Capítulo 42

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18+ Guerra avisada...

Bastian, 28 años de edad. 

Bárbara, 23 años de edad. 

Primavera de 2013.

Bastian abrazó a Bárbara por la cintura, están acurrucados en la cama. Él llegó el día anterior a visitarla, luego de algunas horas en carretera. Esta vez se quedará una semana para pasar el tiempo con ella. Y hoy, luego de un largo día de pasear por Madrid, ambos llegaron exhaustos, con ganas solo de bañarse y recostarse juntos.

—Ya sabes —comenzó a hablar Bastian—. Solo me queda recoger todo de la casa e irme, al fin podemos alquilar el apartamento y dividirlo entre tu mamá y yo. Así que pensé, en mudarme yo primero a Barcelona, así puedo ir buscando trabajo, mientras te espero.

—No tienes que apresurarte si aún quieres estar más tiempo en el apartamento de Bianca —aseguro Bárbara llevando una de sus manos a su rostro, para acariciarlo.

—No, creo que al fin estoy listo para dejarla ir —aseguro Bastian besando su frente—. Es tiempo de que tenga mi propio lugar.

—Entonces pronto vamos a vivir juntos —Bárbara soltó una risa emocionada, se acercó un poco más a él y beso sus labios con gentileza.

Bastian sonrió de lado y tomándola por la cintura la subió sobre él. Apretándola contra sí. Bárbara suspiro al sentirlo, riéndose un poco mientras busca con sus manos la orilla de su camisa. Bastian le ayudo a quitársela y se levantó un poco hasta quedar medio sentado para quitarle la camisa a ella. Admirando su piel oscura brillando por el contraste de la luz.

Acerco su boca a uno de sus pezones color chocolate y lo chupo, mientras masajea su pecho, repitiendo la idea dentro de su cabeza de que, ella sabe mejor que el chocolate. Lamió y masajeo con deseo y persistencia sus pechos, hasta hacerla suspirar. Ella meneó sus caderas sobre él, para sentirlo mejor, y él empezó a dejar un camino lento de besos por todo su pecho, recorriéndolo hasta llegar a su cuello, donde dio algunas mordidas suaves. Puso sus manos en su cintura y la apretó contra él antes de darle un beso lleno de deseo, su cabello rizado y esponjado por la estática de las almohadas se meneó suavemente cuando él besó su mejilla.

Ella acarició el pecho de él, separándose un poco y llegando lentamente al inicio del pantalón de pijama, metió su mano debajo de las telas para sostener el miembro del él con suavidad entre sus manos, Bastian dio un suspiro cuando ella movió su mano de arriba abajo a ritmo pausado. Su respiración se entrecortó y casi por reflejo sus manos apretaron la cintura de ella para pegarla a él. Busco sus labios para besarlo mientras lo masturba, aumentando el ritmo junto al beso. Bastian suspiró contra sus labios y la tumbo para dejarla pegada a la cama.

—Te amo —murmuro Bastian.

Arrodillado entre las piernas de ella mientras aún siente sus manos alrededor de él, se inclinó para poder besar el cuello de ella y dar pequeños mordiscos. Acariciando sus pechos con las manos mientras poco a poco baja por su abdomen hasta llegar a su short, metió su mano debajo de la tela hasta rozar su monte de venus. Para luego acariciar su clítoris con movimientos suaves, siguiendo el mismo ritmo de las manos de ella.

Bárbara soltó sus manos despacio y se abrazó a él cuando sintió que un nudo se le hacía en la parte baja del abdomen. Bastian aprovechó para besarla con fuerza, tanta que apenas la deja respirar, cuando sintió sus piernas temblar bajo él, aprovecho para introducir dos de sus dedos dentro de ella, lo que la hizo dar un pequeño gemido y sujetarse a él con más ahincó. Bastian masajeó dentro de ella, embistiendo con suavidad al principio para luego ir subiendo el ritmo de su mano. Hasta hacerla sentir cómoda con la presión en su interior, ella rasguñó un poco su espalda cuando volvió a sentir el nudo formándose en su vientre.

Las hadas nos odian │ST 2│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora