006. SMILE

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Ese día en la escuela aprendí bastantes cosas, pero la principal fue que me di cuenta de que Jung Hoseok era todo lo contrario a mí.

Él es todo lo que no soy y nunca seré...

Justo después de que él me dijera que yo tenía goma de mascar en el cabello y que todos los demás se burlaran de eso, empezó a platicar con todos los que se encontraban a su alrededor. Los chicos le ponían atención, incluso lo escuché hablar con Tao de autos y con Jongin y Suho de manga.

Las chicas parecían estar encantadas con él, le habían dicho que sentían un poco de envidia porque su cabello era lindo y, no entiendo cómo, él terminó hablando de lo mucho que le gustaba bailar, los cachorros y las hamburguesas.

Parecía ser ese tipo de chico del que todos quieren ser amigo.

Es decir, el tipo de persona que yo no soy.

Debo agradecer la presencia de Hoseok, ya que Tao, Jongin y Suho parecían estar tan absortos en su conversación con él que ni siquiera se acercaron a mí mientras todos dejaban el salón. Yo también me fui lo más rápido que pude ya que no quería tener nada que ver con ellos ni escuchar a la señorita Kim hablarme de mis moretones.

Me encontraba caminando por el pasillo cuando una mano se posó en mi hombro, estaba seguro que eran Tao y los otros que ya me visualizaba en el suelo y llegando tarde a mi casa.

—Espera, tú eres Yoongi, ¿verdad? —la mano que me detenía no era la de Tao, era de nuevo Jung Hoseok.

—Sí, yo soy Yoongi y debo irme —traté de hablar sin voltear a verlo, probablemente él ya había notado los golpes en mi cara, pero yo no quería responder a ninguna de sus preguntas. Me solté de su agarre y seguí caminando con la cabeza gacha.

—No, no. Espera, por favor —ahora él estaba caminando a mi lado y no me quedó más remedio que escucharlo—. La señorita Kim me dijo que... —se detuvo al darse cuenta de las manchas púrpuras que me cubrían la cara, lo vi tragar saliva claramente para después fingir que no había visto nada. En ese momento me sentí agradecido—. La señorita Kim me dijo que si necesitaba los apuntes de la clase pasada podía pedírtelos a ti, me dijo que eras muy responsable y el primero en la clase.

—Ah, sí, sí... Uhm, de acuerdo, solo déjame... —empecé a tartamudear como un retrasado cuando sus ojos se encontraron con los míos y me dispuse a sacar mi libreta de la mochila. Cuando nuestros ojos se encontraron pude ver lo diferentes que éramos; sus ojos brillaban de una manera tan especial, tan llena de vida, mientras que los míos estaban enmarcados por ojeras y moretones.

¿Han escuchado de la ley de Murphy? Esa que habla de que si algo sale mal, entonces puede ir peor. Bueno, pues es cierta.

En el proceso de tratar de sacar mi libreta, se me empezaron a caer un montón de cosas, mis útiles quedaron regados por el suelo.

Me agaché para recogerlos y Hoseok lo hizo al mismo tiempo, nuestras frentes terminaron chocando y los dos sentados en el suelo quejándonos del agudo dolor. Mientras yo estaba a punto de llorar por el ridículo que estaba haciendo en medio del pasillo, Hoseok sólo reía.

Vi como las órbitas de sus expresivos ojos cafés desaparecían hasta convertirse en medias lunas mientras la risa se apoderaba de su sistema. Vi cómo su sonrisa conformada por perlas muy bancas reaparecía por milésima vez en el día mientras sus hombros se sacudían rítmicamente y el delicioso sonido de su risa se escapaba de sus labios en forma de corazón.

Lo vi todo en cámara lenta, todos desaparecieron alrededor de nosotros y lo único que había en ese pasillo era el rubor de mis mejillas y el sonido de la risa de Hoseok.

Se me escapó una sonrisa sin querer y fue atrapada por los ojos de Hoseok, me ayudó a levantar las cosas y me tendió la mano para que me levantara. Al estar de pie le entregué la libreta sin verlo a los ojos y él me respondió con un rápido "Gracias".

Se dio la vuelta para irse, pero se detuvo en seco, se volvió hacia mí y me sonrió.

—Deberías sonreír más, Yoongi.

Sun [YoonSeok/HopeGa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora