi mejor amiga y mi princesa ¿qué más podía pedir? Como le había dicho a Mérida anteriormente las chicas quisieran ser como ella, la aman y la quieren matar; pero se ha ido acostumbrando.

¿Pitch? Pf nada que ver, me odia claro esta, al igual que Hans y quien sabe cuantos mas pero no me importa. Hans perdió su oportunidad con ella hace mucho tiempo (lo cual agradesco) y Pitch... bueno el jamás tuvo oportunidad con ella.

Regresando al tema, hoy es una fecha muy importante: 24 de junio. Primer mes juntos. Por fin a la vida se le ocurrió darme algo bueno y aquí está.

Pasé por Mérida en mi hermoso auto, tuve la suerte de que ella estaba de espaldas así que me escabullí y la tome de cintura.

-Buenos días princesa- le doy un beso en la mejilla- feliz aniversario.

-Me asustaste- ríe ella- feliz aniversario Hicc- se voltea para darme un beso. Jamás me cansaré de esto.

-Saliendo de la universidad, te espera una hermosa sorpresa- sonrío mientras vamos al auto en la misma posición.

-¿Ah si?- me mira con una ceja levantada.

-Me encanta cuando levantas una ceja, te hace ver interesante- adoro hacerla reír me gusta mucho escuchar su hermosa risa.

Fuimos a la escuela, estacionamos el camaro y nos reunimos con Jack y Punzie, quienes se estaban tragando a medio pasillo.

-Señor Frost- finjí la voz del profesor de matemáticas, al escuchar su nombre los dos se separaron al instante. Mer y yo no aguantamos mas las ganas de reír.

-¡Hubieran visto su caras!- decía Mérida entre carcajadas.

-Ja ja ja que graciosos- dijo Rapunzel de brazos cruzados.

-Déjalos Punz, llegará su turno pronto- dijo Jack pasando su brazo por los hombros de Rapunzel, se volteo y volvió a besarla.

-Señor Frost, ¿que cree que esta haciendo?- esta vez no fuimos nosotros. Jack levantó el dedo del medio- !¿Qué es esa falta de respeto?!- los dos abrieron los ojos al mismo tiempo. Se giraron para ver al
profesor de matemáticas enojado. Mérida y yo aguantábamos la risa.

-Lo siento profesor, lo confundí con otra persona.

-La escuela es para aprender no para besarse con la señorita Corona- dijo seriamente. Las mejillas de Rapunzel estaban completamente rojas- y esa seña, ¿que cosas aprende?

-No volverá a pasar- asegura Jack, claramente esta mintiendo.

-Eso espero, ahora vallan a clases- siguió su camino.

Mérida y yo volvimos a estallar en carcajadas.

-Ya vámonos- dice Jack tomado la mano de Rapunzel, ignorándonos por completo. Me gusta molestar a Jack, y el a mi es nuestro pasatiempo.

-Vamos- tomo su mano y nos dirijimos a clase de física.

Al terminar las clases nos despedimos de los chicos, sin antes ver que Jack se pone lao dedos en los ojos y los dirige a mi, dándome a entender que me eta vigilando. Rei por su acción y seguí caminando.

Mérida y yo pasamos el resto de la tarde en un mini picnic un poco alejado de la ciudad. Donde se podía ver el atardecer. Comimos unos deliciosos sándwiches hechos por mi, con jugo de manzana y tartas de zarzamora. Nos recostamos en el pasto para admirar las nubes y que forma tenían. Suena algo sencillo, demasiado sencillo pero... no se, me pareció lo mejor.

-Oh, por poco se me olvida- saco de su bolsa una envoltura- para ti.

Lo miré por un momento y los descubrí. Era un portarretratos.

-Gracias.

-Es para que pongas una foto de nosotros, o de quien quieras- explicó.

-Gracias- me acerque un poco mas para besarla.

Cuando regresamos, fui a dejarla a su casa. Mientras ella se adelantaba, saqué mi regalo.

-Mer- la llamé. Se volteo para verme.

-¿Que sucede?- pregunta con su deulce voz.

-No te he dado tu regalo.

-No es necesario...- muestro el ramo de flores que tenía atrás de mi espalda.

-Feliz aniversario- se queda sorprendida.

-Hiccup esto es... hermoso- dice ella atónita.

-Te voy a amar hasta que la última rosa muera- se las entregué.

El secreto es que hay una rosa de plástico.