Las lágrimas salían sin permiso, siempre creí que Hiccup no se había preocupado tanto por mi en esos días, siempre dije que el jamás me había escrito una carta de amor (aunque se me hiciera cursi, siempre quise que me escribiera y entregará una). Nunca paré de pensar y de decir que no le importaba en varias ocaciones y que le daba lo mismo. Lo comparé, muchas veces.
Me di cuenta que estaba equivocada, nunca deje de juzgarlo hasta que supe la verdad... siempre creí que yo era la que estaba mal después de eso. Yo no era la indicada para el.
-Lo siento- susurre- LO SIENTO!!- arrojé el libro lejos de mi. Estoy molesta, enojada, arrepentida. Me siento tan mal.
Si el estuviera aquí sabría que hacer, me diría que no es mi culpa, que... qué no importa... sabría como consolarme.
-TE ODIO!! TE ODIO TE ODIO!!- grité frustradamente.
-Mérida ¿que pasa?- escuché a ni madre preocupada detrás de la puerta.
-Estoy bien- dije fríamente.
Al estar segura de que se había ido me quité su sudadera. La arrojé al otro lado de mi habitación. Me limpié sin cuidado algunos mis amargas lágrimas y comencé a sacar todo lo que tenía de el para lanzarlo en un rincón.
"Te amaré hasta que la última flor muera" Arrojé aquella hermosa flor de plástico.
Fotos, regalos, ropa, todo, inclusive las cobijas de mi cama.
-Esta cama fue hecha para dos- susurré para luego moverla al rincón dejando un gran espacio vacío en lo que resta de mi habitación.
-Te necesito- susurre recargándome en mi ventana- Te necesito aquí a mi lado- supliqué, viendo caer las gotas de agua.
.....
Ha pasado una semana, una semana más. He estado viendo departamentos para mudarme ya que en mi casa ya no puedo estar tranquila. Ha pasado un mes desde su partida y aun no entiendo como es que quiere que sea feliz, el mismo dijo que no podría ser feliz sin mi.
-Mamá, ¿porque las mejores personas mueren?- preguntó una niña de ocho años.
-Cuando estas en un jardín, ¿qué flores escuches primero?- contestó la señora que la traía de la mano, si madre.
-Las mas hermosas.
Una lágrima cayó por mi mejilla mientras me alejaba de aquellas personas.
Seguí caminando en busca de otro departamento.
-¿Señorita Dumbroch?- una recepcionista preguntó, me volteé a verla confundida.
-Si soy yo- contesté y ella me sonrió.
-Este es el pago del mes por el departamento- me entregó una carta con el precio del dichoso departamento. Yo la miré anonadada.
-Yo no estoy tentando ningún departamento, esta confundida- le dije devolviéndole la tarjeta.
-Claro que lo hace, junto el señor Haddock- mi respiración se detuvo- he tratado de comunicarme con el pero no contesta.
Baje la mirada mientras evitaba que las lagrimas salieran.
-El ya no esta- dije seriamente- y no pagaré mas la renta.
-Bueno, en ese entonces necesito que desaloje el departamento.
Negué con la cabeza.
-Tírenlo, hagan lo que sea con esas cosas.
Me sentía mal por haber dicho eso, supongo que el no lo habría hecho pero necesito dejar de recordar el pasado y aunque no quiera afrontar la realidad.
Ay mi amor, ¿porque tenias que ser la flor mas hermosa?
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Mericcup: Daily of Hiccup
RomanceCreo que es nuestra decisión como contar historias tristes. Por un lado, puedes suavisarlas y nada esta tan mal que no pueda arreglarse con una canción de Peter Gabriel. Esta versión me gusta tanto como a cualquier chica... pero no es la verdad. H...