15 de agosto 2016
Hoy no fue mi día, de hecho este es uno d restos días que no quisiera recordar... pero como no tengo con quien desahogarme.
Estaba feliz de la vida, en mi habitación escuchando música mientras acariciaba a Chimuelo, recordando todo lo bueno que me ha pasado cuando mi celular suena.
Era Rapunzel.
-Hola Punz.
-Hicc ¿donde estas?- se oía preocupada.
-En mi casa, ¿que pasa?
-Es Mérida- el mundo se me vino abajo- ella... ella esta... en el hospital.
-Aaaaaa ya... ya voy... voy para allá- me aclaré la garganta.
Corté la llamada y bajé las escaleras estaba nervioso, asustado. Tomé las llaves y me dirigí al auto. Las manos me temblaban no podía hacer nada.
-Que pasa Hiccup- mi papá se acercó a mi. Respiré hondo para tranquilizarme.
-Me... Mérida esta en el hospital, tengo que ir.
-Yo te llevo, tranquilízate- el abrió la puerta y me quitó las llaves.
Al llegar al hospital pregunté por ella.
-Hiccup- me volteé para ver a Punzie corrí hacia ella y me abrazó.
-¿Cómo está- susurré sin separarme de ella.
-No sabemos nada todavía, Fergus y Elinor ya vienen y Jack fue a comprar algo de comida.
Asentí.
Diez minutos después llegaron los padres de Mérida que estaban notoriamente preocupados. Los salude con un estrecho de manos y seguimos esperando noticias.
-Hiccup- me llamó mi padre levanté mi vista para verlo- Tengo que irme, me llamaron del trabajo- asentí varias veces con la cabeza- todo va a estar bien- me sonrió y yo intenté con todas mis fuerzas sonreírle también.
Dos horas después un doctor nos llamó.
-¿Mérida Dumbroch?
Me paré inmediatamente y fui hacia el doctor al igual que sus padres.
-Somos sus padres- dijo la señora Dumbroch.
-Yo su novio- dije lo más firme posible.
-Bien- habló con seriedad- La señorita Dumbroch ya está estable. Se fracturó la pierna derecha y tiene lastimado su cuello. Pueden pasar a verla.
Me sentía horrible, de alguna u otra manera sentía que el señor Dumbroch me echaba la culpa de lo que estaba pasando.
Quería entrar a verla, una parte de mi se había tranquilizado de saber que estaba viva. Sin embargo dejé que sus padres pasaran.
-¿Cómo está?- me preguntó Rapunzel.
-Mal... bien... no se- me cubrí la cara con mis manos, quería llorar pero no me lo permití. Respiré hondo antes de volver a hablar- tiene la pierna fracturada y collarín... sus padres están con ella ahora. Soy el peor ser humano.
-Hey no es cierto. Esto no es tu culpa.
-El señor Dumbroch no creé eso- murmuré.
-Hicc...
-Va a estar bien, ella estará bien- dije mas para mi que para ella.
-Hiccup- el padre de Mérida me llamo. Miré a Rapunzel y ella me sonrió.
El me llevó a la habitación donde ella estaba. Abrí lentamente la puerta para verla.
Tenía varios cables y tubos por su cuerpo, su collarín y un pequeño moretón en su pómulo izquierdo. A su lado derecho estaba Elinor, su madre. Al verme se paró inmediatamente y me sonrió para luego salir.
Me senté en la otra silla, del lado izquierdo. Se veía tranquila no como
cuando duerme claro... toqué su mano que estaba fría. Ella estaba bien eso era lo importante...-Vas a estar bien- le susurré, aunque no me escuchaba- eres fuerte... solo... solo es una prueba- la idea de no tenerla a mi lado pasó por mi mente. Si, me daba miedo perderla- tu no me puedes dejar Mer, no ahora... se que esta mal convertir a una persona en tu todo pero cuando no tienes nada...- pegué mi frente con la suya- vas a estar bien.
Va a estar bien, ella estará bien.
Me quedaré aquí con ella, no me iré ni dormiré hasta verla despierta hasta ver nuevamente esos lindos ojos azules.
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Mericcup: Daily of Hiccup
RomanceCreo que es nuestra decisión como contar historias tristes. Por un lado, puedes suavisarlas y nada esta tan mal que no pueda arreglarse con una canción de Peter Gabriel. Esta versión me gusta tanto como a cualquier chica... pero no es la verdad. H...