Capítulo 76

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14 de febrero 2017

Siempre deseé que al llegar el catorce de febrero tuviera novia, ¿porque? Tenía ideas para pasar el día junto a la chica especial, demasiadas ideas que comenzaron a surgir desde los doce años, desde entonces no he parado de pensar en lo que hubiera hecho ese año para mi novia. Y, aunque parezca irreal estoy aquí, en un departamento con mi novia en catorce de febrero.

Hace un año pase catorce de febrero con ella pero "como amigos" y no me pude lucir, y este año es diferente, y este año por fin pude lucirme.

Me levanté de mañana, tengo la suerte de que Mérida se pierde al dormir. Fui a un pequeño cuarto y saqué una bolsa llena de rosas rojas. Comencé a ponerlas sobre la cama, en el escritorio formé un corazón con las mismas y le dejé una nota

"Buenos días princesa, espero que te hallan gustado las rosas.
Posdata: Te amo."

Y saqué rosas blancas y las combine con las rojas haciendo un camino hasta llegar a la sala, donde le esperaba un cartel con varias fotos de nosotros a lo largo del año. En la mesita que estaba en frente del sillón y de la televisión dejé otra pequeña carta.

"Gracias por seguir mis rosas, todas te pertenecen.
Posdata:Te amo."

Y seguí dejando el camino de rosas hasta la cocina donde yo mismo le preparé su desayuno favorito... bueno se lo compré: pastelillos, de diferente tamaño, color, olor y textura.

"Espero que te gusten mis pastelillos, yo mismo los preparé. Escogí algunos tipos de verde porque se lo mucho que te gusta ese color, a propósito ¿sigues teniendo mi pulsera? Espero que si, pq yo aún la traigo puesta.
Posdata: Te amo."

Y dejé mas camino de rosas hasta llegar a la terraza, donde la esperaría yo, con un enorme globo azul marino con letras que decían TE AMO y un enorme oso de peluche con los demás pares de zapatos que no se quiso llevar pero le encantaron.

Cuando Mérida vio todo esto sus ojos comenzaron a cristalizarse, y no me preocupé porque estaba llorando de felicidad. Vino corriendo hacia mi y me abrazó fuertemente para luego besarme.

Estaba maravillada por todo lo que hice, incluso porque no escuchó cuando me levanté.

Ella me dio una sudadera de un dragón, un furia nocturna, y una carta. Me quedé sorprendido al ver que ella me escribió una carta de amor.

Fue un gran día, el mejor de todos.

Al final del día, Mérida y yo hicimos el amor.

Mericcup: Daily of HiccupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora