6 de marzo 2016
Dormía plácidamente hasta que escuche la escandalosa voz de Rapunzel.
-Arriba bola de flojos!!- golpeaba con fuerza un sartén- Vamos vamos que el día apenas inicia!!- me tape la cara con mi almhoada, para así disminuir el escándalo de mi amiga.
-Punz, amor mío que hora es??- escuche a Jack hablarle claramente adormilado. Jack y yo éramos uno osos, dormimos hasta las dos o tres de la tarde cuando se hablan de vacaciones.
-Las ocho y ya hay mucho Sol!!- exclamó feliz.
-Cierra las cortinas Corona!!- ecuche a Mérida enfadada.
-Ya que todos se levantaron vista es que tengo hambre y ay mucho que hacer- ya no escuche nada mas, por lo que decidí dormir hasta que tenga ganas de levantarme.
-Hiccup!!!!- Rapunzel le gritó a mi oído. Me sobresalté y como consecuencia caí de mi cama.
-Los quiero- nos sonrió mientras se sentaba en una silla.
-Que??- preguntó Jack.
-Estoy esperando a que se vistan- dijo mi amiga sin borrar su sonrisa.
Rapunzel es de esas personas que consigue lo que quiere (al igual que Jack).
Jack fue el primero en reaccionar, se levantó de su cama y fue hacia un cajón para sacar una bermuda y una camisa blanca sin mangas. Comenzó s bajarse los pantalones.
-Que haces??!!- gritó histérica Mérida, quien tenía los ojos abiertos como plato.
-Me estoy cambiando- dijo con simpleza. Miré a Rapunzel quien trataba de ocultar su risa por la
conducta de su amiga, yo solo sonreí al ver a Mérida así.Mérida se levantó, tomo una bolsa que supongo yo con ropa y se metió al baño. La seguí con la mirada hasta que cerró la puerta del baño.
-Tranquilo Hicc, pronto la veras como tu quieras- dijo Jack, me giré a verlo. Tenía una sonrisa burlona en su rostro.
-Cállate- me levanté del piso y me senté en mi cama. Tengo que hablar con ella de algo importante.
-No piensas cambiarte??- hablo nuevamente Jack, Rapunzel estaba volteando hacia la ventana pero aún así podía ver que estaba roja.
-Si pero... aurita- me acerqué a Jack y le susurré al oído- Creo que tu novia te vio sin camisa- al escuchar mis palabras Jack giró su cabeza hacia donde estaba Rapunzel y sonrió.
Fui a uno de mis cajones donde había acomodado mi ropa, saqué un pantalón de mezclilla y una camisa verde sin mangas.
Mérida salió del baño, con su hermoso cabello rojo algo peinado, y un hermoso vestido azul rey que le llegaba arriba de sus rodillas y dejando al descubierto sus brazos. Se veía hermosa.
Salimos de la habitación y nos dirijimos al restaurante del hotel. En las mañanas era buffet así que podíamos servirnos todo lo que quisiéramos.
Apenas eran las nueve, comería algo ligero pero Rapunzel pensaba estar en la calle todo el día así que comí algo mas fuerte y duradero.
-Tenias que usar un sartén para despertarnos??- dijo Mérida una vez que todos nos sentamos.
-Sip, no despiertan con otra cosa que con sonidos fuertes- dice mi amiga con una gran sonrisa.
-Somos unos osos en la cama- dijo Jack con naturalidad, las mejillas de Mérida y Rapunzel tornaron a un lindo color rojo. Jack se dio cuenta de lo que había dicho, yo comencé a reírme- es decir... dormilones... invernamos... no es haci Hiccup??- me reí a carcajadas de mi amigo, estaba rojo igual que ellas.
Después de unos minutos deje de reírme y comimos en silencio hasta que Mérida volvió a hablar.
-No tienes calor??- me preguntó.
-No- le conteste llevándome un bocado a la boca. Ella me miró incrédula. Hacia demasiado calor... tengo que decírselo.
-Si Hiccup es...- Jack se calló para no decir otra tontería en doble sentido- raro- siguió comiendo.
Terminamos de desayunar, Rapunzel fue por unas cosas a la habitación seguida por Jack, a quien le encargué que me trajera una bermuda me miró dudoso y luego a Mérida pero asintió. Tomé a Mérida de la mano y nos sentamos en un sillón del lobby.
-Hiccup...- comenzó ella pero no la deje continuar.
-Mer yo... tengo algo que decirte... y es sobre porque traigo pantalón- Comencé y ella me miró atenta, inhalé aire- Cuando tenía quince años tuve un accidente donde... donde perdí parte de mi pierna izquierda. Me pusieron un sustituto y ahora camino a la perfección... aveces- levanté levemente mi pantalón para que viera que no estaba mintiendo- nadie lo sabe mas que Jack y Punzie... y mis padres- mire al piso.
Esto era algo que no planeaba decírselo tal vez mas tarde, pero dadas las circunstancias... si, de seguro la perderé para siempre y tal vez me humillará como lo hizo ella...
-No diré nada- me dijo dulcemente tocándome mi hombro, levanté la mirada y pude ver que ella me sonreía.
-Gracias- la abracé. Estaba aliviado por que ella no se burlara de mi o me dijiera alguna otra cosa, simplemente me sonrió y me dijo que guardaría mi secreto.
Quisiera decirle tantas otras cosas, no hemos hablado de lo que paso en el baile, seguimos como si nada aunque a ella no le molestaba que me sentara junto a ella y le tome la mano... quisiera decirle... decirle que la quiero conmigo... pero no puedo... aún no.
Jack y Rapunzel llegaron, fui al baño a ponerme mi bermuda y salimos a caminar. Rapunzel se sorprendía por las cosas que hacían aquí. Tomé a Mérida de la mano mientras admirábamos los objetos de recuerdo que hacían a mano. Aproveché para comprar una pulcera verde con blanco.
-Para ti- le entregué la pulcera. Mérida la miró y me sonrió, me tendió la mano para que se la amarrara.
-Es hermosa, gracias- volvió a mirar la pulcera y se acercó a la mujer para comprar otra.
-Para ti- me entregó una pulcera de color naranja con blanco, le sonreí y deje que ella me la amarrara.
-Gracias- nunca antes nadie me había regalado algo así. Me sentía especial. Esta pulcera significa ahora mucho para mi.
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Mericcup: Daily of Hiccup
RomansaCreo que es nuestra decisión como contar historias tristes. Por un lado, puedes suavisarlas y nada esta tan mal que no pueda arreglarse con una canción de Peter Gabriel. Esta versión me gusta tanto como a cualquier chica... pero no es la verdad. H...