023. BEGIN

415 81 7
                                    

"Cuando tú lloras, siento que me voy a morir. Cuando tú enfermas, me duele más que a ti. Hermano, lloremos y terminemos aquí. A pesar de desconocer la tristeza, sólo quiero llorar.

Porque tú me hiciste volver a nacer. Tú me hiciste comenzar"

— "Begin", de Jungkook.

---


1

— ¿Piensas trabajar ahora que entres a la secundaria, hyung? —Jungkook dijo mientras observaba la lata de soda en su mano derecha. Él y yo estábamos sentados en la acera al frente de la casa, él bebía tranquilamente mientras yo simplemente veía a la gente pasar en la calle.

—Lo he estado pensando y creo que estaría bien, no quiero que mi abuela pague todo y creo que me vendría bien tratar con más gente.

Nos quedamos en silencio, sin decir nada, pero no era un silencio incómodo en lo absoluto, sólo éramos nosotros dos disfrutando del momento.

—Han pasado ya tres meses, hyung —fue lo único que Jungkook dijo antes de acercar la fría lata a sus labios y beber de ella. Yo sabía perfectamente a lo que se refería.

—Y pasarán muchos más, Kookie, pasarán muchos días, semanas, meses y años... Pero nadie volverá a lastimarnos como él lo hizo.

Habían sido ya tres meses que nuestro padre estaba en prisión, se quedaría ahí por mucho tiempo y la señorita encargada de nuestro caso en servicios infantiles prometió que él no volvería a acercarse a nosotros jamás. Yo le creía, sabía que no volvería a tratar de dañarnos, pero ella no podía hacer que él se fuera de mis pesadillas ni que Jungkook superara sus miedos. Y sí, pasarían muchos días, meses y años, pero yo todavía no estaba seguro de cuántos de ellos me tomaría superar el dolor que mi padre nos causó.

Pero ya no había ningún monstruo debajo de la cama ni dentro del armario, ya no había quien volteara las mesas e hiciera a Jungkook llorar por horas. Ya no había nadie que cortara mis alas.

Hobi y yo ingresaríamos a la escuela secundaria, entraría a una institución nueva y dejaría atrás la escuela primaria; no tendría que volver a recorrer los pasillos de esa escuela ni recibiría todas esas miradas de odio por parte de las personas que se creían tan importantes como para humillar a alguien más. No volvería a ver la cara de Tao, Jongin o Suho, o de ninguna de esas personas que convirtieron mi vida en un infierno por tanto tiempo.

Y ahora que empezaba una nueva etapa en mi vida, no pensaba dejar que la historia se repitiera. Mi padre ya no estaba ahí para pisotear y escupir mis sueños y yo no pensaba dejar que nadie más lo volviera a hacer, por fin sería yo y nadie iba a impedírmelo, nadie iba a tratarme como basura ni a pasar encima de mí sin que yo hiciera algo al respecto.

Y lo haría por Jungkook, por mí madre, por mi abuela y por Hobi, pero lo haría también por mí. Ya habían sido demasiados años de vivir como víctima, lo haría porque sentía que ese futuro brillante estaba ahí, que nunca se había ido. Solamente aguardaba por mí para después ser encontrado, para que yo llegara a él y no lo soltara, para que Hoseok me ayudara a llegar a él.



2

—Yoongi, ¿ya estás listo? —escuché la voz de mi abuela acercarse a mi habitación, yo me encontraba frente al espejo arreglando mi corbata. Estaba tratando de hacerlo, pero simplemente me quedaba horrible, mi cabello se veía mal y sentía como que iba a vomitar.

—Sí, ya casi, un poco más... Es sólo ésta tonta corbata que no quiere dejarse atar —hablé sin mirar a mi abuela, concentrándome con todas mis fueras en atar esa corbata. Lo último que yo quería en el mundo era usar ese uniforme, pero tenía que hacerlo.

—Déjame hacerlo —dijo mi abuela, yo di la vuelta para verla de frente y la dejé encargarse de la corbata rebelde y el nudo imposible, ella me sonrió y se dispuso a hacer esa tarea. Después sacudió un poco el saco de mi uniforme con ambas manos y me miró con una expresión extraña—. Yo... Creo que nunca podré reponer todo el tiempo que estuve alejada de ustedes dos, todo el tiempo en el que no estuve aquí cuidándolos. Ahora estás tan grande y todos los días temo que sea demasiado tarde, pero ahora te veo aquí, tan dispuesto y tan capaz... Simplemente sé que lo harás bien.

Mi abuela lloraba discretamente y yo sólo estaba parado ahí sin saber qué decir. Ya había escuchado esas palabras de ella antes a pesar del poco tiempo que llevaba viviendo con nosotros, siempre decía lo arrepentida que estaba de haberse creído las palabras de mi padre cuando él le decía que todo estaba bien, que Jungkook y yo estábamos de maravilla y que no había nada de qué preocuparse. Aunque al principio yo había estado muy dubitativo sobre ella, me demostró que decía la verdad. Cuidaba de nosotros como nadie lo había hecho desde la muerte de mamá, nos trataba con tanto amor y poco a poco me ayudaba a recuperar la confianza en mí mismo.

—Tú lo has dicho, ahora soy grande y no tienes nada de qué preocuparte. Nunca es tarde y llegaste justo a tiempo, todo va a estar bien —le dije mientras la acercaba hacia a mí con ambos brazos para abrazarla.

—Ay, Dios, casi lo olvido —mi abuela dijo para después separarse un poco y secar sus lágrimas—. Venía a decirte que Hoseokkie te está esperando abajo para que se vayan juntos a la escuela, es muy importante que lleguen temprano a su primer día.

Fue como si un botón hubiera sido oprimido en mi cerebro cuando escuché su nombre, asentí un par de veces con la cabeza y tomé mi mochila en mi hombro. Bajé las escaleras acompañado de mi abuela.

Ahí estaba él.

Ahí estaba parado con su característica sonrisa tan blanca como las nubes, su cabello estaba peinado hacia un lado y su uniforme lucía tan pulcro y limpio. Todo él desprendía felicidad y me di cuenta de que la luz que iluminaba la sala de mi casa no era la que entraba por la ventana, sino la que irradiaba la sonrisa de Hoseok.

Terminé de bajar el último escalón de la escalera y rasqué mi nuca, riendo nerviosamente. —Hola, Hobi.

—Hola, Yoon —fue todo lo que él dijo antes de mirarme y dar un paso hacia el frente.

Me di cuenta de que tal vez lo estaba mirando más tiempo del que debería, así que dejé de hacerlo y me dirigí a la mesa del comedor, donde Jungkook comía su cereal. —Adiós, ardilla —dije mientras revolvía el cabello de mi hermanito con ternura. Él estaba a punto de replicar algo contra mí, pero su boca estaba repleta de cereal así que no lo hizo, me despedí de mi abuela ondeando mi mano suavemente en el aire y salí con Hobi de la casa.

Empecé a caminar a su lado y miré al cielo, no había nubes grises y el sol brillaba demasiado bien, casi siempre lo encuentro molesto pero ese día estaba perfectamente bien para mí. Parecía que todo empezaba a ir a mi favor, aunque fuera por esa vez.

—Sé lo que estás pensando, Yoongi —escuché la voz de Hobi, pero no me atreví a mirarlo.

— ¿Ah, sí? ¿Desde cuándo tú y yo funcionamos por telepatía?

—Desde hace mucho, de hecho. Pero sé lo que piensas, sé que estás nervioso acerca de cómo podría ser el día de hoy, de cómo será la gente que conocerás y cómo serán los próximos años. Pase lo que pase, quiero que sepas que yo estaré contigo y no permitiré que nadie te vuelva a lastimar. ¿Lo entiendes?

—Lo entiendo, Hobi.

Y lo dije porque realmente lo sentía, de una u otra forma sabía que Hobi estaría conmigo y jamás en mi vida había estado tan agradecido.

Sun [YoonSeok/HopeGa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora