Las hadas nos odian │ST 2│

Capítulo 22

Bastian 16 años de edad. 

Bárbara 12 años de edad. 

Invierno del 2002...

—Deja de romperme las pelotas y ven aquí —espeto el chico agarrando a una de sus acompañantes y sentándola en sus piernas.

Vidal observa todo de reojo, mientras pule unas copas de vidrio. Le han estado colocando los nervios de punta durante toda la noche con sus pedidos, desesperándolo y deseando que alguien llegue a acompañarlo, para poder soportar al grupito de cuatro. Quienes no dejan de interrumpirlo y menospreciarlo mientras trabaja. Ha tenido que pasar el mal trago a la fuerza para no causar un alboroto y que lo suspendan del trabajo de nuevo, porque esta es su última oportunidad.

—Kevin, ya déjame —chillo la chica acomodando su vestido de coctel cuando el otro quiso meterle mano por debajo.

—Quítate —gruño Kevin de mala gana empujando a la chica fuera de sus piernas—. Primero me expulsan del instituto y ahora ni siquiera me dejas tocarte, pero qué pasada —argumento sarcástico, con la voz algo patosa por el alcohol.

—Cariño... —pronuncio suavemente la chica colocando una de sus manos en el rostro de Kevin—. Escuchaste lo que dijeron Carol y Beatriz, ellos también están aquí en el espacio V.I.P.

—Eso es lo que me jode más Alison, para que mierda me trajeron aquí si no fue para beber y disfrutar —increpo Kevin mirándola—. Solo saber que el grupito de marginados está aquí, me cae como ácido en el hígado.

Vidal observó al grupito en silencio, solo escuchándolos de manera atenta, primero que nada, porque mencionaron el área V.I.P. donde está Gabriel celebrando su cumpleaños. Y también interesado, ya que en ese grupo están Bastian y Aarón.

—¡Oye, bar tender! —llamo Alison mirando directamente a Vidal.

—Ya vas de zorra —murmuro en reproche Kevin, mirando de mala gana a Alison.

Vidal dejó de mover las botellas de alcohol de lugar y se aceró al grupo.

—¿Qué desea? —preguntó con cierta cautela.

—Tráenos otra ronda de cerveza —pidió ella y tomo a Vidal del cuello de su camisa con suavidad para acercarlo más a ella.

Vidal se inclinó incómodo por la presión que ejerce sobre su estómago el mesón alargado que los separa, intento apartar la mano de ella del cuello de su camisa, pero Alison no dejo que eso pasara.

—¿Quieres algo de dinero fácil? —Alison acerco su rostro al de él.

Carol le mostró una faja de billetes de cien euros a Vidal y empezó a contar el dinero frente a él. Pero cuando Vidal observo a Beatriz sacar una bolsita con pastillas de su bolso de mano, su mirada se estrechó con recelo.

—Entonces. ¿Qué piensas? —Alison sonrió.

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Bastian observó algo mareado a Aarón, sacó su celular de tapita del bolsillo y miró la hora, son casi las cinco de la madrugada. Deberían irse del club antes de que pasen más tiempo y terminen quedándose dormidos, sentados, como le pasó a Natalia y Sebastián, quienes tienen un sueño muy profundo.

—Deberíamos ir a buscar a Abril y Gabriel antes de irnos —comento Raúl antes de dar un quejido y colocar una mano sobre su frente.

—Yo voy —comento Aarón levantándose algo tambaleante.