Capítulo 49

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16 de agosto 2016, 16:30 h.

Querida Mérida:

Hace siete horas que estas en el hospital. Ya he salido dos veces de la habitación con intención de ir a tu casa y entrar por tu ventana, pero en el último momento me he frenado, al recordar que no estabas ahí. Me he acostumbrado tanto a ti que me resulta extraño que no estés aquí, a mi lado, despierta. He estado a punto de llamarte unas cuantas veces para ver como estabas.

He decidido sentarme a escribirte, con la esperanza de que eso me haga sentir como si te estuviera hablando. En cierta manera es así. Puedo imaginarte aquí sentada, sonriendo ante mi idea, quizá meneando la cabeza, como diciéndome lo tonto que que soy. Aveces haces eso ¿sabes? Me gusta esa expresión.

Eres la única persona que pone esa cara sin que parezca que piense que soy un caso perdido. Sonríes ante mis peculiaridades, aceptas que existen y sigues siendo mi novia por eso. Y al cabo de siete horas comienzo a echarlo de menos.

Me preguntó que estará pasando por tu mente. Que estarás soñando. De seguro sueñas con los trillizos, jugando en un gotcha pensando que están en "Los Juegos del Hambre". Oh que estas en casa, en una noche de invierno todos juntos a lado de la chimenea tomando chocolate caliente y contando anécdotas, yo a tu lado abrazándote y quedarnos dormidos abrazados a lado de la chimenea, si tu me dejaras.

Aveces pienso en eso, en dormir juntos todos los días, como aquella primera vez en aquel hotel. La primera mejor noche de toda mi vida, fue agradable oírte respirar aquel sonido suave cercano me ayudó a no sentirme solo.

Esta carta no tiene orden ni concierto; pared cosa de un tonto, y creo que ya sabes lo que detesto hacer el tonto. Aún así, sigo haciéndolo. Por ti.

HICCUP.

Posdata: Te amo.

16 de agosto 2016, 23:15 h.

Querida Mérida:

Es la hora de dormir... se supone que debo dormir pero no puedo. Solo puedo pensar en ti. Me aterra la idea de que te vallas y me dejes solo. Se que si algo te pasara ya me habrían sacado de la habitación y me lo habrían dicho, y eso me esta volviendo paranóico. Cada vez que una enfermera viene a revisarte y pide que salga de la habitación, se me para el corazón por un momento, temiéndome lo peor: que ya no estés.

Ojalá puedo eras despertar. Ojalá pudiera volver a escuchar tu voz.

Estas cartas no te van a llegar nunca.

Esto es tan humillante...

Quiero que despiertes. No paro de pensar en tu sonrisa y de sufrir pensando que no la volveré a ver.

Espero que despiertes y vuelvas a estar a mi lado, Mérida.

HICCUP.

Posdata: Te amo.

17 de agosto 2016, 10:00 h.

Querida Mérida:

Oh; milagro: ha pasado la noche. Cuando ha amanecido me he tenido que convencer que mi preocupación era absurda. Me he prometido que me despejaré un poco hablando con Rapunzel y Jack y que no me angustiare pensando en ti.

He aguantado toda la mañana y la mayor parte de la revisión hasta consumirme pensando en ti. He dicho a todo el mundo que me encontraba mal y necesitaba estar un tiempo contigo a solas y me he encerrado en la habitación para escribirte, esperando tener la sensación de tenerte a mi lado abrazándome y no inmóvil desde tu cama.

Mericcup: Daily of HiccupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora