054. HEAT

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Desde el día que Hoseok y yo nos escapamos hasta el otro lado de la ciudad, todo volvió parcialmente a la normalidad, regresamos a la rutina de mejores amigos que teníamos antes de meternos voluntariamente en ese lío, todavía pasaba por mí para ir a la escuela y en clases estaba siempre conmigo.

No habíamos hablado de nada porque no se había dado la oportunidad, hasta un día en el que tuvo que pasar toda la tarde en mi casa para trabajar en nuestro proyecto. Hacía ya tantos días que no pasábamos tiempo a solas ya que sabíamos cuál era siempre el resultado.

—¿Y dónde está Kookie? No lo vi hace rato que entramos —preguntó Hoseok sin despegar la vista del libro que sostenía entre sus manos delgadas.

—Creo que está de nuevo en casa de su amigo Taehyung, pasa demasiado tiempo ahí.

—Sí, lo sé —respondió—. Y se está portando muy raro, el otro día lo saludé afuera y me ignoró, tomó su bicicleta y se fue.

Suspiré rendido y me quité los lentes que llevaba puestos, sólo los utilizaba para leer. —Ya sé, me está preocupando, él nunca ha sido así. Desde hace un tiempo que no habla con nosotros y sólo se encierra en el cuarto, también se enoja con mucha facilidad si trato de hablarle.

—Bueno, Yoongi, eso es normal, apenas va a cumplir doce años, todos se ponen así en algún momento... Espera a que cumpla quince o algo así, dice mi mamá que esa es la etapa más rebelde de todo el mundo.

—Ay, Hobi —reí ligeramente y lo miré—. Apenas cumplimos diecisiete y ya estás hablando como si fueras adulto.

—No es eso, tonto —Hoseok farfulló y arrojó su lápiz en mi dirección—. Ya sé que apenas tenemos diecisiete años y todo eso, pero yo siento que ya me estoy convirtiendo en alguien maduro.

Mi risa se intensificó y me crucé de brazos, incrédulo. —Ay, por favor, Jung, los acabamos de cumplir el mes pasado, no me jodas.

Hobi se encogió de hombros y volvió a concentrarse en su libro, yo hice lo mismo. Después de algunas horas, y cuando los primeros rastros de oscuridad empezaron a aparecer en el cielo de marzo, terminamos la primera parte de nuestra tarea, así que ya no había ninguna excusa para que Hoseok siguiera en la casa, él se levantó y miró alrededor en busca de sus pertenencias.

—Bien, Yoon, yo ya me voy —dijo Hoseok después de reunir todas sus cosas—. Nos vemos mañana en la escuela.

Le hice una seña con la mano para despedirme y después medité un poco la situación. Yo quería que se quedara, no esperaba ningún resultado en específico, pero quería comprobar si todo se había terminado y volveríamos a ser los mejores amigos normales. Mordí mi labio inferior y lo miré. —Oye, Hobi... ¿No quieres quedarte?

El castaño miró al suelo, se rascó la nuca con la mano derecha y degustó mis palabras un rato antes de contestar. —De acuerdo.

Sonreí para mis adentros y entre los dos recogimos el desastre de libros que se había formado por toda la habitación. Mientras seguíamos levantando las cosas y devolviéndolas a su lugar, pude sentir la mirada de Hoseok sobre mí todo el tiempo. Terminamos de limpiar todo el lío y nos quedamos inmóviles y extraños, era tan irónico que ahora luciéramos como desconocidos cuando probablemente éramos los que más se conocían el uno al otro. Tomé asiento frente a mi teclado y empecé a tocar notas al azar.

—Es increíble —Hoseok se acercó y tomó asiento a mi lado, mirando mis dedos con suma atención.

—¿Qué cosa? —cuestioné.

—La manera en la que sabes qué tecla tocar para que se escuche el sonido que quieres exactamente... —respondió con tranquilidad. Empezó a rozar sus dedos suavemente sobre los míos mientras yo seguía tocando una canción que había escrito para él (lo cual no sabía, obviamente)—. Parece que sabes muy bien lo que haces... Es fascinante.

Sun [YoonSeok/HopeGa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora