Dedicado a: Andreitach456
"-Mer... Mer despierta.
-Cinco minutos más.
-Oh vamos flojita, levántate... hay algo que debo mostrarte.
-En cinco minutos.
-No tenemos cinco minutos.
-¿Porque?
-Porque tus padres no saben que estoy aquí."Desperté rápidamente, sintiendo sus brazos rodearme la cintura y hablándome con ternura, al darme la vuelta volví a la realidad: estaba sola, era otro sueño.
Me levanté de la cama, chocando con la mesita que tenía a lado.
"-Buenos días dormilona"
¡Basta basta!
"-Apúrate, se nos hará tarde"
¡Déjame en paz!
"Hey, te amo"
Salí de mi habitación y baje corriendo las escaleras, abrí la puerta y salí. No se a donde me dirigía ya que las lágrimas me evitaban ver. Solo quería estar lejos de ahí. Ya no quería verlo en sueños, quería que ¡estuviera conmigo! ¡Aquí! ¡Ahora!
Me detuve en un árbol, me senté y me cubrí la cara con mis manos. Tal ve solo necesitaba aire fresco.
Pasaron las horas, veía hacia la nada. No tenía ganas de pensar en la terrible persona que era y que sigo siendo. Solo estaba ahí, recargada en el árbol, esperando su mensaje que bien se que nunca llegara.
No quiero dejarlo ir, no puedo... ¿Que es lo que voy a hacer el próximo 24 de junio? ¿Leyendo lo que hicimos, oh recordando, oh sentirme culpable? Me dijo que fuera feliz, ¿cómo quiere que sea feliz sin él? ¿Cómo quiere que este con alguien más? ¿Cómo quiere que lo olvide?
Solté un suspiro, no entiendo nada. No... no se nada. Hiccup jamás me diría que fuera feliz con otra persona que no fuera él. Él jamás dejaría que pasara eso, ni en sus últimos momentos diría eso... pero lo hizo.
Al ser las siete de la noche, el cielo estaba oscureciendo y decidí irme a casa. Sabia que llegando mi mamá me regañaría, me diría que estuvo muy preocupada por mi y bla bla bla.
Cuando llegué a casa paso exactamente lo mismo que pensé. Mamá me regaño, papá también, los trillizos haciendo desastres. Después de una larga charla me subí a mi habitación. Prendí la luz y acomodé un poco la habitación.
Tenía tentación de tomar nuevamente su diario... pero tal vez sería mejor saltarme las partes donde se empieza a poner cursi para no llorar tanto.
No me gusta sufrir, pero eso era lo único que tenía de él y... quisiera saber que secretos guardaba, y tal vez y solo tal vez pueda saber porque me dijo todo lo que me dijo en el hospital.
Saqué su diario y lo abrí nuevamente donde estaba. Me senté en el suelo, recargándome en mi cama. Respiré hondo y comencé nuevamente.
16 de junio 2016
Convecí a mis padres de juntarse en casa de mamá para hacer unas hamburguesas y como sabia que me dirían que no les dije que traería a la chica especial. Al oír eso, mi padre estalló de alegría y me abrazo fuertemente mientras mamá también gritaba de emoción. Les dije que las hamburguesas las prepararía papá pero para no hacer sentir mal a mamá (o hacer que odie más a mi papá) le dije que ella prepara una "deliciosa" agua de limón.
-Voy por ella... no se muevan... no peleen... solo... no arruinen esto por favor- les suplique mientras salía de casa. Los dos asintieron y cerré la puerta.
No se si dejarlos solos fuera una gran idea pero no tenía opción no quería contarle a Mérida sobre mis papás divorciados.
Corrí hasta su casa y toque el timbre tres veces.
-¡Mérida! ¡Ya llego tu novio!- se escuchó los gritos de Moddie antes de abrir la puerta. Moddie ya no me veía con tanta desconfianza lo cual me alegra bastante porque su cafa fría y amenazante me daba algo de inseguridad al pasar por ella.
-No tienes que gritarlo- dijo ella en susurro que pude escuchar- ¡Hola Hicc! Nos vamos.
-Hola princesa- le di un beso corto en los labios- ¡adiós Moddie! Estará antes de las diez- ella sonrió satisfecha y cerró la puerta.
-No me beses en frente de ella- me regaño camino a mi casa.
-¿Porque no? Al parecer esta enterada- reprimí mi risa al ver lo sonrojada que estaba.
-Si pero... no importa, ahora solo importa tu y yo y tus padres... ¿me veo bien?- traía unos jeans azules y una camisa azul claro. Se veía más que hermosa.
-Te ves preciosa- le sonreí y ella me devolvió la sonrisa- ¿te gustan las hamburguesas?- le pregunté.
-Adoro las hamburguesas.
-Oh que bien, mi papá hace las mejores hamburguesas del mundo.
-¿En serio?- encarnó una ceja- quiero probarlas.
-En unos instantes.
Al llegar a mi casa tome aire antes de abrir.
-Bienvenida a mi humilde hogar- abrí la puerta, para que pasara ella primero.
-Wuau... es muy bonita- admira mi casa.
-No es enorme pero tampoco es pequeña, cabemos muy bien todos- le dije, no escuchaba gritos o peleas lo que podía significar que mis papás estaban en paz por un momento.
-Mmmm, huele delicioso.
-Es la carne hazandose, ven conmigo- al ir por la sala, mi hermoso y fiel amigo se atraviesa entre nosotros- Oh, el es Chimuelo, es todo menos un perro- lo señale.
-Ya me lo habías presentado- ríe.
-¿Enserio? No recuerdo- le sonreí.
La tome de la mano y fuimos al
patio trasero, donde estaba mi padre muy concentrado hazando las carnes y mi madre haciendo el agua. Cada quien haciendo lo suyo.-Mamá, papá ella es Mérida Dumbroch, mi novia- los dos pararon de hacer lo que estaban haciendo para luego vernos. Podía sentir como Mérida me apretaba más la mano. Mis papas se acercaron a nosotros con una sonrisa en su rostro- Mérida, ella es mi madre Valka y el es mi padre Estoico- los presente.
-Mucho gusto- saludó Mérida con la otra mano disponible mis papás respondieron su saludo.
-Que gusto conocerte Mérida, nos alegra mucho que Hiccup por fin traiga a una chica a la casa- dice mi padre. Mérida me voltea a ver divertida.
-Siempre traigo chicas a la casa- le digo a mi papá, esperando que entienda que no vuelva a decir otra cosa.
-Oh si si Rapunzel- volvió a hablar.
-¿Quieres tomar algo cariño?- preguntó mi mamá a Mérida.
-Si gracias- le dedique una sonrisa mientras iba con mi papá a ayudarle.
-¿Que hice mal?- me pregunta cuando asamos las últimas carnes.
-Nada nada.
Papá preparó las hamburguesas y nos sentamos en una mesa que tenía mamá en el patio.
Reímos y jugamos, parecía que Mérida le agradaba a mis padres y viceversa. Yo estaba feliz, disfrutando de aquel momento: mi mamá, mi papá y mi novia, todos juntos.
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Mericcup: Daily of Hiccup
RomanceCreo que es nuestra decisión como contar historias tristes. Por un lado, puedes suavisarlas y nada esta tan mal que no pueda arreglarse con una canción de Peter Gabriel. Esta versión me gusta tanto como a cualquier chica... pero no es la verdad. H...