050. SLOW MOTION

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"Te deseo. Una adicción, porque sin ti falta algo. Me encanta, se siente bien.

Sí, no te muevas, parece cámara lenta cuando estás en la habitación. Cámara lenta, la forma en que te mueves"

—"Slow Motion", de Saint Motel.

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Tomé asiento a su lado y me cubrí con la manta también, me revolví en mi lugar hasta que encontré una posición cómoda. Él hizo lo mismo, a diferencia de que la posición más cómoda que pudo encontrar fue con su cuerpo fuertemente abrazado al mío. Hoseok se concentró en la película y traté de hacerlo también, pero simplemente no podía; pasé los minutos siguientes observándolo detenidamente, prestando suma atención a cada cabello sobre su cabeza, a cada poro de su piel y a cada uno de los parpadeos de sus ojos.

Eran esos los momentos que en realidad valían la pena para mí: él y yo solos sin nadie más, encerrados en nuestra propia burbuja, aislados del mundo, sin nadie que nos molestara. Yo sé que era completamente tonto adorar algo como eso, pero el solo hecho de verlo a mi lado me hacía tan feliz. Estaba enamorado, realmente lo estaba, incluso si él no sentía lo mismo por mí, yo estaba perdidamente enamorado, sin remedio.

Un movimiento brusco del chico castaño me sacó de mis pensamientos, Hobi se había sobresaltado estrepitosamente por una escena en la película y ahora temblaba ligeramente. — ¿Estás asustado? —pregunté.

— ¿Yo? —respondió él—. Por supuesto que no, no sé de qué me hablas.

Reí ligeramente y tomé su barbilla con mis dedos para que me mirara. —Mírame a los ojos y dime que no estás asustado.

Mi acusación provocó que él rodara los ojos con molestia y se cruzara de brazos, apartando su vista de mí. —Bueno, sí lo estoy. ¿Y qué?

—No es nada, es sólo que eres muy lindo.

Un repentino rubor se apoderó de sus mejillas y sonrió, pensando que yo ya no lo miraba. —Eres un tonto.

Ignoré su adorable respuesta infantil e hice mi mejor esfuerzo por concentrarme en las imágenes frente a mí que, supuestamente, deberían causarme miedo. Era la típica escena cliché del exorcismo en la película, la toma que, reglamentariamente, debería ser el clímax de la historia.

Todo iba relativamente bien hasta que sentí un agradable calor sobre mi pierna izquierda, la mano despreocupada de Hoseok subía y bajaba en una caricia gentil, por demás inocente. Él no parecía estar prestando demasiada atención a sus acciones y deduje que no lo hacía a propósito.

Para mi maldición, Hobi no sabía que últimamente yo había estado horriblemente caliente casi todos los días, ya habían sido un par de mañanas en las que me había despertado con una patética erección producida por los obscenos sueños que había tenido la noche anterior, sueños en los que Hobi era el protagonista.

Puse mi mano sobre la suya para detener sus movimientos, él me miró sonriente, como si supiera lo que yo había estado pensando. Por supuesto, el desgraciado lo había estado haciendo a propósito, sabía lo débil que se volvían mis rodillas por él y lo necesitado que siempre estaba del toque de sus manos.

—Yoongi... —ronroneó seductoramente mientras movía su mano hacia mi cintura, invitándome a acercarme.

En un abrir y cerrar de ojos yo ya estaba más cerca, con su mano traviesa sobre la delgadez de mi cintura y mis labios tan cerca de los suyos, tan cerca que casi podía tocar el cielo. Por un impulso humedecí mis labios pasando la lengua sobre ellos, saboreando la cercanía y la intimidad del momento. Era alucinante la manera en la que me hacía sentir con tan solo mirarme, como si yo estuviera desnudo frente a él. Su sensual media sonrisa se presentó frente a mis ojos y yo no hice más que parpadear repetidas veces, nervioso.

Finalmente puso las dos manos completamente en mi cuerpo y me encerró en un abrazo abrumador, acercándome por completo y haciendo desaparecer la distancia entre nosotros con un beso.

El contacto fue tan dulce e inocente al principio, como si no nos hubiéramos besado en años. Todo empezó a calentarse en cuestión de segundos y la inocencia de ese beso fue lanzada por la ventana y reemplazada por un deseo que hasta yo desconocía que podía llegar a sentir.

La verdad no logro entender el momento en el que se invirtieron los papeles, ahora era Hobi el que devoraba mis labios sin ninguna pizca de vergüenza y yo no podía hacer más que sonrojarme y derretirme entre sus dedos cálidos, que enviaban chispas por todo mi ser, casi como fuegos artificiales. Ni siquiera estaba seguro de en dónde quería poner mis manos, quería tocarlo en todas partes, encerrarlo conmigo y jamás dejarlo ir.

Decidí olvidarme de todas las ataduras y atrapé su labio inferior ligeramente entre mis dientes, no con tanta fuerza como para causarle dolor, pero sí con la suficiente para hacerlo gemir tímidamente. Sentí todo mi cuerpo tensarse cuando Hoseok empezó a mover sus caderas de atrás hacia adelante, causando una deliciosa fricción contra mi entrepierna. No sabía a qué queríamos llegar con esto, pero tampoco me molestaba intentarlo.

El castaño terminó de acomodarse sobre mí y entonces pude sentirlo, debo admitir que tuve un ligero ataque de pánico interno cuando sentí esa presión desconocida sobre mi pierna derecha. Me separé de su boca, respirando con dificultad, y lo miré, poniendo toda mi fuerza para hablar y no morir en el intento.

—Hobi... Creo que estás duro —dije casi en un susurro, más para mí que para él.

No estoy seguro si Hoseok se encontraba demasiado sumergido en nuestro contacto como para darse cuenta de su erección creciente, que parecía igual de sorprendido que yo. Sus ojos se apartaron de mí para dirigirse a su entrepierna y después me miró de nuevo, con sus ojos cafés bien abiertos y un violento rubor que le llegaba hasta las orejas.

Y fue así, sin decir nada más, que Jung Hoseok se levantó y salió corriendo hacia el baño sin decirme nada.

Al parecer él también había perdido el control de lo que nos estaba pasando.

Sun [YoonSeok/HopeGa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora