24 de marzo 2017
Mérida y yo fuimos a un restaurante, no tan caro como la última ve.zona pero fue decente.
Mérida llevaba un lindo vestido verde Aqua que combinaba perfectamente con sus zapatos nuevos. Me quede admirando su belleza mientras me sonreía, no podía articular ninguna palabra.
-¿Cómo me veo?
Balbuceaba palabras sin sentido, me aclaré la garganta para dejar de hacer el ridículo.
-Estas hermosa.
Ella se acercó a mi y me besó. Los dos sonreímos y le di mi brazo como buen caballero que soy. Tomó su abrigo y salimos del departamento.
Llegamos al restaurante y pedimos nuestra reservación.
-Su mesa, señor y señora Haddock- dijo la recepcionista.
-Gracias- le dije e hice que Mérida se sentara primero y luego yo.
Y mientras nos traían nuestras ordenes miré a Mérida y recordé lo nervioso que estaba hace diez meses. La primera mejor noche de mi vida.
-¿En qué piensas?- pregunta tomando un poco de champán.
-En lo nervioso que estaba para decirte que eras especial para mi- un sonrojo apareció en sus mejillas.
-Aveces eres muy cursi, ¿lo sabias?
-Si, pero te gusta- me acerqué.
-Me encanta que seas así- hace un pequeño gesto con su nariz arrugandola, se veía adorable haciendo eso.
-Vuélvelo a hacer.
-¿Hacer que?- pregunta con una enorme sonrisa.
-Tu nariz, arrúgala como mandando un beso- intenté hacer su gesto y ella rió con ternura.
Y lo hizo, moviendo su cabeza y sus hermosos rulos. .Y luego lo hicimos los dos rozando nuestras narices.
-Eres adorable- me dice ella. Y le besé.
Caminamos por la ciudad y escuchamos a unos músicos que estaban tocando en la calle, debo decir que tocaban bastante bien. Mérida y yo los vimos por un tiempo.
Fue una linda noche, en ese momento fuimos el señor y la señora Haddock. Uno solo.
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Mericcup: Daily of Hiccup
RomanceCreo que es nuestra decisión como contar historias tristes. Por un lado, puedes suavisarlas y nada esta tan mal que no pueda arreglarse con una canción de Peter Gabriel. Esta versión me gusta tanto como a cualquier chica... pero no es la verdad. H...