Las hadas nos odian │ST 2│

Capítulo 53

Bastian, 32 años de edad. 

Bárbara, 27 años de edad. 

2017.

—¡Bastian! ¡Carter! —exclamo Leonardo al verlos.

—¿Leonardo? —cuestionaron Bastian y Carter al unísono.

Aunque Bastian solo fingió no saber que estaba allí desde el inicio. Después de todo terminaron en ese restaurante porque Amelia le había dicho que uno de sus compañeros de universidad, invito a su primo con él. Es una cita a ciegas para ella, pero no pudo contra su instinto de hermano mayor cuando cayó en cuenta de que a quien le están presentando es a Leonardo, porque el amigo de ella y Leonardo comparten lazos. Hizo lo posible para guiar a Carter junto a él, después de todo llevan todo el día juntos buscando un trabajo para que Carter logre rehacer un poco de su vida, es mejor que parezca una casualidad, que Bastian decidió llegar allí por azares, se aprovechó un poco de Carter para eso.

—Sí —respondió Leonardo con una sonrisa.

—¿Qué haces con ella? —cuestiono Bastian sin mucho cuidado.

Carter se impresionó un poco por la brusquedad y Amelia suspiro un poco por su actitud, a ella le da un poco igual que Leonardo sea su cita a ciegas, igual no es como que tenga un interés por él y Rebeca la invito para disfrutar un poco juntas, más que por Leonardo.

—¿Ahora no puedo tener amigas? —cuestiono Leonardo mirando a Bastian con recelo.

—Eso no fue lo que dije —espeto Bastian.

Leonardo puso los ojos en blanco.

—Mi primo me la presento hace un rato —respondió Leonardo—. Bastian. ¿Cómo está Bárbara?

—No es tu problema —respondió enfurruñado Bastian, él mismo podría preguntarle.

—Muy bien, detengámonos allí —dijo Carter un poco ansioso por la forma en la que se responden—. No sé cuál es el problema que tienen entre ustedes, pero por favor no creen un lío aquí.

—Podemos sentarnos a comer todos juntos sin guerra —apoyo, quien Bastian reconoció como Rebeca por las historias de Amelia—. Mientras más mejor —sonrió como si nada.

—¡Ah! —Amelia bufo y se encogió de hombros señalando un par de sillas vacías para que Bastian y Carter se sienten.

Amelia y Rebeca se miraron entre ellas, Rebeca porque acaba de llegar y solo intervino porque le pareció divertido, y Amelia porque no sabe cómo explicarle que Bastian llego allí por ella, no le ha contado a Dalia, ni a Rebeca que son cercanos.

Carter agradeció antes de sentarse y arrastro a Bastian para que hiciese lo mismo, aun así Bastian no despega la mirada de Leonardo, como si fuese un animal acechando.

—Soy Rebeca —Se presentó ella—. ¿De qué hablaban?

—Saludábamos a Amelia —aseguro Bastian con una sonrisa, aunque sin decirle que él ya sabe quién es.

Amelia movió sus manos.

—Amelia te está preguntado cómo estás —aseguro Rebeca mirando a Carter, ignorando totalmente a Bastian.

Bastian se sintió ofendido cuando ella ni siquiera le miro de soslayo.

—Supongo que bien —respondió Carter.

—Si lo quieres visitar, en las próximas semanas él estará trabajando en la panadería Danubio, ya la conoces —comento Bastian mirando fijamente a Amelia con el ceño fruncido.